El terrible caso real que inspiró la película El ente

El caso real que inspiró la película de 1982 The Entity, El ente en español, involucró a una mujer llamada Doris Bither y a sus cuatro hijos. La historia comienza en una librería con una mujer desconocida que  imprevistamente escuchó hablar a dos hombres sobre una casa embrujada. Se acercó y les pidió consejo, ya que la suya también parecía estarlo.

Este encuentro casual en el año 1974 daría comienzo a uno de los casos documentados de fantasmas más terroríficos de la historia de Estados Unidos. Uno de los hombres era Kerry Gaynor, investigador paranormal, y el otro, el Dr. Barry Taff de la Universidad de Los Angeles, con especialización en temas de parapsicología.

El origen de El ente

Doris Bither vivía en California desde que se había mudado con su familia a los 10 años. Tras una infancia complicada, su vida llevaba mucho tiempo desmoronándose, a punto de colapsar cuando habló con los investigadores en aquella librería. A los 30 años, era madre soltera de cuatro hijos, una niña y tres niños, de cuatro padres diferentes. Sufría de alcoholismo y padecía graves problemas emocionales debidos, según ella, a que fue atacada, mordida, golpeada e incluso violada por cuatro espíritus perversos que la acosaban. Teniendo en cuenta todos los factores involucrados, el Dr. Taff decidió visitar su vivienda para evaluar la situación.

El 22 de agosto de 1974, los expertos paranormales llegaron a la casa de la familia Bither, en Culver City. Desde el exterior todo parecía normal, pero al entrar, se encontraron con una situación totalmente caótica. Olía a basura podrida, la suciedad se amontonaba en todas partes y el edificio estaba en terribles condiciones. Al parecer, los niños habían tenido que valerse por sí mismos durante años y era evidente que Doris no tenía la capacidad de desempeñar su papel de madre.

Durante los siguientes meses, los investigadores intentaron documentar las afirmaciones de la mujer. A partir de su testimonio, se especulaba con la presencia de cuatro manifestaciones responsables de una serie de fenómenos paranormales. Uno de ellos, al que todos los miembros de la familia veían con asiduidad, tomaba la apariencia de un anciano decrépito que parecía inofensivo y al que los niños bautizaron como «Señor quién es», «Mr. Who’s that». La familia creía que se trataba del espíritu del abuelo, que había fallecido recientemente. Sin embargo, el resto de entidades no eran tan amistosas.

Los fenómenos paranormales

Es cierto que los fenómenos observados en el hogar eran de actividad paranormal conocida, ya reportada con anterioridad en otros casos similares. Pero a diferencia de aquéllos, la casa Bither parecía haber llegado a un estado de infestación extrema.

Había supuestamente ollas y sartenes levitando, sonidos y olores extraños y objetos arrojados por fuerzas invisibles. Pero estos sucesos del tipo poltergeist no eran lo más perturbador del caso, sino algo realmente malvado que estaba atacando físicamente a la familia.

Se creía que 3 de las 4 entidades eran malévolas y agresivas y Doris parecía ser el blanco más frecuente de los asaltos violentos. Mientras los niños sufrían golpes y empujones, Doris afirmó que una de las entidades, la más grande, la estaba agrediendo sexualmente mientras las otras dos la sujetaban. Por más difícil de creer que sea su afirmación, hubo testigos presenciales en estos ataques. Aunque nadie vio a la entidad manifestarse, se observó a Doris atacada por una fuerza invisible que la golpeaba y la sujetaba contra una pared, como manos invisibles. Como evidencia, la mujer mostró lesiones comunes en personas que habían sufrido una violación.

El fin de la investigación y el inconcluso caso de El ente

A medida que continuaba el análisis, el Dr. Taff organizó un grupo de investigadores de campo, fotógrafos profesionales y camarógrafos, para intentar documentar el caso. Los expertos se reunieron en el dormitorio de Doris Bither y esperaron para registrar todos los eventos posibles.

Después de cierto tiempo, nada parecía estar sucediendo, así que el Dr. Taff sugirió que Doris gritara a las entidades para tratar de provocarlas. Mientras todos miraban expectantes, una niebla comenzó a formarse en la habitación y en poco tiempo pudo verse una figura cada vez más densa. Se describió como un gran torso humano, musculoso, pero sin brazos ni piernas.

Cuando se examinó el material registrado no había evidencia de nada, excepto en una fotografía. En ella salía Doris sentada en su cama con un extraño arco de luz sobre su cabeza. Este destello no podía ser resultado de la iluminación del cuarto, además se veía claramente sobre ella misma. La investigación cerró finalmente sin conclusiones concretas, aceptando de alguna forma el testimonio de la familia.

Doris Bither trató de evitar el foco de atención mediática, especialmente después del lanzamiento del libro y la película sobre sus experiencias. En los últimos tiempos, sus hijos han confirmado públicamente lo sucedido en la casa de Culver City y comunicaron el fallecimiento de la mujer en 1995 por insuficiencia pulmonar. Aún así, después de tantos años de acoso, los cuatro creen fervientemente que su muerte no fue natural.