La hipnosis es una opción de tratamiento que puede ayudar a enfrentar y tratar diferentes afecciones, en su mayoría psicológicas. Para hacer esto, un hipnotizador o hipnoterapeuta certificado guía al paciente a un estado profundo de relajación, a veces descrito como un estado de trance.

Mientras el paciente se encuentra en este estado, el terapeuta le puede diseñar un tratamiento hecho a medida enfocado en solucionar o acceder a cierto aspecto del padecimiento. La verdadera hipnosis o hipnoterapia no implica relojes de bolsillo oscilantes ni se practica en un escenario como parte de un acto de entretenimiento.

El proceso de hipnosis

Durante la hipnosis, se induce al paciente a un estado de concentración intensa o atención enfocada, en un proceso guiado con claves verbales y repetición. Poco a poco se ingresa a una situación de trance que puede parecer similar al sueño en muchos sentidos, la diferencia es que el paciente es plenamente consciente de lo que está sucediendo.

Mientras se encuentra en este estado, el terapeuta hará sugerencias construidas y guiadas para ayudar a alcanzar los objetivos de la sesión. Debido a que está en una actitud de concentración elevada, el paciente se encuentra más abierto a propuestas o consejos que, en un estado mental normal no aceptaría tan fácilmente.

Cuando se completa la sesión, el terapeuta despertará al paciente y cada persona tiene diferentes maneras de regresar. Todo depende del nivel de intensidad de la inmersión, así como el tipo de tratamiento que se esté recibiendo.

La hipnoterapia se encarga de plantar las semillas de diferentes pensamientos en la mente durante el estado de trance. Esas ideas echan raíces y crecen, dando lugar a una nueva forma de pensar y razonar. Esta técnica también puede abrir el camino para un procesamiento y aceptación más profundos. En un estado mental regular, si el paciente está confundido, su mente puede ser incapaz de absorber sugerencias y orientación.

Hay algunas personas que sugieren que el efecto placebo está muy involucrado en todo este proceso, pero estudios recientes muestran que la hipnosis cuenta con diferencias claras en la actividad cerebral. Esto significa que la mente reacciona a la hipnosis de una manera única, que en definitiva es más fuerte que la simple sugestión. Las conversaciones guiadas o la terapia conductual de cualquier tipo pueden tener un impacto poderoso en el comportamiento y los sentimientos. La hipnosis es solo una de esas herramientas terapéuticas.

Hipnosis

Afecciones que se pueden tratar con hipnosis

A lo largo del tiempo se ha logrado mostrar evidencia contundente para tratar las siguientes afecciones o problemas:

  • Dolor muscular.
  • Síndrome del intestino irritable.
  • Trastorno de estrés postraumático.
  • Insomnio.
  • Depresión.
  • Ansiedad.
  • Dejar de fumar.
  • Cicatrización post-quirúrgica de heridas.
  • Pérdida de peso.

El tratamiento y su aceptación en la sociedad y en la ciencia

Algunos médicos no están convencidos de que la hipnosis se pueda usar en la salud mental o para el tratamiento del dolor físico. La investigación para apoyar el uso de la hipnosis se está fortaleciendo, pero no todos los facultativos la aceptan. Muchas escuelas de medicina no capacitan a los doctores sobre el uso de esta técnica, lo que da pie a una gran cantidad de malentendidos sobre esta posible terapia entre los profesionales de la salud y en su aceptación a nivel global. Básicamente, todo depende de cada persona, a pesar del éxito comprobable en varios casos registrados, todavía no es suficiente para dar garantías y certeza absoluta sobre su efectividad.

La hipnosis todavía debe cargar con los estereotipos de las representaciones teatrales con gallinas, magos y bailarines de escenario. Sin embargo, hay mucha gente que opina que efectivamente es una herramienta terapéutica genuina. En cualquier caso, es importante recurrir a un hipnotizador o hipnoterapeuta certificado para poder confiar en el proceso y las buenas prácticas.

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