La evolución de Lara Croft y de la saga Tomb Raider

Desde el primer lanzamiento de la franquicia Tomb Raider en 1996, Lara Croft se convirtió rápidamente en un icono de la cultura pop. El videojuego sentó las bases de un género en la industria que a día de hoy sigue dando mucho de qué hablar gracias a otros títulos como Uncharted.

Después de más de 20 años, el personaje de Lara Croft evolucionó a pasos agigantados en muchos sentidos. El primero de ellos es, evidentemente, el aspecto de la arqueóloga, que fue cambiando de forma paralela al desarrollo mismo de la tecnología gráfica y los avances en el software.

Después de 14 entregas, Tomb Raider se convirtió en un fenómeno de merchandising. Dio el salto al cine con 3 películas y hasta fue referenciada por algunos grupos de música en sus directos. A principios del año 2021 se anunció la producción de una serie anime para Netflix que continuará la historia del último videojuego de la saga, Shadow of the Tomb Raider, de 2018.

Las primeras versiones de Lara Croft en los años 90

Los cuatro primeros videojuegos de la franquicia, Tomb Raider I, II, III y The Last Revelation, se lanzaron entre 1996 y 1999.

Con ellos, Lara Croft definió el género de aventuras en 3D y actualizó el arquetipo de personaje que se había construido con las películas de Indiana Jones.

En aquella época, las escenas de acción épica, los escenarios históricos y los retos de puzzles y rompecabezas marcaron un antes y un después en el gaming. Sin desmerecer otros títulos del pasado como Zelda, que también contaba con algunos de estos elementos.

El aspecto de Lara Croft cambió drásticamente en estos primeros juegos, dejando atrás las líneas rectas y los triángulos de Tomb Raider I, que tantos memes protagonizan hoy en día. La segunda y tercera entrega perfilaron un personaje más humano y realista, mejorando las físicas en la medida de lo posible. Sin embargo, al hacer lanzamientos anuales, se cayó irremediablemente en la monotonía, sin traer grandes novedades a la historia. The Last Revelation de 1999 incorporó algunos cambios de interfaz que mejoraron las escenas de CGI y la apariencia gráfica, el primer gran salto de la saga en este sentido.

La llegada de los años 2000 y el décimo aniversario

A partir del año 2000, los nuevos títulos fueron espaciándose más en el tiempo. Ese mismo año salió Tomb Raider Chronicles, un juego dividido en episodios que experimentó mostrando distintas etapas en la vida de Lara Croft. Quizá el lanzamiento menos exitoso, aunque recibió la influencia de otros fenómenos de la época como The Matrix.

Los siguientes títulos salieron en 2003, El ángel de la oscuridad; en 2006, Legend; en 2007, Anniversary; y en 2008, Underworld.

A lo largo de estos años, salieron también las dos primeras películas protagonizadas por Angelina Jolie. Cuyo éxito se vio más o menos beneficiado y perjudicado a la vez por la crítica de los videojuegos.

En este periodo, estos títulos vivieron también la transición a la PlayStation 2, con todo lo que ello conlleva. Y la edición Anniversary fue un remake de Tomb Raider I, bastante laureado por cierto, celebrando 10 años de la franquicia.

El último de este grupo, Underworld, está considerado como el final de una era, el final del estilo clásico dentro de la saga. A partir de aquí, saldría una nueva generación de videojuegos que debería competir directamente con la serie Uncharted.

El final de la saga de videojuegos de Lara Croft

Entre 2011 y 2018 se presentaron los últimos títulos de la saga Tomb Raider.

Tras la renovación del género que planteó Uncharted, Lara Croft tuvo que reinventarse con un reboot que dejase huella. El noveno videojuego, bajo el título original de Tomb Raider, reinició la saga por completo cambiando el punto de vista de la protagonista y regresando a su juventud inexperta.

Fue del mismo modo como se tomó el personaje para la última de las películas, lanzada en 2018.

Tres años antes salió Rise of the Tomb Raider, la secuela del reinicio de la serie. Y finalmente Shadow of the Tomb Raider, el último lanzamiento para consolas que cerró la franquicia de videojuegos.

Este último será, por lo visto, el punto de inicio de una nueva serie anime que se producirá para su emisión en Netflix. Un proyecto que traerá nostalgia a los gamers de hace más de dos décadas y que traerá de vuelta a uno de los personajes más queridos de toda la industria.