Life is Strange es uno de esos videojuegos que transforman. Una aventura gráfica cuya historia va cambiando en función de las decisiones del jugador y el transcurso mismo de los acontecimientos. Y que después de sus cinco episodios, deja varias reflexiones, pensamientos emotivos y alguna que otra lágrima. Es precisamente esta mecánica de juego la razón de su éxito. En las historias interactivas, cuando la elección del gamer juega un papel fundamental, lo más interesante es explorar disyuntivas emocionales, morales y de supervivencia. Donde cada dilema se hace más complejo que el anterior y las consecuencias son exponenciales.

El primer episodio de Life is Strange se publicó en enero de 2015 y desde su lanzamiento fue aclamado por la crítica y la comunidad de jugadores. Obtuvo varios reconocimientos y nominaciones, entre los que destaca el BAFTA en su categoría en el mismo año de salida.

La sinopsis de Life is Strange

El videojuego cuenta la historia de Max Caulfield, una adolescente estudiante de fotografía que vive en un pueblo ficticio en la costa de Oregon, Estados Unidos. Después de varios acontecimientos, Max descubre que tiene la capacidad de viajar en el tiempo, rebobinándolo hacia atrás a su antojo y pudiendo cambiar determinados sucesos que influyen directamente en el presente. Lo que se conoce como efecto mariposa.

Las acciones de Max, definidas por las decisiones del jugador, tendrán efectos sobre sucesos posteriores y modificarán la historia hasta límites insospechados. Todo ello en un contexto de problemas entre relaciones adolescentes, misterios antiguos, violencia y otras situaciones controvertidas.

Trailer del videojuego
Fuente del vídeo: YouTube GameSpot

El efecto mariposa y los problemas adolescentes

En concepto de efecto mariposa ya ha sido explorado en otras producciones cinematográficas, como la película del mismo nombre de 2004, protagonizada por Ashton Kutcher. Sin embargo, Life is Strange integra su naturaleza de videojuego de decisiones, donde la interacción del gamer es fundamental para el devenir de los acontecimientos. Como es normal en este género, todo depende de los pequeños detalles. Lo que hace único a este título es la capacidad de retroceder el tiempo y modificar el presente, algo que multiplica el impacto de las consecuencias de la historia y envuelve al jugador en un ambiente de choque y emociones más intensas e interesantes.

Todo esto sucede en una serie de situaciones complicadas que reflejan los problemas más espinosos y trascendentales de la adolescencia. El juego toca temas controvertidos como el consumo de drogas, el acoso escolar, la violencia, la violación, la depresión y el suicidio. Asuntos que existen en la vida real y que requieren atención y preocupación por parte de la sociedad.

De hecho, la incursión en este tipo de materias tan importantes, junto con el éxito del juego a la hora de abordarlas, derivó en la creación de varias plataformas de ayuda alrededor del mundo para apoyar a los adolescentes que lo requieran. Una iniciativa que fortalece la posición del título en su propia industria y también fuera de ella.

Life is Strange 2

Los buenos resultados de la propuesta justificaron el lanzamiento de una secuela, Life is Strange 2, que cambia de escenario y personajes aunque mantiene la misma esencia del videojuego original.

Con todo, Life is Strange está considerado uno de los juegos más emotivos y complicados de llevar por la crudeza de su historia. Y por lo fuertemente que vincula al jugador con los personajes, involucrándolo hasta casi hacerlo llorar.

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