Todo gamer de los años 90 conoce la franquicia de Mortal Kombat. Esta serie de videojuegos inhundó el mercado de salas de arcade y consolas casi de inmediato. Debido a su éxito explosivo, Hollywood no podía quedarse fuera y de un momento a otro se produjeron varias películas que dieron vida a los personajes de la saga.

Mortal Kombat saltó de golpe de las páginas de GamePro y Electronic Gaming al polémico diálogo nacional. Políticos y padres analizaron su naturaleza violenta debido a situaciones incómodas ocurridas en Estados Unidos en aquellos momentos. Después de todo, sucedieron muchas cosas que poca gente conoce alrededor de este título.

El primer Mortal Kombat se desarrolló en solo diez meses

El mundo del desarrollo de videojuegos se parece mucho a la producción de películas en estos días. Hay juegos con presupuestos enormes, tanto para desarrollo como para marketing. Hay directores que construyen importantes momentos casi cinematográficos importantes, junto con buenos guiones y buenas historias. Y todo el proceso, de principio a fin, puede llevar años.

Sin embargo, el primer juego de Mortal Kombat no tardó mucho en completarse. El equipo lo terminó en diez meses, un hecho bastante sorprendente. La gente de Midway Entertainment no solo logró crear un juego de lucha competente y funcional en esa cantidad de tiempo. Sino que también diseñó personajes bastante interesantes y una vibra genérica que hizo que el juego se destacara de todo lo demás en el mercado.

La representación de la sangre en Mortal Kombat
La representación de la sangre en Mortal Kombat
Fuente de la imagen: Midway Studios

Se eliminó la sangre de la versión de consola

Es evidente que casi cualquier juego de lucha es intrínsecamente violento. Ya sea un puño, una espada o un poder mágico, cualquier arma se usa para infligir daño al oponente. Esto hace que la reacción exagerada que se originó tras el lanzamiento de Mortal Kombat por incluir sangre sea todavía más confusa, pero aún asi sucedió.

El primer Mortal Kombat presentaba la sangre de diferentes maneras. El liquido salía disparado cuando un personaje recibía un golpe o un ataque. Especialmente en los famosos fatality. Por numerosas razones de la época, en todas las consolas caseras decidieron sustituir la sangre por sudor, lo cual decepcionó a muchos jugadores.

Mortal Kombat impulsó la creación de la ESRB y la autorregulación

Antes de casi todos los trailers de videojuegos próximos a salir, recibimos un breve recordatorio de uno a dos segundos sobre la calificación de audiencia a la cual va dirigido. Ese mensaje está ahí gracias a la ESRB, la Junta de Clasificación de Software de Entretenimiento. Y no es sorpresa que Mortal Kombat sea la razón por la que dicha asociación exista.

La violencia de Mortal Kombat hizo del juego uno de los favoritos para los fanáticos del género. Pero también provocó la ira de políticos y padres que lo consideraron una influencia potencialmente negativa. La conversación en torno a la violencia de los videojuegos llegó a tal punto que la industria recurrió a la regulación gubernamental. Varias empresas del sector se unieron en 1994 para crear la ESRB como una forma de autorregulación que mantuviera su autonomía.

Esta institución califica los juegos y coloca pegatinas informativas en el empaque y la caja, y todavía sigue en activo hasta el día de hoy.

Etiquetas de autorregulación y clasificación de los videojuegos de la ESRB
Etiquetas de autorregulación y clasificación de los videojuegos de la ESRB
Fuente de la imagen: ESRB

La política señaló a Mortal Kombat tras los sucesos de Columbine en 1999

Sin embargo, la creación de la ESRB no impidió que los políticos culparan a los videojuegos cuando así lo consideraron oportuno. En su momento se tranquilizaron ya que obtuvieron lo que querían, clasificación de edad en todas las copias. Pero cuando varios eventos violentos comenzaron a protagonizar titulares en las noticias, algunos señalaron rápidamente a la industria.

Uno de esos políticos fue el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton. Después de los horribles tiroteos en la escuela secundaria Columbine en 1999, Clinton tomó su discurso semanal por radio y culpó a las compañías de videojuegos, quienes, en su opinión, debían luchar contra el impulso de lanzar productos violentos.

«Los videojuegos como Mortal Kombat, Killer Instinct y Doom, juegos usados obsesivamente por los dos jóvenes que terminaron con tantas vidas en Littleton, hacen que nuestros hijos participen más activamente en la violencia simulada», dijo Clinton.

Décadas más tarde, la historia se repite y los políticos siguen recurriendo a los videojuegos como chivo expiatorio en determinadas ocasiones. A pesar de toda evidencia de lo contrario.

El lanzamiento de 2011 fue prohibido en Australia

Australia siempre ha tenido una relación un tanto extraña con la industria de los videojuegos. El país ha prohibido numerosos títulos sin ninguna razón aparente y, en un período de cuatro meses en 2014, bloqueó la venta de 220 juegos sin relación alguna.

Las consolas y juegos son ridículamente caros allí debido a una serie de factores e impuestos gubernamentales. Era de esperar entonces, que Mortal Kombat de 2011 entrase en conflicto directo con el gobierno australiano, que rechazó la clasificación del juego. Lejos de ser una solución, estas prohibiciones no hacen más que obligar a la audiencia a importar el juego de otros países, lo que lógicamente siempre acaba sucediendo.

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