El Queen Mary zarpó por primera vez el 27 de mayo de 1936. Casi a mitad de siglo, se convirtió en uno de los buques más importantes y prestigiosos, diseñado para ser uno de los primeros en dar servicio exprés en la ruta entre Southampton, Inglaterra, y Nueva York.

Se construyó por los astilleros escoceses de John Brown & Company para la naviera Cunard Line, con el objetivo de competir con los grandes transatlánticos europeos de los años 20 y 30. Tenía una capacidad de más de 2,000 pasajeros y sus acabados eran de un lujo prominente para la época. Sus instalaciones constaban de un comedor de tres pisos, varios restaurantes e incluso una capilla.

Tres meses después de su viaje inaugural recibió la Banda Azul que premiaba la ruta transoceánica más rápida. Título que perdió en 1937 ante el barco francés SS Normandie.

Durante la II Guerra Mundial, tanto el Queen Mary como su gemelo Queen Elizabeth se reutilizaron como transporte de tropas, debido a sus altas velocidades. Al término del conflicto recuperó sus fines civiles, hasta que se retiró del servicio en 1967. El 31 de octubre de ese año abandonó el puerto británico y atracó para siempre en Long Beach, California, donde permanece a día de hoy.

El barco como hotel flotante

Una vez en California, el Queen Mary atravesó una profunda transformación para convertirse en un hotel y atracción turística. Se eliminaron las salas de calderas, se redistribuyeron varias áreas para aumentar espacios y agregar un museo dedicado a Jacques Cousteau. Y se acondicionaron las cabinas para crear habitaciones, salones y comedores.

El 8 de mayo de 1971, el barco abrió sus puertas como hotel flotante. Un lugar en el que, por lo visto, no es tan fácil pasar la noche.

El Queen Mary en el puerto de Long Beach, California
El Queen Mary en el puerto de Long Beach, California
Fuente de la imagen: Civitatis

Las historias de fantasmas del Queen Mary

Desde que inició actividades como lugar de alojamiento, el Queen Mary no dejó de acumular reportes de sucesos extraños.

Uno de los primeros casos tiene lugar en la puerta número 13 de la sala de máquinas. Al parecer, tiempo atrás un hombre llamado John Peddar tuvo un accidente fatal durante labores de mantenimiento. Unas puertas se cerraron de golpe, aplastándolo y matándolo en el acto. Según varios testimonios, la figura de un hombre joven con barba, vestido con un uniforme de trabajo azul, camina por el pasillo de esta sala dirigiéndose para desaparecer en la puerta 13.

Otra de las zonas «malditas» es la piscina de primera clase. Este lugar está restringido y solo permite acceso durante visitas guiadas. Muchos testigos afirman haber visto personas en traje de baño antiguo caminando por el borde, huellas húmedas en el suelo o incluso estelas de movimiento en el agua. Otros reconocen haber oído el chapoteo del agua como si hubiera alguien nadando, pero sin que hubiera nadie.

El salón de la reina y el camarote B340

Uno de los fenómenos más reportados es el del fantasma de una joven muy hermosa, vestida en traje de noche blanco, bailando en el llamado salón de la reina. Los registros se remontan a los tiempos del barco como transatlántico, confirmados por tripulantes y viajeros de entonces, que además presenciaban otros sucesos paranormales en sus cámaras a altas horas de la madrugada.

Sin embargo, el lugar más terrorífico del navío es el camarote B340. En esta época como hotel, es la habitación menos alquilada. Según las historias, fue escenario del asesinato de una niña de 8 años y es el punto en donde se presentan más fenómenos extraños.

En total, se cuentan más de 50 espectros vagando por los espacios del Queen Mary. Y se sabe que varias personas perdieron la vida allí durante los más de 80 años del navío. Actualmente, es su fama de barco encantado la que atrae a la mayoría de sus huéspedes. Un hotel flotante al que se puede ir para muchas cosas, excepto para dormir.

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