El CGI es actualmente un elemento de suma importancia en el cine y otras producciones audiovisuales. Su aplicación y perfeccionamiento en las últimas décadas significó un antes y un después en el séptimo arte, facilitando el lanzamiento de películas inimaginables con increíbles efectos especiales. Para el espectador es una joya del entretenimiento y para los productores, una bendición de recursos fílmicos. Sin embargo, el uso de la tecnología CGI comenzó a considerarse para temas de alta controversia y debate. Revivir actrices y actores ya fallecidos.

Este contexto tiene varias lecturas. Por un lado, es imposible no sorprenderse con las increíbles proezas que se pueden llevar a cabo en la industria. Por otro, es inevitable hacerse varias preguntas.

El uso de la tecnología CGI

A fin de introducir un poco en qué consiste esta tecnología, el CGI comenzó mucho antes de lo previsto. Nada menos que en los años 40 y, evidentemente, en los videojuegos. Fue en los 70 y 80 cuando dio el salto al cine, con títulos como Westworld, Tron, Last Starfighter, etc. Y en 1993 cuando dio un vuelco a la industria por completo con Jurassic Park. Tras este breve recorrido histórico, el CGI continuó evolucionando a pasos agigantados, muy visible en los trabajos de Pixar y otras compañías de animación. En los últimos años alcanzó un protagonismo inusitado, especialmente en superproducciones con grandes presupuestos.

En sí, CGI significa Computer Generated Imagery. Es decir, imágenes generadas por computadora. En el cine se emplea para generar criaturas, modelos anatómicos, escenarios arquitectónicos, paisajes y un sinfín de efectos especiales y movimientos. Fuera de él, también se utiliza en publicidad, ingeniería, diseño industrial y de interiores, urbanismo, simulación, medicina, ciencia, educación, arte, realidad virtual y, lógicamente, en videojuegos.

Teniendo en cuenta esta larga lista, no le podemos quitar mérito ni importancia. Ya que prácticamente está en todo lo que nos rodea.

Técnicas para revivir actrices y actores fallecidos

El caso es que la tecnología de CGI permite romper todas las fronteras, incluso las de la muerte. Ya hemos visto en películas de las sagas de Star Wars y Fast & Furious, cómo un personaje cuyo actor había fallecido, forma parte del elenco en escenas que nunca había filmado en vida. Escenas generadas por ordenador a partir de imágenes reales del pasado del intérprete.

También hemos visto cómo es posible rejuvenecer actores de formas bastante realistas, como ha pasado con Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci en The Irishman.

Técnicamente hablando, lo usual para revivir actrices y actores fallecidos es emplear a un doble con aspecto físico similar y emparejar cada escena en post producción con las sofisticadas tecnologías que el CGI permite. El resultado, como ya se ha visto, es bastante realista a simple vista. Aunque probablemente, según el caso, puede despertar distintas sensaciones. Sin embargo, ¿qué pasa con la interpretación? Un doble quizá no puede interpretar del mismo modo en que lo hacía el original en su momento. Si estos cambios son notables, el resultado sería muy bizarro y hasta desagradable.

Escena de The Irishman
Escena de The Irishman
Fuente de la imagen: Netflix

El debate moral alrededor del CGI

A fines artísticos (y para qué engañarnos, también monetarios) esto significa un universo entero de posibilidades. Algunos lo han acuñado ya como «el negocio de la nostalgia», que incluso puede considerarse como homenajes póstumos. Pero no deja de crear polémicas y discusiones para los más tradicionalistas de la industria.

Llegados a este punto, es difícil colocar una línea imaginaria llamada moral que marque los límites de esta tecnología. Cuando se trata de una saga en la que el fallecimiento sucede durante la filmación, el CGI es una solución aceptada para terminar el trabajo empezado. Pero en casos de proyectos nuevos, proyectos para los que hay que considerar revivir a algún artista después de algún tiempo de su muerte, hay un sinnúmero de asuntos a considerar desde inicio. El primero, el legal. Los derechos de imagen y los permisos de la familia del fallecido. Si todo esto se resuelve, entraríamos en asuntos éticos donde el respeto puede tener varias interpretaciones. Muchas personas dentro de la industria se pronunciaron públicamente en contra de este uso del CGI, alegando intereses puramente económicos y publicitarios, por medio de la explotación de alguien que ya no está.

El debate está servido.

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