Los fenómenos poltergeist, según la creencia, son espíritus o fantasmas responsables de diversas alteraciones inexplicables en el plano físico, como ruidos fuertes y objetos que se mueven o se destruyen. El término poltergeist proviene del alemán y significa «fantasma ruidoso». Y se describe como una entidad que acecha a una persona en particular en un espacio determinado.

Las primeras menciones del fenómeno se remontan al siglo I. El gran autor y estadista romano Plinio el Joven registró en sus cartas una de las historias de fantasmas más antiguas. Los amplios detalles del relato de la experiencia la hicieron bastante conocida durante el apogeo del Imperio Romano. En ella, Plinio describió el espectro de un anciano de barba larga y cadenas tintineantes que rondaba su casa en Atenas, movía numerosos objetos y no lo dejaba dormir.

El escritor explicó con sumo cuidado todos los encuentros con la entidad y lo que sucedía en ellos. Su caso se convirtió en el primer poltergeist documentado en la historia.

Las teorías detrás del fenómeno poltergeist

Una de las múltiples teorías que tratan de dar sentido a los poltergeist establece que el fenómeno se centran normalmente en una persona específica, particularmente sensible. Esta persona atrae cierto tipo de entidades de otros planos que se hacen notar dando lugar a sucesos extraños como el movimiento de objetos. Las entidades se apoderan de un espacio físico y atormentan a sus víctimas hasta el cansancio, supuestamente absorbiendo su energía a través del miedo para hacerse más fuertes.

Algunos «cazadores de fantasmas» creen que los poltergeists son manifestaciones físicas de las emociones de personas con ciertos problemas durante momentos de estrés. Lo que se conoce como psicoquinesis recurrente espontánea. Sin embargo, esta creencia contradice el comportamiento general del poltergeist a traves del tiempo. Se ha mencionado que la entidad es hasta cierto punto inteligente y que desarrolla una comunicación significativa que se va fortaleciendo.

Fotografía tomada en el caso Enfield, llevada al cine en El Conjuro 2
Fotografía tomada en el caso Enfield, llevada al cine en El Conjuro 2
Fuente de la imagen: BBC

El caso más conocido

Uno de los encuentros poltergeist más mediáticos tuvo lugar en 1967 en Rosenheim, Alemania. Una secretaria de 19 años trabajaba para un prestigioso bufete de abogados. Durante su estancia en las oficinas todo el lugar parecía tener vida. Las pinturas y los accesorios de iluminación del techo oscilaban repentinamente, los focos de luz se desenroscaban y se producían intermitentes picos de actividad eléctrica. Los muebles se movían aparentemente solos y a la vez frente a varias personas. Entre otros sucesos.

La policía, los funcionarios de la empresa de servicios públicos, los físicos y el parapsicólogo norteamericano Hans Bender investigaron el caso sin encontrar explicación alguna. Sin embargo, la actividad se detuvo cuando la mujer desapareció en 1968. Hecho que desató la división de la opinión pública. Unos pensaban que era la mujer quien atraía a la entidad y murió a manos de ésta. Otros, más escépticos, que ella misma provocaba los sucesos a propósito y huyó antes de ser descubierta.

Desde entonces, los poltergeists han sido idealizados y conceptualizados en la cultura moderna a través del cine. El ejemplo principal es claramente la película Poltergeist de 1982 o la más reciente El Conjuro 2, el caso Enfield.

Sea cual sea la causa que desencadena los fenómenos poltergeist, lo único en lo que la mayoría de los expertos están de acuerdo es en cómo evitarlos o sobrevivir a ellos. Según sus consejos, hay que tratar de no alimentar a la entidad con miedo, no comunicarse con ella bajo ningún concepto y, si es posible, huir de la propiedad hasta que la energía negativa haya disminuido.

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