Sería muy difícil encontrar un lugar en el mundo al que no hubiese llegado Coca-Cola. La marca de refrescos pasó a convertirse con el paso del tiempo en un producto presente en todas las casas, liderando incluso más allá de su propio mercado, en la cultura pop y en el sector de la publicidad.

Prácticamente todo el mundo conoce el mito que gira en torno a Coca-Cola y a su fórmula secreta. Un misterio insondable que, casi como si estuviéramos en una película de espionaje, suponemos que poco más de dos personas comparten. Pese a este halo de intriga, muy poca gente es consciente de la verdadera historia de Coca-Cola y su peculiar origen.

El origen del refresco más famoso del mundo

La Coca-Cola fue creada por primera vez en Atlanta, un 8 de mayo de 1886. Su nacimiento tuvo lugar en un laboratorio propiedad del farmacéutico John S. Pemberton, que buscaba desarrollar un jarabe para solucionar problemas digestivos y aportar energía con su consumo.

La primera versión del que inició siendo un medicamento, era una combinación de extractos de hojas de coca y nuez de cola. Aunque la compañía nunca llegó a confirmarlo, muchos están convencidos de que durante los primeros años, la bebida contenía cocaína. Según los defensores de esta teoría, en 1903 cambiaron este componente por la cafeína que conserva a día de hoy.

En las primeras etapas del producto, se vendían alrededor de 9 vasos al día a un coste de 5 centavos de dólar cada uno, siendo la farmacia Jacobs la primera comercializadora. A partir de estos números y atravesando un enorme periodo de evolución y crecimiento del mercado, pasó a convertirse en el refresco más consumido en todo el mundo.

El nacimiento de la marca, el logotipo y la explosión comercial

Al poco tiempo de inventar el brebaje, su creador empezó a ser consciente del potencial que había en su producto. Pemberton se dejó asesorar entonces por su contable y financiero, Frank Robinson, y nombraron a la bebida Coca-Cola diseñando por primera vez un logotipo que marcaría un hito en la historia.

El primer logotipo de Coca-Cola
El primer logotipo de Coca-Cola

El nombre, evidentemente, surge de su compuesto original: hojas de coca y nuez de cola. Marca que terminaría por bautizar la empresa propietaria, The Coca-Cola Company, fundada en 1891.

Tras haber hecho las pertinentes gestiones, registros y procesos administrativos, Coca-Cola estaba lista para salir al mercado. En 1899 se firmó el primer acuerdo para embotellar y distribuir el refresco a lo largo de toda la geografía estadounidense, lo que estableció el antecedente del modelo de negocio que poco después abriría las puertas del comercio internacional.

Coca-Cola pasaría a producir el compuesto concentrado en masa, suministrarlo a las empresas embotelladoras que elaboraban la bebida final, la distribuían y la comercializaban. Un sistema que ayudó a amplificar los canales de venta rápidamente, multiplicando los beneficios de la empresa y llevando la marca a un gran número de países.

La icónica botella de Coca-Cola

El modelo de distribución que diseñó la compañía logró cerrar acuerdos con más de 400 empresas embotelladoras en Estados Unidos, Canadá, Panamá y Cuba. Pero uno de los problemas que implicaban esta producción masiva y descentralizada era la falta de identidad de imagen en el proceso de embotellado. Esto generaba cierta confusión en los consumidores y, en consecuencia, desconfianza.

Para solucionar este problema, Coca-Cola lanzó en 1915 un concurso para diseñar un modelo único de botella. La propuesta seleccionada en este reto fue la botella Contour, convirtiéndose hasta día de hoy en otro de los elementos más identificativos de la marca, junto con el nombre, el logo y el color rojo.

La botella Contour de Coca-Cola
La botella Contour de Coca-Cola, diseño que permanece a día de hoy con ligeras variaciones

Como vemos, el resultado final del producto que conocemos todos es el resultado de años de evolución, aprendizaje y problemas resueltos. Toda una historia corporativa que cumple casi 135 años.

La lata de Coca-Cola

A principios del siglo XX, durante los años 20, se creó por primera vez la caja de seis botellas. Una forma de empaquetar el producto que facilitaba sustancialmente el transporte y la distribución. Pero aún así, el formato tenía ciertos inconvenientes.

No fue hasta los años 40, cuando los soldados del ejército estadounidense ayudaron a popularizar la bebida por el mundo durante las contiendas de la II Guerra Mundial. Un contexto curioso en el que se necesitó un envase más compacto, ligero y resistente, dando lugar a la invención de las latas de Coca-Cola.

Primeras latas de Coca-Cola, diseñadas durante los años 40
Primeras latas de Coca-Cola, diseñadas durante los años 40

El éxito de este nuevo formato fue tan alto que, habiendo terminado la guerra, se siguió produciendo. En 1945, la compañía registró la marca Coke, como se le denomina en Estados Unidos.

El dato curioso: el antecedente de la Coca-Cola en un pueblo de España

Como en todas las grandes historias, el origen de Coca-Cola no está exento de misterios y datos curiosos, muy poco conocidos.

Resulta que seis años antes de que John S. Pemberton creara su medicamento en el laboratorio, en un pueblo de España llamado Aielo de Malferit, Valencia, se fabricaba un jarabe sospechosamente parecido. La Nuez de Cola Coca.

Esta bebida se basaba en una composición exacta, nuez de cola y hojas de coca. Tenía un sabor similar y el mismo color característico. En aquellos años, se etiquetaba bajo el nombre Anís Celestial en la Fábrica de Licores de Aielo, y todavía sigue se produciéndo a día de hoy.

Botella del licor Nuez de Cola Coca
Botella del licor Nuez de Cola Coca

En 1880, quienes vendían este jarabe en el pueblo eran tres amigos que abrieron una destilería conjunta, Bautista Aparici, Ricardo Sanz y Enrique Ortiz. Los tres, con su pequeño negocio, terminaron surtiendo incluso a la Casa Real. Participaron en exposiciones internacionales y ganaron varios reconocimientos, algunos en Estados Unidos. En estos viajes al otro lado del charco, vendieron alguna que otra botella de Nuez de Cola Coca, quizá sirviendo como inspiración para el farmacéutico John Pemberton.

Para muchos esta historia será un poco conveniente. Pero no es de extrañar que hubiera sucedido algo así, en un contexto en el que prácticamente nadie registraba productos ni patentes. La Nuez de Cola Coca fue registrada finalmente en 1903, según el historiador del pueblo.

Cuando Coca-Cola trató de abrir su mercado en España, se vio obligado a comprar la patente de la Nuez de Cola Coca con la que competía en nombre y base de la mezcla. El compuesto español finalmente se siguió produciendo pero con alcohol, tras atravesar varias fases de pérdidas durante los años de la Guerra Civil y posguerra.

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