En 2019, la película del Universo Cinematográfico de Marvel Avengers: Endgame rompió todos los récords, posicionándose como el título más taquillero de la historia. Alcanzó en cuatro meses la exorbitante cifra de 2,797.8 millones de dólares de recaudación en todo el mundo.

Para entender lo que supone esta colosal cantidad de dinero, tenemos que analizar por un momento cómo funciona la industria del cine. Desde su nacimiento a finales del siglo XIX, no ha hecho más que crecer y multiplicarse exponencialmente a lo largo de las décadas. A día de hoy supone uno de los pilares más importantes del entretenimiento y llega a traspasar las fronteras del mercado conquistando otros sectores, como los juguetes, las licencias o la restauración.

Aún habiendo experimentado todo tipo de transformaciones desde sus orígenes, como los formatos, la producción o los modelos de comercialización, supo liderar la metamorfosis tecnológica de las industrias en el siglo XX. No solo eso, sino que logró un nivel de adaptación lo suficiente como para obtener beneficios inimaginables a partir de las nuevas posibilidades tecnológicas.

Un muy buen ejemplo de esta adaptación a las vanguardias es James Cameron. El director, guionista y productor se ha involucrado en algunos de los proyectos más innovadores del cine, utilizando por primera vez varias técnicas y tecnologías que lo encumbraron como uno de los mejores de la industria. Su mejor película hasta la fecha, Avatar, mantenía de hecho el primer lugar en recaudación mundial hasta que Avengers lo desbancó casi de un plumazo. Esta cinta de fantasía y ciencia ficción tardó varios años en terminar de producirse, precisamente por la espera de Cameron a que existieran ciertas mejoras tecnológicas que permitieran ejecutar lo que exactamente tenía en su cabeza.

Después de todo, la industria cinematográfica mueve volúmenes cuantiosísimos de dinero alrededor de todo el mundo. Es capaz de generar tendencias y modas en la sociedad, hasta el punto de ser uno de los fenómenos más influyentes junto a la música y los videojuegos. Todo un movilizador de masas que puede conseguir prácticamente lo que se le antoje.

La clave del éxito de Avengers: Endgame

Avengers: Endgame no alcanzó sus números de casualidad o por alguna estrategia de marketing bien planeada, que también. La clave de su éxito se basa en el trabajo impecable que Marvel desarrolló durante 10 años y 23 películas.

Todos conocemos la historia de la compañía de cómics erigida por Stan Lee y sus desventuras frente a su archienemigo DC Comics. Casi como una metáfora de las historietas, ambas compitieron durante décadas en la industria del papel quedando Marvel siempre por debajo. Incluso atravesando graves crisis que llevaron a la marca casi hasta su desaparición.

La llegada de nuevos directivos, como Kevin Feige y Jon Favreau, hizo posible que la apuesta de Marvel por el cine supusiera un giro de 180 grados que la llevaría por fin a la cima de Hollywood.

Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, con Stan Lee
Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, con Stan Lee

Esta transición derivó en un plan perfecto. Adaptar el universo ideado por Stan Lee en los cómics a una serie de películas interconectadas que, suponiendo en sí varios éxitos individuales, configurasen un universo cinematográfico completo y complejo diseñado a la perfección. El resultado fue una saga de 23 películas protagonizadas por superhéroes conocidos por la audiencia en un periodo de 10 años.

Si bien es cierto que algunos títulos fueron mejores que otros, en conjunto crearon lo nunca antes visto. Un conglomerado robusto y muy potente que se ganó el favor de varias generaciones. Un gigante contra el que DC Comics nunca pudo competir y, definitivamente, la envidia de cualquier productora de cine.

Este trabajo impecable culminó en 2019 con Avengers: Endgame, que cosechó definitivamente todo el éxito sembrado a lo largo de este periodo. Una vendimia de casi tres mil millones de dólares.

Las consecuencias de la gloria

Avengers: Endgame y sus títulos antecesores supusieron muchas cosas, rompieron muchos paradigmas y levantaron muchas asperezas en la industria.

Por un lado, llevaron al estrellato a muchos actores y actrices que participaron en la saga. Algunos de ellos ya conocidos, otros como nuevos descubrimientos de Hollywood, aumentaron su caché rápidamente gracias a estas películas.

Por otro lado, rompieron el estigma de las adaptaciones de cómic, que al parecer siempre estuvieron bajo la sombra de la infravaloración y los nichos del mercado. Algunos directores y productores se pronunciaron al respecto, considerando que esto no era cine, o que no era interpretación meritoria. El uso de cromas y efectos especiales digitalizados no gusta a todo el mundo.

Sin embargo y en mi humilde opinión, no creo que sea nada fácil interpretar un papel en una habitación verde y vacía, llenada después en postproducción. Tampoco creo que esto sea menos cine que cualquier otro título. Mientras sea proyectado en una gran pantalla y, con perdón de los puristas, estamos hablando de lo mismo.

Probablemente el éxito de Avengers: Endgame fue un poco inesperado y sorprendente para algunos. Lo que nos deja de nuevo una lección, hay que adaptarse para sobrevivir y el uso de la tecnología no es una trampa, sino la evolución de los recursos narrativos. Si no, sigamos haciendo cine mudo.

Una de las escenas más importantes de Avengers: Endgame, protagonizada por Iron Man
Una de las escenas más importantes de Avengers: Endgame, protagonizada por Iron Man

Los récords de Avengers: Endgame

Es imposible enumerar todos los récords que batió la película. El hecho más destacable es que, con un presupuesto de 356 millones de dólares, alcanzó una recaudación de 2,797.8 millones.

Multiplicó casi por ocho el coste de la producción, que no es ni mucho menos bajo sino uno de los más altos en los últimos años. Esto se debe a la inclusión de prácticamente todo el elenco de las películas de la saga, un crossover increíblemente ambicioso que sin lugar a dudas obligó a la audiencia a verlo casi sin parpadear.

Algunos de los récords más importantes son los siguientes:

  • Sus tráilers fueron los más vistos en YouTube en menos de 24 horas. Avengers: Endgame empezó a batir récords antes de su propio estreno. Su primer tráiler recibió 289 millones de visitas el primer día; el segundo tráiler, 268 millones. Cifras hasta la fecha nunca antes alcanzadas por ningún otro título.
  • Es la película con más entradas vendidas en la fase de pre-venta, alcanzando entre 120 y 140 millones de dólares en tan solo 6 horas. Muestra de la tremenda expectación por parte de la audiencia, hambrienta por ver el desenlace de la saga.
  • Tuvo el preestreno más recaudado, con 60 millones de dólares, superando el récord de Star Wars: The Force Awakens de 57 millones.
  • Fue el mayor estreno de todos los tiempos, acumulando 1,200 millones de dólares en taquilla durante su primer fin de semana. Tardó solamente 17 horas en alcanzar los 100 millones y superó los 2,000 en su segundo fin de semana.

Los nuevos estrenos y posibles competidores

La industria del cine todavía sigue mareada tras los números alcanzados por Marvel Studios. No obstante, no se ha especulado poco sobre los nuevos títulos que pudieran romper sus estadísticas.

Uno de los más mencionados es la secuela de Avatar, Avatar 2, en la que James Cameron lleva trabajando de nuevo varios años. No sería de extrañar que esta nueva cinta saliera con todo para competir con Avengers, ya que hay muchísima expectación por parte de la audiencia conociendo el metodismo exquisito de este director.

De todos modos, y a las puertas de los estrenos de la cuarta fase del Universo Cinematográfico de Marvel, todo está por ver. Todavía quedan muchas historietas por adaptar al cine y muchos otros productores que quieran batir el número estratosférico. Algo de lo que no podemos más que beneficiarnos como espectadores, con un buen bowl de palomitas, en una tarde de película.

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