Una de las razones por las que la serie How I met your mother obtuvo su éxito de inmediato fue la personalidad irreverente del mujeriego del grupo, Barney Stinson. Las ocurrencias disparatadas del personaje mantuvieron fiel a una audiencia durante las nueve temporadas, que convirtieron en virales algunas de sus frases más populares. De entre todas ellas, siempre será recordada una teoría a priori un poco descabellada, la escala sexy-loca.

La premisa de esta teoría

Según la teoría de este personaje de ficción, existe una relación proporcional entre el atractivo físico de una mujer y su «locura». En sus palabras «a una chica se le permite estar loca, siempre y cuando sea igualmente sexy».

En primer lugar, lo más probable es ver esta hipótesis como poco más que una idea sexista y hasta un poco maliciosa. Pero lejos de estereotipar las opiniones, la escala sexy-loca se acerca más a la psicología de conducta social de lo que parece. Tanto es así, que la ciencia ha puesto el ojo en esta premisa tratando de analizar qué hay de realidad en ella.

El estudio psicológico que analizó la escala sexy-loca

La catedrática en psicología de la Universidad Bishop Grosseteste del Reino Unido, Alyson Blanchard, junto con los especialistas Thomas Dunn y Alex Sumich, realizaron un estudio para evaluar cómo de cierta era esta teoría comentada en la serie.

Uno de los contextos en los que pretendieron aplicar los resultados de su análisis fue por qué las personas que se involucran en relaciones emocionalmente inestables, preferían quedarse en ellas pese a la toxicidad, antes de salir y buscar alternativas sanas.

Para realizar el estudio, reunieron a 525 hombres y mujeres heterosexuales de Inglaterra, que evaluaron el atractivo físico de diferentes individuos a partir de fotografías acompañadas de una breve descripción.

Entre los perfiles sometidos al análisis, los expertos seleccionaron una gran variedad con respecto a las variables: el atractivo facial, rasgos de personalidad psicopática y de trastorno limítrofe y el nivel adquisitivo.

Los resultados y las conclusiones científicas

Los resultados del estudio fueron bastante esclarecedores. Para los hombres, lo más importante de cara a una primera cita es el atractivo físico, aunque las mujeres revelasen rasgos de psicopatía o trastorno límite de personalidad. Para las mujeres, lo más importante es el poder adquisitivo y la personalidad sana, aunque los hombres no fueran atractivos.

Según la psicología, el trastorno límite de personalidad se asocia con comportamientos y emociones muy inestables, impulsivas e impredecibles. Las relaciones de pareja en las que una de las partes presenta este tipo de problemas suelen ser muy problemáticas y caóticas, casi siempre terminando en ruptura.

Para el estudio, los perfiles analizados por los 525 voluntarios mostraban mensajes como «soy un poco salvaje», «ignoro las reglas» o «soy bastante intensa» para representar este tipo de personalidades dañinas. Características que perdían importancia, según los resultados, si el sujeto era físicamente atractivo o mantenía un buen nivel económico.

La escala sexy-loca y la supervivencia de la especie

Según Blanchard, todo se explica con la psicología evolutiva. Las mujeres son más exigentes en cuanto a la salubridad mental de la pareja porque esto garantiza la supervivencia de ella y de su descendencia. Por tanto, de la especie. Los hombres, en cambio, no son tradicionalmente los principales cuidadores, por lo que las consecuencias de elegir mal a la pareja son menos graves.

Aunque los paradigmas sociales hayan cambiado mucho en cuanto a estos hábitos y rangos dentro de la familia, lo cierto es que no dejamos de heredar muchos rasgos conductuales propios del instinto que todavía conservamos. Rasgos que explican hasta cierto punto este tipo de teorías como la escala sexy-loca.

Blanchard concluye que la teoría de Barney Stinson no está del todo equivocada. Si una chica está «loca» pero es sexy, tendrá más posibilidades de obtener una cita que una chica con la cabeza bien amueblada. Aunque lo más probable es que la relación sea finalmente un fracaso.

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