El 20 de julio de 1969, millones de personas se reunieron alrededor de sus televisores para ver a dos astronautas estadounidenses hacer algo que nadie había hecho antes, la llegada a la Luna. Con trajes espaciales voluminosos y mochilas de oxígeno para respirar, Neil Armstrong y Edwin “Buzz” Aldrin se convirtieron en los primeros seres humanos en caminar sobre el satélite. Después pisar la superficie lunar, Armstrong proclamó estas famosas palabras: «Esto es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad«.

La carrera espacial hacia la llegada a la Luna

Antes del gran acontecimiento, se habían sucedido importantes conquistas que marcaron un hito en la historia. En plena Guerra Fría, Rusia lanzó al espacio el primer satélite artificial, el Sputnik 1, en 1957. Estados Unidos lanzó a su vez varios satélites propios. Ambas naciones competían fuertemente por liderar la carrera espacial, superando las proezas del otro.

No fue hasta el 12 de abril de 1961 que el ruso Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en salir de la atmósfera terrestre. Menos de un mes después, Alan Shepard se proclamó el primer estadounidense en el espacio. Después de estos logros y ante la presión mediática, el presidente John F. Kennedy lanzó un desafío a la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA): llevar a un ser humano a la Luna en 10 años o menos.

La NASA se puso a trabajar día y noche y el 16 de julio de 1969, la nave espacial Apolo 11 estaba lista para lanzar una tripulación de tres astronautas al espacio y hacer historia.

La famosa caminata sobre el satélite

Los altos funcionarios de la NASA seleccionaron a Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins como los astronautas que realizarían el histórico viaje desde la Tierra en el Apolo 11. Solo cuatro días después de su lanzamiento en el Centro Espacial Kennedy de Florida, la nave espacial se acercó a la superficie lunar.

Antes de la llegada a la Luna, los tres hombres se separaron. Collins abordó el módulo de comando del Apolo 11, el Columbia, donde permanecería en órbita alrededor del satélite. Armstrong y Aldrin abordaron el módulo lunar, el Águila, y comenzaron a descender hasta la superficie. El Águila hizo un arriesgado descenso en un cráter lunar poco profundo llamado Mar de la Tranquilidad. La mayoría de las personas que vieron el alunizaje en la televisión no sabían que al módulo solo le quedaban 20 segundos de combustible en este punto. Armstrong y Aldrin observaron a través de las ventanas el paisaje árido y sin vida del satélite terrestre.

Después de seis horas y media, la pareja dentro del módulo se preparó para salir. Como comandante de la misión, Armstrong salió primero y se convirtió en la primera persona en pisar la Luna. Por primera vez, Estados Unidos había superado a Rusia.

Veinte minutos después, Aldrin bajó la escalera y se unió a su compañero. Después de leer una placa que decía «vinieron en paz para toda la humanidad«, los dos colocaron la bandera de Estados Unidos en la superficie. El presidente Richard Nixon se comunicó para felicitar a los astronautas.

El módulo lunar
El módulo lunar
Fuente de la imagen: Pexels
Neil Armstrong tras colocar la bandera de Estados Unidos frente al módulo lunar
Neil Armstrong tras colocar la bandera de Estados Unidos frente al módulo lunar
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Armstrong y Aldrin volvieron al trabajo recolectando muestras de rocas lunares y polvo. Tras más de dos horas, los astronautas regresaron con 47 libras de evidencia al módulo lunar y se prepararon para reunirse con Collins. Era hora de emprender el camino a casa.

El regreso hacia la Tierra

La tripulación del Apolo 11 regresó a la Tierra el 24 de julio de 1969. Durante los siguientes años, 10 astronautas siguieron los pasos de Armstrong y Aldrin. La última misión a la Luna fue en 1972.

Aunque los humanos no repitieron la proeza desde entonces, han continuado explorando el espacio. Construyeron la Estación Espacial Internacional (ISS), una base de investigación donde se realizan experimentos y se estudia el espacio de cerca. A día de hoy, la compañía de Elon Musk SpaceX ha hecho grandes contribuciones aeroespaciales, entre las que el nuevo objetivo será la llegada a Marte.

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