Algunas disciplinas de la ciencia médica, especialmente la neurología, presentan muchas casuísticas interesantes y asombrosas. Como tal, el cerebro es uno de los órganos más complejos del cuerpo humano y todavía esconde muchas particularidades que esperan ser descubiertas. Tanto la mente consciente como el subconsciente son grandes misterios de la medicina y la psicología. Un sinfín de conexiones infinitas a las que aún no tenemos completo acceso y cuyo análisis atrae a cada vez más especialistas. En este sentido, existen muchas anomalías neuronales cuanto menos curiosas, como es el caso del síndrome de la mano ajena.

Este raro trastorno se caracteriza por la extraña sensación de «personificación» o independencia de uno de los miembros superiores. Una afectación tan sorprendente, que fue retratada en varias ocasiones en el cine o la televisión.

La descripción del síndrome de la mano ajena

Se le llama también síndrome de la mano extraña o de la mano alienígena. Fue descrito por primera vez en 1908 por el médico alemán Kurt Goldstein, quien atribuyó los síntomas a pacientes sometidos a ciertas cirugías para tratar trastornos psiquiátricos.

Se trata de un trastorno neurológico muy poco frecuente pero bastante notable, ya que conlleva una drástica modificación en la vida diaria de quien lo padece.

El síndrome se caracteriza por la actividad motora involuntaria de una de las manos del paciente. El mismo sujeto le atribuye vida propia a la mano, considerando que su comportamiento es independiente y autónomo, de forma distinta a las órdenes cognitivas conscientes que él mismo ejecuta. El paciente interpreta estos movimientos involuntarios como intencionales, por ello se acuñó también el concepto de «mano alienígena». En algunos casos, los pacientes personifican su miembro independiente, creyendo incluso que está «poseído» o que alguien puede controlarlo, desencadenando una serie de trastornos consecuentes que empeoran la situación.

Mano ajena

La «mano ajena» puede realizar tareas complicadas como abrochar y desabrochar botones, agarrar objetos, lanzarlos, abrir y cerrar puertas, etc. En casos extremos, puede hacer algún movimiento violento que cause daño al mismo sujeto, o hasta atacarlo y poner en peligro su propia vida. El paciente no suele percatarse de lo que su «mano ajena» realiza hasta que llama su atención, por lo que suele generarle problemas sociales y en la vida rutinaria.

Situaciones de estrés, fatiga o ansiedad pueden incrementar el síntoma, haciendo más difícil la convivencia con este síndrome.

Posibles causas y tratamientos

Aunque existe relación entre el síndrome de la mano ajena y daños específicos en algunas áreas del cerebro, como el lóbulo frontal o la corteza cerebral, se cree que este trastorno es resultado de la desconexión entre las partes encargadas de controlar el cuerpo.

Según esta teoría, algunas regiones del cerebro serían capaces de controlar movimientos corporales sin ser conscientes de lo que hacen otras regiones, o sin hacer consciente al mismo sujeto.

En cuanto a los tratamientos, no existe actualmente ninguna medicación probada. Los síntomas pueden reducirse mediante algunos ejercicios diseñados para mantener ocupada a la «mano ajena», como sostener algún objeto. Para paliar la alta frecuencia de incidencias y mejorar su calidad de vida, se recomienda a los pacientes mantener sus entornos libres de estímulos y centrarse en la realización única de alguna tarea específica.

El síndrome de la mano ajena en la cultura popular

Las características excepcionales del síndrome de la mano ajena han llevado a que algunas películas y series de televisión exploren el trastorno en sus historias.

Como sería de esperar, la exitosa serie médica Dr. House presentó un caso del síndrome en el episodio 24 de la quinta temporada. Este programa es famoso por tratar afectaciones inusuales y extremadamente raras. Por lo que el hecho de incorporar un caso del síndrome se apega perfectamente con la premisa de la serie.

Escena de Liar Liar donde Jim Carrey se "enfrenta" a su propia mano
Escena de Liar Liar donde Jim Carrey se «enfrenta» a su propia mano

Otra producción conocida que trató este tema fue la película Al diablo con el diablo. En ella, Brendan Fraser pierde el control de su mano en una escena, aparentemente controlada por el diablo. Otro caso es el «enfrentamiento» con su mano derecha del personaje de Liar Liar, Fletcher Reede, interpretado por Jim Carrey.

En definitiva, el síndrome de la mano ajena no deja de ser uno de los muchos ejemplos insólitos que ofrece la medicina. Un campo que cada día abarca más descubrimientos y cuya investigación no hace más que enriquecer y favorecer la calidad de vida y la salud general de la población.

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