A pesar de tratarse de una especie endémica de América, el colibrí es una de las aves más reconocidas en todo el mundo por sus características únicas. Su tamaño, sus colores, su comportamiento y su aleteo extremadamente rápido lo convierten en un animal de récords. Desde las interpretaciones místicas de las culturas prehispánicas hasta sus cualidades físicas portentosas, en este artículo repasaremos algunas curiosidades acerca de este pájaro increíble.

El colibrí como especie única entre las aves

Las cualidades más asombrosas del colibrí parten de su pequeño tamaño. Pueden medir entre 5 y 25 centímetros, convirtiéndose en el ave más pequeña del mundo. Por esta razón, su corazón late a ritmos inimaginables. Entre 500 y 700 pulsaciones por minuto en reposo y nada menos que 1,200 en activo.

Este ingente consumo de energía deriva en la necesidad constante de ingerir alimento. Cada día consumen hasta cinco veces su peso corporal.

Se alimentan principalmente del néctar de las flores, sustancia que extraen de las mismas durante su suspensión en el aire. Para que esto sea posible, cuentan con una larga lengua bífida en forma de cilindro que succiona el elixir. Además de sus alas, que se mueven hasta 55 veces por segundo y se desarrollaron físicamente de tal forma que les permiten volar en todas las direcciones, incluso hacia atrás o boca abajo.

El colibrí es la única ave polinizadora gracias a sus métodos de alimentación, cosa que lo convierte en una especie sumamente importante y valiosa para el ecosistema y la vida en general. La agilidad que facilita sus rápidos movimientos, imperceptibles a nuestra vista, viene dada por su peso absolutamente ligero, entre 1.5 y 12 gramos en ejemplares adultos.

Sin embargo, pese a estas increíbles proezas, el colibrí es incapaz de caminar. Sus patas no están diseñadas para ello, sino para sostenerse sobre las ramas de los árboles u otras superficies sólidas en las que dormir y descansar.

Un colibrí acercándose a una flor
Un colibrí acercándose a una flor
Fuente de la imagen: Pexels

La técnica de buceo

Otra gran curiosidad dentro del comportamiento del colibrí es su ritual de apareamiento. Se le llama la técnica de buceo y resulta una práctica cuanto menos peculiar para atraer la atención de las hembras.

Consiste en elevarse a una altura de 20 metros para dejarse caer súbitamente al suelo. Antes de alcanzar la superficie, planean haciendo una vuelta en U tras la que vuelven a subir. Esto lo repiten una y otra vez hasta que llaman la atención de alguna hembra, que elegirá al que logre ascender a una altura mayor.

El colibrí como ser mitológico del Imperio Mexica

Según la mitología azteca, más concretamente la mexica, el colibrí era un mensajero del dios de la guerra, Huitzilopochtli.

Tal y como cuenta la leyenda, la diosa de la fertilidad, Coatlicue, se encontraba en su templo en la montaña de las serpientes cuando varias plumas de colibrí cayeron sobre su regazo. Tras esto, comenzó en su vientre la gestación de Huitzilopochtli, que más tarde nació con una armadura, un escudo de águila y sandalias forradas de plumas de colibrí.

Fue este dios quien guió a los mexicas hacia Aztlán, la ciudad en la que se asentaron y alzaron su civilización.

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