Si bien es cierto que Zelda Ocarina of Time es reconocido como uno de los mejores juegos jamás creados, no podríamos dejar de lado a su famoso gemelo malvado, Zelda Majora’s Mask. Considerado el juego más oscuro, versátil y diferente de las series de Zelda, esta entrega salió a la venta en el año 2000, solo 2 años más tarde de su exitoso predecesor. Nadie pudo haber anticipado el increíble impacto que tendría la innovadora trama y jugabilidad del título. En defnitiva, marcó un antes y un después en la industria de los videojuegos.

Majora’s Mask no solo es un gran juego por ser diferente, es una gran entrega porque tomó riesgos que valen la pena. Así como Ocarina of time está lleno de nuevas propuestas, presenta personajes con personalidades complejas y un trasfondo nunca antes visto. Es un mundo que exige un nivel de atención extrema.

La nueva propuesta de Majora’s Mask en la serie Zelda

Sin caer en la exageración, quiero darle el debido respeto a Ocarina of Time. Si este título no hubiera revolucionado el mundo abierto, Majora’s mask no habría existido. Desde los controles básicos, la manera de presentar la historia, hasta muchos de los elementos artísticos. Se convirtió en un clásico muy querido y una pieza de diseño de juego realmente fantástica.

Al poco tiempo del lanzamiento de Ocarina, Majora’s Mask apareció en escena. Originalmente se concibió como una historia paralela, una pseudo-secuela establecida en el extraño universo de Termina, nombre dado al mundo nuevo de Zelda. Los fanáticos del juego se encontraban en una enorme dicotomía ante los cambios del modo de juego que proponía esta nueva entrega, sustancialmente distintos a su antecesor.

Estructuralmente es el juego más innovador de la serie,  el único de todos que tuvo las agallas para cambiar la fórmula central de Zelda.

Zelda Majora's Mask

El tiempo como pieza fundamental

A diferencia de su predecesor, que maneja una línea del tiempo dividida entre pasado y presente, Majora’s Mask hace que el jugador repita los mismos tres días una y otra vez. Esto sucede hasta que el protagonista tenga todo lo que necesita para finalmente derrotar al antagonista principal, el niño calavera. Es como ver la película clásica de Bill Murray Groundhog day plasmada en un videojuego. Una Luna siniestra llega a Termina, amenazando con estrellarse con el mundo y acabar así con la vida de todos los habitantes. Al final de cada tercer día lo logra, una y otra vez, en un bucle interminable

Escena del primero de los tres días en Zelda Majora's Mask
Escena del primero de los tres días en Zelda Majora’s Mask

En cada ciclo se puede hacer un progreso lento pero constante. El juego permite derrotar a los enemigos de las mazmorras y limpiar ciertas secciones del mundo llevándote así algunos objetos preciados. Aunque desgaciadamente no todos los artículos se pueden conservar al finalizar el ciclo y todas las personas con las que se interactúa olvidarán todo lo sucedido.

Este videojuego rompió todos los esquemas de la estructura tradicional que caracterizaba la saga Zelda. Por primera vez Nintendo se salió de su zona de confort y decidió arriesgarse cambiando la fórmula. Hecho que dividió la audiencia entre los que amaron el resultado y los que lo denostaron.

Majora’s Mask logra salirse del camino trillado, integra completamente un mundo nuevo con la variable del tiempo y una nueva modalidad de coleccionar máscaras como objetos esenciales, para resolver los puzzles mentales más complejos. El juego se percibe fresco y audaz, incluso 15 años después de su lanzamiento inicial.

Esta renovación no es gratuita, no intenta innovar sin dar un paso más allá. Majora’s Mask justifica cada una de las decisiones de diseño, de historia y de estructura narrativa. Cada vez que se reinicia un ciclo, hay un cambio de ritmo en el que se puede explorar el juego más a fondo. Es una propuesta poco convencional que necesitábamos, pero que no lo sabíamos.

Los cambios relevantes que mejoraron Majora’s Mask

La mayoría de los NPC, personajes que no son jugadores, que eran simplemente enemigos unidimensionales o estaban nada más en exhibición en Ocarina, ahora se desarrollan de manera más profunda. Tienen esperanzas, sueños y miedos. Ahora cuentan con horarios a los que debe prestar atención para ayudar a resolver sus problemas. Necesitan volver a conectarse con sus seres queridos o encontrar algún tipo de paz o esperanza mientras el mundo sigue amenazando con su fin. Ellos no lo saben, pero de alguna forma lo presienten. Realizar misiones secundarias es más importante que en Ocarina, porque el juego crea un vínculo con estos personajes que antes no existía.

Personaje NPC frustrado por el tiempo en Majora's Mask
Personaje NPC frustrado por el tiempo en Majora’s Mask

En Ocarina, la historia se centra en Link como el héroe del tiempo. Es una narración simple sobre el bien y el mal en la que juegas siendo el elegido. Te aventuras a corregir todos los errores del mundo, conquistando jefes y superando mazmorras. Majora’s Mask es más complicada. Claro, aún puedes ser un héroe y aún necesitas salvar el mundo, pero por primera vez, fallarás muchas veces a lo largo del viaje. El mundo se acaba y los personajes que conoces morirán muchas veces, hasta que lo hagas bien.

Es, en definitiva, una entrega bastante oscura, pero la ventaja es que Majora’s Mask se alojará en tu memoria y se quedará ahí para siempre. Sus imágenes, su lógica extraña, sus personajes encantadores, son simplemente inolvidables.

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