Parece mentira que haya pasado tanto tiempo, pero el emblemático y archiconocido videojuego Pac-Man ha cumplido 40 años.

Tengo que admitir que su creación en los años 80 me pilló un poco tarde a mí, que soy más noventera que otra cosa. Pero en mi defensa diré que pude presenciar la influencia de este icónico título del arcade en la industria de los videojuegos, tan ascendiente en aquellos años.

No por nada Pac-Man fue todo un fenómeno y se convirtió en el videojuego más exitoso de su género, vendiendo casi 300 mil máquinas y desbancando al entonces líder, Space Invaders.

Cuánta nostalgia en un solo párrafo. Cuando hoy hablamos de streamings, descargas e interacciones online, de aquellas se hablaba de máquinas vendidas. Y así es cómo ha evolucionado todo.

Resulta que leyendo algunas cosas sobre Pac-Man y echando un vistazo al pasado, descubrí algunas curiosidades de las que no tenía ni idea.

De Puck-Man a Pac-Man

En primer lugar, el nombre. Originalmente el juego iba a llamarse Puckman, un derivado de la palabra japonesa paku, que significa masticar. Sin embargo, pensando en la posibilidad del mercado internacional y, sobre todo, Estados Unidos, Puck pasó a ser Pac por temor a que la picaresca del momento terminase diciendo Fu*k-Man.

Esto en realidad no es nada nuevo. Nos lo había contado Scott Pilgrim en su histriónica película de 2010, Scott Pilgrim vs. the World.

Los fantasmas

Uno de los aspectos más interesantes de este juego es que tiene más complejidad del que pareciera a simple vista. Los fantasmas de Pac-Man, eternos enemigos que amenazan al jugador por la pantalla en una especie de persecución infinita y aleatoria, responden a personalidades diferentes según su color.

Iconos de los fantasmas de Pac-Man

Muchos creíamos que sus movimientos y reacciones eran fruto de la casualidad en un caos de cuatro direcciones, pero es todo lo contrario. Cada color tiene una personalidad diseñada específicamente, con unas características y un objetivo asignados.

Por ejemplo, el rojo es el más agresivo y aumenta su velocidad cada vez que Pac-Man suma puntos. El naranja se acercará solo cuando esté a menos de una determinada distancia, pero sin acelerar sus movimientos. El rosa es el cómplice del rojo, quizá su pareja, que trata de ayudarlo todo lo posible aislando a Pac-Man para que el rojo se lo coma. Y el azul, casi siguiendo el tópico símil entre el color y la tristeza, es el más cobarde y lento de todos, capaz hasta de huir del jugador.

Me estoy deteniendo un poco más en este punto porque merece un poco de análisis. Los fantasmas no solo están diseñados para interactuar de forma distinta y personalizada con el jugador, sino que también interactúan entre ellos. El juego no se basa entonces en una serie de variables aleatorias que dificultan el objetivo último de comer todos los puntitos de la pantalla. Tiene detrás de sí algoritmos que definen cómo van a responder los «enemigos» en función del comportamiento del jugador.

Probablemente mi sorpresa tenga que ver con ignorancia en cuanto a este tema, pero creo que para un juego aparentemente tan sencillo, esta premisa está muy bien elaborada.

La leyenda más oscura del juego

Hay una historia que da vueltas por Internet en forma de creepy pasta, que relaciona el origen de Pac-Man con la supuesta historia de un tal Nikolai Peckmann. Un astronauta que fue enviado a una misión en el año 76 en la que murieron cuatro miembros de su tripulación en extrañas circunstancias.

Leyenda de Nikolai Peckmann
Representación de la leyenda de Nikolai Peckmann en relación al origen de Pac-Man

Según esta leyenda, el astronauta fue atormentado y perseguido por los fantasmas de sus compañeros durante un tiempo, sucumbiendo al final a los delirios y la paranoia.

Esta trágica historia representa de algún modo las características del juego en forma de cuento de terror. No deja de ser curioso todo lo que llega a surgir en torno a un título tan respetado como Pac-Man.

Pac-Man como personaje

En las imágenes del juego original, Pac-Man no es más que una bolita amarilla que abre y cierra una boca en forma de trozo de pizza, que efectivamente fue el elemento inspirador de Toru Iwatani, su creador.

Pero esta imagen sencilla fue evolucionando a lo largo de todos estos años, convirtiéndose en un personaje un poco más humanizado o, al menos, con algunos rasgos extra.

Lo hemos visto así, por ejemplo, en la película Pixels producida por Columbia Pictures; en Family Guy, quien hace alusión incluso a su familia con Ms. Pac-Man; o en Wreck-it Ralph de Disney. Estas son algunas de las apariciones de Pac-Man en Hollywood más recientes y dejan ver la influencia de los videojuegos en la cultura popular.

Escena de Wreck-it Ralph en la que sale uno de los fantasmas de Pac-Man
Escena de Wreck-it Ralph en la que sale uno de los fantasmas de Pac-Man

Pac-Man es el personaje más reconocido de esta industria todavía hoy, incluso entre las nuevas generaciones y cuarenta años después. Fue jugado en aquellas máquinas de los salones recreativos unas 10 mil millones de veces, números abrumadores que siguen marcando fronteras.

Y para los más nostálgicos es mucho más que una carrera contra fantasmas de colores. Es el recuerdo vivo de haber crecido en un mundo que venía dispuesto a cambiarlo todo.

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