Theodore Robert Bundy, conocido como Ted Bundy, fue uno de los asesinos en serie más mortíferos de la historia de Estados Unidos. Confesó haber secuestrado, violado y asesinado a más de 36 mujeres durante la década de 1970, aunque se han estimado alrededor de 200 personas totales. Desde el momento de su captura hasta que su inminente sentencia de muerte se proclamó inocente de todos los cargos. Una vez asegurado su destino, comenzó a revelar algunos de sus delitos para retrasar su ejecución, que llegó en enero de 1989.

El número exacto de mujeres que Bundy mató nunca se sabrá. Sus asesinatos generalmente seguían un patrón, mismo que facilitó su detención. Consistía en simular algún problema para llamar la atención de sus víctimas, luego cortejarlas, llevarlas a un lugar apartado, violarlas y finalmente matarlas a golpes.

Si bien existe cierto debate sobre cuándo comenzó Bundy a matar, la mayoría de las fuentes afirman que todo comenzó a inicios de 1974. Alrededor de aquella época, desaparecieron muchas mujeres en el área de Seattle y en las cercanías del estado de Oregón. Circulaban historias sobre algunas víctimas, vistas por última vez en compañía de un joven cortés y atractivo de pelo oscuro conocido como Ted. Su amabilidad resultó ser un error fatal.

El primer arresto de Ted Bundy

En el otoño de 1974, Ted Bundy se mudó a Utah para asistir a la escuela de leyes. Suceso que coincidió con las primeras desapariciones en la zona. En 1975, la policía lo detuvo al descubrir casualmente un alijo de herramientas sospechosas en su vehículo: una palanca, una mascarilla, cuerdas y esposas. A partir de este momento se le comenzó a vincular con los delitos que se estaban registrando, aunque no podían acusarlo formalmente. Tras unos días, tuvieron que dejarlo en libertad.

En el mismo año, Ted fue arrestado de nuevo, esta ocasión en Colorado por el secuestro de Carol DaRonch, una de las pocas mujeres que logró huir con vida. Bundy fue declarado culpable y recibió una sentencia de prisión de 15 años.

El arresto de Ted Bundy en Colorado
El arresto de Ted Bundy en Colorado
Fuente de la imagen: Biography

Sin embargo, escapó fácilmente de la prisión dos veces en el año 1977. La primera vez, durante un viaje a la biblioteca del palacio de justicia, saltó por una ventana y corrió hacia un bosque cercano. Fue capturado ocho días después en lo alto de una montaña, donde se entregó a causa del hambre.

En diciembre, volvió a huir de la custodia. Salió por un agujero que él mismo hizo en el techo de su celda, habiendo bajado más de 15 kilos para poder atravesarlo. Las autoridades no descubrieron que Bundy estuvo desaparecido durante 15 horas, lo que le dio una gran ventaja sobre la policía.

La captura en Florida y el fenómeno social que supuso

Después de esta segunda fuga, se dirigió a Tallahassee, Florida, al otro extremo del país. En la noche del 14 de enero de 1978, irrumpió en la casa de la hermandad de mujeres Chi Omega en la Universidad Estatal de Florida. Atacó a cuatro de las jóvenes residentes y mató a dos de ellas, huyendo sin que le atraparan. El 9 de febrero secuestró y asesinó a una niña de 12 años llamada Kimberly Leach. Estos hechos marcaron el final de su cadena de crímenes, ya que al poco tiempo la policia logró apresarlo.

La evidencia más contundente que conectó a Bundy con estos asesinatos fueron las marcas dentales de mordeduras en uno de los cuerpos, que coincidían definitivamente con su dentadura. Esta fue la primera ocasión que se empleó este tipo de pruebas en un juicio, lo que marcaría un antes y un después en las ciencias forenses.

La buena apariencia, el encanto y la inteligencia del asesino lo convirtieron en una celebridad durante su juicio. Estas características inusuales llegaron a transformarlo en un fenómeno social entre mujeres jóvenes y adolescentes, que desarrollaron un tipo de fascinación por el sujeto muy nociva y peligrosa.

Ted Bundy en su juicio de Florida
Ted Bundy en su juicio de Florida
Fuente de la imagen: Biography

El fin del asesino

En el proceso judicial, solicitó defenderse a sí mismo al tener conocimientos de leyes y luchó con vehemencia por su vida y su libertad. Sin embargo, fue declarado culpable a finales de 1978 y pasó nueve años en el corredor de la muerte. En ese periodo, trató de llevar su caso a la Corte Suprema de los Estados Unidos, pero se le rechazó en todas las ocasiones. También intentó negociar su sentencia aportando información sobre algunos asesinatos sin resolver a cambio, pero no le sirvió de nada. Finalmente fue ejecutado el 24 de enero de 1989 a las 7 am.

En los alrededores de la prisión, las multitudes vitorearon y celebraron su muerte, encendiendo incluso fuegos artificiales. El cuerpo fue incinerado en Gainesville y no se llevó a cabo ninguna ceremonia pública. Antes de su ejecución, solicitó que esparcieran sus cenizas en las Montañas Cascade del estado de Washington, donde asesinó al menos a cuatro de sus víctimas.

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