La santería es un sistema de creencias que viajó desde África Occidental hasta el Caribe y ahora se desarrolla en toda América Latina, Estados Unidos e incluso Europa. Sin embargo, la rodea mucho miedo, misterio e incomprensión. Existe mucha polémica alrededor de esta práctica ya que puede llegar a confundirse con brujería, religión o hasta un tipo de culto. Tiene sus raíces en la tierra Yoruba, África Occidental. Durante la época de la esclavitud en el siglo XVII, este sistema de creencias logró llegar hasta Cuba. Sobrevivió siglos a pesar de los intentos de erradicarla y se hizo popularmente conocida como santería porque inicialmente los africanos vieron similitudes entre algunos de los santos católicos y sus propias deidades. El nombre también tuvo la intención de disfrazar sus prácticas detrás de una fachada católica.

Olodumare y los Orishas

Aunque no es considerada como tal una religión, los seguidores de la santería creen en un solo dios, el creador, conocido como Olodumare y sus diversas representaciones llamadas Orishas. La razón por la que hay bastante confusión es que muchos se refieren a estos ultimos como dioses, cuando su verdadero propósito es encarnar los distintos aspectos de Olodumare que se manifiestan en el mundo natural.

Se cree que cada individuo es hijo de un Orisha y hay cientos de ellos, aunque algunos son más populares que otros. Entre los más conocidos se encuentran Elegua, el tramposo; Ogun, el guerrero herrero; Ochosi, el cazador; Yemaya, la madre que gobierna el océano; entre muchos otros.

La evolución en la práctica

La reverencia a los antepasados ​​es fundamental en la santería. Antes de cada ceremonia se llevan a cabo cánticos y oraciones en su honor. Sin embargo, a estas costumbres de raíces africanas se le fueron sumando influencias europeas como el espiritismo o la misa blanca.

En este contexto no existen jerarquías, a diferencia de otras religiones o liturgias. Cualquiera puede desarrollar sus propias habilidades como médiums o ejecutores de la misma ceremonia. Uno de los mayores aportadores a la santería fue el francés Allen Kardec, quien creó diversos ejercicios espirituales en la práctica a principios del siglo XIX.

Practicantes de santería
Practicantes de santería
Fuente de la imagen: Cultura Colectiva

El proceso para integrarse en la santería

Para formar parte de la santería existe un periodo de iniciación de siete días en el que se llevan a cabo diversas ceremonias de bienvenida. Posteriormente sigue un año bajo un código de conducta muy estricto que incluye aspecto y vestimenta. El integrante debe evitar el contacto con los no iniciados. No puede beber alcohol, maquillarse o afeitarse. No puede salir después del anochecer, ir a lugares concurridos, ni caminar descalzos. Nada de tomarse fotos o salir de fiesta y deben comer y beber con unos utensilios únicos que han de portar consigo en todo momento.

Se supone que deben mantenerse puros y dedicar tiempo a comprender y estudiar los consejos de los espíritus de la creencia. Ese primer año simboliza un renacimiento y comienzo del viaje santero y tras él, los sacerdotes aún continúan siguiendo ciertos tabúes y restricciones que son de por vida. Cada santero tiene sus propias prohibiciones y depende de cada uno saber cómo llevarlas.

Los conceptos vitales de la santería

El primer concepto fundamental en la santería es Ashe o fuerza vital. Es la energía con la que, según la creencia, Olodumare ha bendecido a todos y sin la que no pueden existir. Ashe da el poder de crear y la sabiduría para llevar a cabo las cosas. Sin esa noción no hay vida.

El segundo es Iwa Pele, que significa carácter bueno o amable. Para los seguidores de la santería, iniciados o no, es importante comprender el significado y la entidad de Iwa Pele. Vivir con buena gracia es lo que les da un propósito en la vida, evolucionando y mejorando todo lo posible. Al hacer esto, uno puede cambiar el flujo de energía a su alrededor. Muchas personas temen a la santería y al vudú, que son dos prácticas distintas, y las comparan y confunden con la brujería. La santería no cuenta con hechizos u otros elementos para dañar o afectar la vida de otra persona. Los santeros pueden usar varias herramientas para protegerse, purificarse o reunir como ofrenda. Pero en esencia, no cuenta con aspectos o propósitos negativos. Sin embargo, como en cualquier religión, culto o doctrina, siempre hay quien trate de usar estos recursos malinterpretados con malas intenciones.

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