Entre los enclaves marcados por el horror y la desdicha que hay a lo largo de la geografía española, uno de los más terroríficos es el Hospital del Tórax de Tarrasa.

A este lugar le persiguen una serie de leyendas y misterios aún cuando se le dio un nuevo uso en los últimos años, como estudios audiovisuales. La historia del Hospital del Tórax es una de las más tétricas y lamentables desde su construcción hace ya 70 años.

El origen del Hospital del Tórax

El Hospital del Tórax se construyó durante la primera mitad de la década de los años 50 en las proximidades del bosque de La Pineda, muy cerca de Tarrasa, en la provincia de Barcelona, España.

El sanatorio estaba destinado a dar tratamiento y residencia a pacientes de enfermedades respiratorias con cierto nivel de gravedad. Entre las dolencias, destacaba la tuberculosis y otras afectaciones pulmonares. La ubicación entre naturaleza, lejos de la polución venenosa de las grandes urbes, era un gran aliciente para favorecer la salud de las personas ingresadas.

A principios de los 60, el hospital contaba con un millar de enfermos internados debido al gran índice de tuberculosis en las provincias colindantes. Esta enfermedad era entonces mucho más mortal que ahora y el tratamiento que se aplicaba requería una duración en torno a dieciocho meses.

Hospital del Tórax de Tarrasa, Barcelona
Hospital del Tórax de Tarrasa, Barcelona

Los sucesos funestos que convirtieron el sanatorio en un lugar sobrecogedor

Durante las décadas posteriores, el hospital fue sometido a diversos cambios estructurales y de servicio, con el fin de mejorar la calidad de vida de los internos y los tratamientos médicos aplicados.

Pese a todos los esfuerzos, la mortalidad de la tuberculosis era tan alta que la estancia media de los pacientes en el sanatorio era de solamente un año. Tiempo tras el cual la mayoría terminaban perdiendo la vida. Este periodo tormentoso significaba para muchos enfermos una muerte lenta y absolutamente dolorosa, lo que desencadenó una psicosis general en el recinto que llevó a muchos pacientes al suicidio.

El ambiente desalentador y deprimente del hospital era una muestra de la enorme acumulación de sufrimiento y desgracia. Durante muchos años, el Hospital del Tórax tuvo el índice de suicidio más elevado de todo el país. Por alguna razón, se arrojaban desde la novena planta del edificio para caer en un jardín y terminar con sus vidas. Un final terrible que terminaría entonces con la agonía inagotable en un lugar del que no saldrían nunca.

Los sucesos terribles dieron lugar a una serie de leyendas de actividad paranormal como psicofonías, voces y aparatos que dejaban de funcionar. Se contaron historias del espíritu de una enfermera de la muerte, que daba fin al sufrimiento de los enfermos terminales con una inyección, y vagaba por los pasillos del hospital ya abandonado. Otros especulaban con la idea de que allí se realizaban experimentos ilegales con humanos. Esto después de que la Guardia Civil detuviera a un joven que había sustraído un feto conservado en formol de las instalaciones.

El hospital se cerró definitivamente en 1997, dejando el edificio y sus alrededores abandonados durante varios años. Un escenario espantoso digno de cualquier película de terror, que albergaba los sentimientos más oscuros de la decadencia y la enfermedad.

La segunda vida del enclave llena de misterios

En el año 2004, el Ayuntamiento de Tarrasa decidió darle uso a las instalaciones para diversificar y ampliar la capacidad industrial de la ciudad barcelonesa. Tras varias obras y reconstrucciones, el edificio se convirtió en el Parque Audiovisual de Cataluña, un espacio destinado a la creación y producción de contenido audiovisual.

Parque Audiovisual de Cataluña
Parque Audiovisual de Cataluña, antiguo Hospital del Tórax

Al parecer, el pasado turbio del enclave influyó de alguna forma en la segunda vida del Hospital del Tórax. Allí se rodaron varias producciones muy populares próximas al género de horror como Frágiles, La Monja, Ouija, Rec, Mamá o Los ojos de Julia. También hubo otras producciones como El maquinista o Un monstruo viene a verme.

Otras series televisivas, como el famoso programa Operación Triunfo, fueron rodadas en las mismas instalaciones. Por lo visto sin poder evitar sufrir algunos sucesos extraños y misteriosos inconvenientes. Desde problemas de sonido hasta imprevistos técnicos que perturbaron las conexiones en directo de la academia.

Después de todo y aunque tratemos de pintarle la fachada, el Hospital del Tórax de Tarrasa seguirá guardando todos sus secretos.

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