Los surfistas más experimentados suelen estar en busca de las olas más grandes para intentar conquistarlas. Y aunque se trata de una tarea bastante peligrosa, no deja de atraer a miles de personas aunque solo sea por el espectáculo. El océano es una constante demostración del poder y la fuerza de la naturaleza. Pero, ¿dónde se encuentran las olas más grandes del mundo? Por lo visto y después de años de récords, están en Nazaré, Portugal.

Por qué en Portugal

100 km al norte de Lisboa se encuentra la localidad de Nazaré, donde una enorme playa de arena causa las consideradas olas más grandes del mundo.

Esta particularidad se debe al cañón de Nazaré, una grieta tectónica con una profundidad que alcanza los 5,000 m. Pero conforme se acerca a la playa, ésta se reduce hasta solo 50.

La plataforma continental de Europa Occidental es la responsable de reducir el tamaño, la velocidad y la fuerza de las olas formadas a partir de las borrascas atlánticas. Sin embargo, la profundidad de esta grieta favorece que las ondas mantengan sus cualidades hasta alcanzar la costa de Nazaré. Además, las características escarpadas de esta costa generan corrientes de retorno que no hacen más que alimentar el tamaño de estas olas.

El resultado de estas circunstancias es uno de los fenómenos naturales más feroces e impetuosos. Las olas más grandes del mundo, capaces de superar los 20 metros de altura en invierno.

Surfista en una de las olas más grandes captadas en Nazaré, Portugal
Fuente del vídeo: YouTube Monster Experience

Otras ubicaciones para encontrar las olas más grandes del mundo

Además de Portugal, hay otras partes del mundo en donde se generan grandes olas. Algunas de ellas consideradas las más peligrosas del mundo.

En Estados Unidos hay varias locaciones de este tipo. Por un lado está California, donde se forman las conocidas Mavericks, que alcanzan los 18 metros en invierno. Y las olas de Cortes Bank, de las menos accesibles y de hasta 20 metros. En Hawaii se generan las olas de Jaws, consideradas perfectas por su estética apariencia cilíndrica.

En Irlanda se encuentran las olas Mullaghmore, de las más violentas del mundo, fruto de las tormentas del Atlántico en invierno.

Y en Australia, las Cyclops. Accesibles solamente en barco y unas de las menos surfeadas por su enorme dificultad y peligrosidad. Esto se debe a su forma cambiante e impredecible. Y el llamado Punto del Diablo, en Tasmania, arriesgado no solo por las olas sino también por los tiburones blancos.

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