El 14 de enero de 2018, una adolescente de 17 años se arrastró a hurtadillas por la ventana de su casa en Perris, California. Tras su huida inusitada, llamó a la policía para informar del terrible encarcelamiento y abuso al que ella y sus 12 hermanos habían estado sometidos durante años. Todo a manos de sus padres. Este caso se conoce como «La Casa de los Horrores» y llevó a David y Louise Turpin tras las rejas debido al daño físico y psicológico que infligieron a sus hijos.

El escape milagroso de la casa Turpin

La oscuridad de la madrugada todavía cubría las calles de los suburbios de Perris, aquel domingo 14 de enero, cuando una ventana comenzó a abrirse Muir Woods Road. Una niña de 17 años y su hermano menor salieron a la calle armados con un teléfono sin señal, su única esperanza de salvación. Aterrado, el niño regresó a casa, pero la mayor siguió adelante con el plan desesperado que había ideado durante más de dos años. A las 5:53 a.m. llamó al 911 y dijo al agente que sus 12 hermanos estaban retenidos dentro de su casa contra su voluntad, algunos de ellos encadenados. 

Cuando la policía se reunió con ella, se sorprendieron por su estado frágil y enfermizo, aún más cuando vieron las fotos que les mostró por teléfono. Oficiales enviados a la casa terminaron de confirmar el abuso atroz que denunciaba la niña.

La reacción inmediata de la policía y la detención de los Turpin

Tres menores habían sido encadenados a camas y muebles. Otras 10 víctimas, de 2 a 29 años, estaban en habitaciones estrechas y malolientes. «Estaba muy sucio y las condiciones eran infrahumanas«, dijo el capitán del Departamento del Sheriff del condado de Riverside ante la prensa. «Si puedes imaginar tener 17 años y parecer un niño de 10, estar encadenado a una cama, estar desnutrido… Yo lo llamaría tortura«.

Las autoridades arrestaron inmediatamente a los padres, David Turpin, de 56 años, y Louise Turpin, de 49. Los acusaron de 12 cargos de tortura, 7 cargos de abuso de un adulto dependiente, 6 cargos de abuso infantil y 12 cargos de encarcelamiento. El padre fue acusado, además, por un cargo de acto lascivo contra uno de los niños. Aunque ambos se declararon inocentes, están detenidos bajo una fianza de 12 millones de dólares cada uno, 1 millón por cada víctima.

La familia Turpin
La familia Turpin
Fuente de la imagen: People

Los detalles de la investigación

La investigación todavía está en curso en el momento presente (2021). Momento en el que las autoridades han hecho públicos algunos detalles del infierno al que duramente sobrevivieron los niños Turpin. Muchos de ellos descritos por los menores en varios diarios y cuadernos.

Según estas declaraciones, los niños sufrían todo tipo de castigos por «infracciones» como lavarse las manos por encima de las muñecas. Los padres los amarraban, golpeaban y estrangulaban con frecuencia. No les permitían usar el baño, por lo que debían convivir con sus propios desechos. Y solo tenían acceso a la ducha una vez al año. Se les privaba de alimento y estaban sometidos a burlas y vejaciones constantes por parte de sus padres, desalmados, que los tenían en condiciones inmundas inimaginables.

Para mantener oculto el abuso, la familia dormía todo el día y se despertaba por la noche. Algunos vecinos presenciaron conductas extrañas y sospechosas, pero nunca supieron lo que sucedía dentro de la casa Turpin.

A medida que avanza el caso, las víctimas afrontan un largo camino de recuperación y rehabilitación. Aunque ninguna de sus lesiones puso en peligro su vida, los hermanos están siendo tratados actualmente en hospitales locales, donde reciben atención médica y psicológica. Según las autoridades, es demasiado pronto para saber qué pasará con ellos cuando salgan de los centros, pero la esperanza es que puedan permanecer juntos.

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