Sin lugar a dudas, El Padrino es uno de los grandes clásicos en la historia del cine. Pero la obra maestra de Coppola estuvo cerca de cancelarse por órdenes directas de la mafia. El motivo: Joseph Anthony Colombo, jefe de una de las Cinco Familias que controlaban el crimen en la ciudad de Nueva York en aquel momento, no quería que la cinta saliera a la luz. Temía que la película pusiera sus actividades ilícitas en el centro de atención. De hecho, el mafioso se esforzó profundamente en destruir todo lo concerniente a la producción.

La filmación de ‘El Padrino’

En los albores de la década de 1970, la Italian-American Civil Rights League (IACRL) contactó a Paramount Pictures para exigir que se cancelara el rodaje de El Padrino. Su molestia era genuina, pues hasta entonces las películas retrataban a los italianos como sicarios sin alma. La IACRL organizó múltiples mítines en Nueva York llegando a recaudar casi medio millón de dólares en campaña para la cancelación del largometraje.

Los hilos de esta organización los movía la Familia Colombo. El propio Joseph Colombo fundó la IACRL en respuesta al constante asedio de los federales. Algo que el mafioso consideraba acoso racial. Cuando se enteró de que Paramount financiaba una historia sobre gánsteres, el Don concluyó que la película no debía ser mostrada. Más allá de la preocupación por los estereotipos, temía que llamara demasiado la atención sobre sus actividades.

Sin embargo, toda la cobertura mediática y las protestas no surtieron efecto. Fue entonces cuando el mafioso recurrió a métodos de coacción menos civilizados y la situación se puso intensa.

Set de filmación de la película
Set de filmación de la película
Fuente de la imagen: Paramount Pictures

El acalorado inicio de las amenazas

Los matones de la Familia Colombo empezaron a vigilar a Al Ruddy, productor de la película. Le hicieron una sutil advertencia reventando las ventanas de su coche deportivo. En esa ocasión le dejaron una nota: si no cancelaba la filmación, sufriría consecuencias muy graves. Robert Evans, un ejecutivo de Paramount Pictures, recibió una llamada telefónica en la que le instaban a salir de la ciudad, o alguien lastimaría a su hijo.

Mientras tanto, los sindicatos que recibían recursos de la mafia impidieron que Coppola filmara en sus vecindarios. De hecho, cierta vez robaron equipo de filmación frente al director. En dos ocasiones, evacuaron las oficinas de Paramount en Nueva York tras recibir una llamada con amenaza de bomba.

El acuerdo final para filmar ‘El Padrino’

Después de estos sucesos, la casa productora se hartó de la situación y decidió reunirse directamente con los mafiosos. Al Ruddy y Joe Colombo acordaron un encuentro en el Park Sheraton Hotel. Por increíble que parezca, Colombo solo exigía una cosa, que eliminasen la palabra “mafia” de todo el guión. Aparentemente, el Don obtuvo información errónea sobre la película, pues la palabra aparecía en una sola ocasión en el script original. Al Ruddy lo sabía y aceptó inmediatamente las condiciones de Joe.

Tras aquella reunión, en Joseph Anthony Colombo surgió un repentino entusiasmo por la película. En diversas ocasiones los sets de filmación recibieron la visita de los gánsters, que aprovechaban para conversar con Marlon Brando y el resto del elenco. 

Coppola y Marlon Brando
Coppola y Marlon Brando
Fuente de la imagen: Paramount Pictures

El atentado a Colombo por el casting de ‘El Padrino’

Resulta que un miembro del grupo de Colombo, Gianni Russo, trabajó en su juventud para el mafioso Frank Costello y sirvió de mediador en la disputa con Paramount. En compensación por su trabajo, Colombo se aseguró de que le dieran el papel de Carlo Rizzi, yerno de Don Corleone, y participase en la película.

Al parecer ese pequeño detalle enfadó a otras facciones de la mafia y el enredo terminó con un disparo. El 28 de junio de 1971, mientras Coppola filmaba a Michael Corleone aniquilando a sus enemigos, un asesino a sueldo le metió una bala en la cabeza a Joseph Colombo. El atentado sucedió a unos cuantos kilómetros del set de filmación de El Padrino.

Colombo quedó paralítico a causa del suceso, hasta que finalmente murió siete años después. En 1973, El Padrino ganó el Óscar a la Mejor Película alcanzando la inmortalidad cinematográfica hasta el día de hoy.

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