Aunque las primeras menciones de la existencia de los anillos en los troncos de los árboles data del siglo II a.C., la primera vez que se relacionó esta característica biológica con el tiempo y las condiciones ambientales fue en el siglo XV, por Leonardo da Vinci. Con el paso de los años, esta observación fue convirtiéndose en ciencia gracias a la investigación de botánicos, físicos, biólogos y hasta astrónomos, designándose finalmente como dendrocronología.

Qué es la dendrocronología

La dendrocronología es la ciencia que toma por objeto la datación de los anillos de crecimiento de los árboles y otras especies leñosas. Con base en el registro de crecimiento de los troncos, a partir de estos anillos, identifica y analiza los patrones temporales y espaciales de los procesos que suceden en su entorno.

De esta manera, la primera función de la dendrocronología es fechar la edad de la madera del tronco y del árbol mismo. A partir de esta información, este método puede datar desde fenómenos climáticos y ambientales hasta la antigüedad de yacimientos arqueológicos.

En qué consiste el método científico de la dendrocronología

La dendrocronología parte esencialmente del crecimiento de los troncos de los árboles. Un desarrollo desigual sujeto a las condiciones climáticas de su entorno. Cada temporada de crecimiento, el tronco añade un anillo nuevo a su estructura leñosa, y sus características dependen significativamente de las particularidades del ecosistema.

Por ejemplo, en condiciones favorables, los árboles crecen más rápido y con anillos anchos y sólidos. En épocas de frío, sequía y condiciones adversas, el crecimiento se ralentiza y los anillos son más estrechos y débiles.

Cualquier alteración externa, sea de la naturaleza que sea, afecta de forma notoria en el aspecto y la composición de estos anillos. Es por esto que es posible observar variaciones químicas en las distintas edades de un mismo tronco. Variaciones que pueden relacionarse con acontecimientos históricos registrados como erupciones volcánicas, explosiones provocadas por el hombre, fenómenos radiactivos, etc.

Anillos de crecimiento visibles del tronco de los árboles
Anillos de crecimiento visibles del tronco de los árboles
Fuente de la imagen: Pixabay

Disciplinas y usos de esta ciencia

En función de la información que se busque obtener a partir de la dendrocronología, existen varias disciplinas y usos específicos derivados del método científico.

La primera de ellas es la dendroarqueología, que se enfoca en fechar el último anillo de la madera. Con esta información, permite verificar la datación de otros hallazgos arqueológicos o históricos. Se aplica en el estudio de eventos ecológicos o ambientales específicos o en la identificación de cambios relacionados con el clima y el comportamiento animal.

La segunda disciplina es la dendrohidrología, destinada al análisis de inundaciones, variaciones en el caudal de los ríos o el nivel del agua de lagos y embalses.

Sigue la dendrogeomorfología, que estudia procesos geológicos como desplazamientos y deslizamientos masivos de tierra. Movimientos que influyen en la orografía y el desarrollo del suelo.

Por último, la dendroclimatología, que se encarga de relacionar la edad de los árboles con los procesos climatológicos pasados y presentes, con el objetivo de reconstruir las condiciones climáticas de cada época de análisis.

La dendrocronología como herramienta de la arqueología

Pese a sus evidentes aplicaciones en la ciencia, la dendrocronología forma una parte fundamental de la arqueología en la actualidad.

Es una excelente herramienta para complementar la información recopilada en los yacimientos y datar los elementos descubiertos en cada excavación. Pese a que esta ciencia es más útil en unas zonas que en otras debido a la naturaleza de algunas especies arbóreas, la madera era uno de los utensilios más habituales en civilizaciones pasadas. Por lo que la lectura de este material supone un enorme testimonio para estas investigaciones.

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