Cuando el fotógrafo y corresponsal de guerra Michael Yon acompañó a los soldados estadounidenses a Afganistán en 2009, observó un fenómeno inusual. Cada vez que un helicóptero despegaba o descendía y había mucha arena en el aire, las hélices de los rotores comenzaban a brillar como “galaxias lejanas”. Un disco de luz brillante alrededor de las aspas al que se llamó el efecto Kopp Etchells.

La ciencia detrás del efecto Kopp Etchells

Cuando un helicóptero desciende a un entorno arenoso, el enorme empuje hacia abajo de los rotores levanta una inevitable nube de arena. Una vez en el aire, las aspas del aparato atraviesan esta nube, generando un halo de luz.

El efecto Kopp Etchells
El efecto Kopp Etchells
Fuente de la imagen: Wikiwand

La razón es la siguiente: para evitar la degradación temprana, la mayoría de las hélices de los helicópteros están recubiertas con una tira de abrasión. Esta tira, generalmente hecha de un metal como el titanio o el níquel, evita que el borde delantero de la pala del rotor se desgaste demasiado rápido por la fricción con las partículas de la atmósfera.

La tira puede soportar la erosión de forma muy efectiva, pero el desierto es un entorno hostil de condiciones extremas. La arena es más dura que el titanio o que el níquel que forman este recubrimiento. Por lo que cuando las hélices comienzan a «cortar» las nubes de arena, chocan entre sí, desprendiendo pedazos de metal por los aires. Este metal puede ser pirofórico, es decir, puede volverse incandescente de forma espontánea con la fricción el aire. Y generar un resultado similar a las chispas que surgen de la acción de pulir metal.

La apariencia final es el destello de una luz brillante en la parte superior del aparato. Una vista bastante espectacular. Especialmente si se percibe en la oscuridad de la noche, donde adquiere una estética mucho más sorprendente.

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