Si utilizas frecuentemente Youtube para ver cualquier tipo de contenido, lo más probable es que hayas visto en recomendaciones o tendencias algún que otro vídeo bajo el título ASMR.

Yo descubrí este «fenómeno» hace dos o tres años, literalmente por casualidad. Como cualquier otro, cada noche antes de dormir paso un rato divagando en el teléfono. Leyendo cosas, viendo alguna serie en stream, vídeos o cualquier contenido, esperando a que llegue el sueño.

Un día en el que Morfeo tardaba un poco más de lo normal, busqué uno de esos vídeos de hace años, con música relajante y diferentes ambientes. Yendo de uno a otro, en ese tobogán infinito de clics que a veces pasa en Youtube y que te lleva de repente a los lugares más insospechados, terminé viendo a una chica dando golpecitos con las uñas en diferentes materiales.

ASMR para dormir y relajarse

Y no lo voy a negar, me quedé dormida tan rápido que desperté al día siguiente con una maraña de cables alrededor de mi cara, casi preguntándome qué había pasado y si estaba todo bien.

Desde entonces, he escuchado tantos audios que podría hacer una clasificación sensorial de lo que sirve y lo que no, al menos para mí. Lo que me duerme, lo que me relaja pero me mantiene despierta, lo que me da escalofríos, lo que me incomoda (que también), y lo que me repulsa (porque hay de todo, como en todo en la vida).

Qué es el ASMR

ASMR es la abreviatura de Autonomous Sensory Meridian Response, Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma en español. Se trata de una experiencia sensorial desencadenada en la piel mediante hormigueos o escalofríos, normalmente en el cuello, la cabeza o la espalda, como respuesta a estímulos auditivos, visuales o un conjunto de ambos.

En todos los casos, es una experiencia subjetiva que no todo el mundo puede percibir y que genera diferentes reacciones según la persona. Este carácter aleatorio lo convierte en algo difícil de estudiar para la ciencia, que por lo menos aceptó su existencia tras haber sido considerado mito en décadas anteriores.

Efectivamente, el ASMR no es algo nuevo. Un escritor austríaco, Clemens J. Setz, describe algo muy similar en su libro La señora Dalloway publicado en 1925. Pero fue a partir de los años 90 cuando empezó a analizarse desde el punto de vista neurológico y psicológico.

Percepción sensorial del ASMR

Como describo líneas arriba, cada persona experimenta este fenómeno de una manera distinta, si es que llega a experimentarlo. Algunos lo describen como corrientes eléctricas suaves, masajes cerebrales, hormigueos en según qué zonas, sentimientos de euforia ligera o burbujas carbonatadas en una copa de champán.

Nada como leer esas descripciones para entender lo sumamente subjetivo que es este asunto.

En mi caso no es tan poético. Lo que el ASRM genera en mí es, sobre todo, relajación. Entro en ese estado en que la respiración se hace casi inperceptible y parece que me deja durante un lapso de tiempo en la antesala de la fase REM. Lo siguiente, la maraña de cables por la mañana.

El ASMR desencadena una experiencia sensorial

De vez en cuando hay algún vídeo que sí me produce esas sensaciones de escalofrío y hormigueo, sobre todo en la parte detrás del cuello y la cabeza. Mis «detonantes», como se llaman en esta jerga, son los sonidos de golpear, rascar y arrugar diversos materiales como papel, madera o plástico. He escuchado de todo, tratando de investigar qué reacciones provocaban en mí otros sonidos, pero definitivamente me quedo con esos.

Los susurros, que son el sonido del ASMR por antonomasia, me incomodan. Y otras atrocidades, a mi juicio, como ruidos de masticar, comer y manipular alimentos…, como mínimo me parecen lo más repugnante e inmundo. Como he dicho antes, hay de todo.

Sinestesia y sonido binaural

El ASMR ha sido relacionado por muchos con la sinestesia, entre otros fenómenos de percepción humana. La sinestesia se caracteriza por la activación automática e involuntaria de una parte sensorial o cognitiva adicional, en respuesta a estímulos concretos. Es decir, las personas sinestésicas pueden, literalmente, oír colores, ver sonidos o saborear objetos con el tacto. En esta línea, el ASMR relaciona directamente el sonido y las imágenes con sensaciones de tacto.

Al margen de la capacidad de un individuo de experimentar estas respuestas, gran parte de de ellas son inducidas por el sonido binaural. Esto permite multiplicar el realismo del estímulo auditivo y, de alguna manera, refleja esa percepción de tacto en las zonas en las que se escucha el sonido.

El sonido binaural es un método de grabación que emplea dos o más micrófonos para reproducir un efecto de sonido tridimensional. Los micrófonos, en este caso, actúan igual que nuestros propios oídos, identificando la ubicación del sonido, su proximidad o su dirección de movimiento, y logran cierto grado de inmersión del oyente en diferentes ambientes diseñados con algún fin.

A continuación te pongo un ejemplo más que conocido para que puedas probar qué se siente. Te recomiendo usar auriculares y cerrar los ojos para percibir la tridimensionalidad correctamente.

Youtube y el impacto social

A estas alturas, el ASMR se ha convertido en uno de los fenómenos de las redes sociales y las plataformas de contenido. Youtube suma cada día millones de reproducciones de vídeos de ASMR, en una nueva industria bastante lucrativa que involucra a cada vez más ASMRtist (como suelen identificarlos).

No deja de ser curioso cómo la saturación tecnológica nos lleva a descubrir y valorar elementos de nuestro entorno natural que han estado siempre ahí. El ASMR reproduce digitalmente la percepción innata de nuestros oídos. Parece que antes de esto nunca nos habíamos fijado en lo bien que suena el crujir de la madera o el arrugar de un papel de aluminio.

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