Las Grayas o Greas eran tres deidades preolímpicas hermanas dentro de la mitología griega. Pueden confundirse con las Moiras, las tres hilanderas del destino. Pero su naturaleza es un poco más tenebrosa, si cabe.

Temor, horror y alarma

Las Grayas eran hijas de dos titanes marinos hijos de Gea, Forcis y Ceto, por lo que también recibían el nombre de Fórcides junto con otros hermanos.

Según el mito, las tres nacieron ancianas, decrépitas y de pelo gris y escaso. Se las describía como la personificación de la vejez eterna. Como tres brujas antiguas y sabias, de aspecto horripilante y repulsivo.

Entre las tres, compartían un único ojo y un único diente. Que usaban por turnos, manteniéndose una de ellas despierta y las otras dos dormidas.

Sus nombres eran Dino, Enio y Penfredo, representando el temor, el horror y la alarma respectivamente.

Las Grayas en la leyenda de Perseo y Medusa

El mayor protagonismo de Las Grayas en la mitología griega fue en la victoria de Perseo sobre Medusa, donde hay dos versiones del mito.

La primera cuenta que, cuando el semidiós se dirigió a buscar a las Gorgonas, y entre ellas a Medusa, se encontró primero con Las Grayas, quienes guardaban el camino. Para librarse de ellas, les robó el ojo que comparten y dejó a las tres dormidas. Pudiendo así continuar su trayecto y llegar a su disputa.

La segunda versión de la historia cuenta que Hermes y Atenea, cuando dieron instrucciones a Perseo de cómo matar a Medusa, le indicaron que eran Las Grayas quienes sabían qué objetos necesitaría (las sandalias aladas, la alforja y el casco de Hades), y dónde encontrarlos (con las ninfas). Así, Perseo les robó el ojo a las ancianas para que le revelasen estos secretos. Devolviéndoselo como pago tras terminar victorioso su gesta.

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