Cuanto más nos adentremos en el mundo animal más terminamos por sorprendernos. A lo largo de la variadísima fauna que reina en todas partes del mundo existen especies extraordinarias, capaces de realizar eventos difíciles de imaginar para nosotros, que van más allá de la supervivencia y de la adaptación en su ecosistema. Una de las cualidades animales más fascinantes es el cambio de color y de forma, algo que sucede tanto en artrópodos, como en reptiles y hasta en mamíferos. Los pulpos parecen ser los más hábiles en esta extraña disciplina, maestros del camuflaje que pueden modificar tanto su aspecto que resulta difícil de creer.

Internet está plagado de vídeos y documentales que muestran esta increíble habilidad. Algunos de ellos tan fascinantes que hacen dudar a la audiencia de su misma veracidad. Pero, ¿cómo consiguen los pulpos realizar estas modificaciones tan instantáneas? ¿Qué es lo que les permite adaptarse tan eficientemente a su entorno?

La taxonomía de los pulpos

Los pulpos u octópodos son una clase de moluscos cefalópodos caracterizada por una gran inteligencia y diversidad conductual.

Como es sabido popularmente, cuentan con ocho tentáculos que facilitan su movimiento y paso, incluso a través de espacios reducidos. A diferencia de otras especies, los pulpos respiran a través de una estructura de órganos blandos llamado sifón, que permite además impulsar su locomoción a través de la expulsión de chorros de agua.

Habitan en varias partes del océano como arrecifes, el fondo marino o zonas abisales. Y sus cualidades más identificativas son el uso de la tinta para defenderse de otros animales y su capacidad de camuflaje.

El camuflaje

Los pulpos utilizan el camuflaje para cazar y para evitar ser cazados por otros depredadores, pudiendo crear patrones de distracción con líneas onduladas de distinta coloración en todo su cuerpo.

Frente a otras especies animales que también pueden modificar su aspecto, los pulpos cuentan con una habilidad más compleja y perfeccionada. Su capacidad de adaptación para pasar inadvertidos se basa en tres factores fundamentales: el cambio de color, el cambio de textura y el cambio de forma de su piel.

Con estas tres variables, los pulpos aparentan reproducir imágenes de tres dimensiones sobre su piel que imitan los elementos que lo rodean. Esto garantiza su camuflaje, pasando por invisible para otros depredadores.

El cambio de color en los pulpos

El cambio de color se produce a partir de un sistema de pigmentos y reflectores que los pulpos contienen en su epidermis. La parte externa de su cuerpo está cubierta por un tejido compuesto de varias capas de células capaces de cambiar de color, opacidad y reflectividad. Unas de estas células son los cromatóforos, que contienen pigmentos amarillo, naranja, rojo, marrón o negro y se agrupan en miles de conjuntos microscópicos. Dependiendo de la especie de pulpo, cuentan con dos, tres o cuatro de estos pigmentos.

Es la contracción y expansión de los músculos que rodean estos conjuntos celulares lo que hace que se abran o cierren, mostrando unos u otros colores. En función de cuáles se abran o se cierren, cambiará la apariencia cromática y su estampado en manchas, rayas u otros tipos.

Pulpo cambiando de color, textura y forma de manera instantánea
Fuente del vídeo: National Geographic

El cambio de textura

Aunque el cambio de color sea muy llamativo y efectivo para el camuflaje, es la textura lo que da realismo a los «disfraces» de los pulpos.

A través de la contracción de otra estructura muscular que los cefalópodos tienen a lo largo de su cuerpo pueden modificar la rugosidad de su piel. La amplitud de este efecto puede llegar a ser extrema, desde una apariencia lisa y perfecta hasta un aspecto granulado, áspero y desigual. Algunas especies pueden incluso semejar rocas, piedras y hasta varios tipos de alga.

El cambio de forma en los pulpos

Una vez el pulpo modificó su color y su textura, termina su proceso de camuflaje modificando su postura y forma para simular aquello que esté imitando.

Por ejemplo, si se oculta entre los corales de un arrecife adopta una posición circular, enroscándose sobre sí mismo, para parecer uno de estos animales coloniales.

Cuando semejan ser una roca en el fondo del mar, se mueven lentamente utilizando solamente dos extremidades para disimular este desplazamiento, haciendo creer a otros depredadores que lo empujan las corrientes marinas.

Este formidable talento de los pulpos se basa, como hemos visto, en una serie de cualidades biológicas fruto de la evolución de la misma especie. La inteligencia y el ingenio les dan las herramientas para utilizar estas aptitudes de forma eficiente, y así sobrevivir en la hostilidad que caracteriza al mar. Con todo, los pulpos son una de las especies más fascinantes, más extrañas e imponentes del reino animal.

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