En la mañana de Halloween de 1938, un joven Orson Welles de 23 años se despertó para descubrir que su nombre era el más sonado en todo Estados Unidos. La noche anterior, Welles y sus compañeros de la compañía de teatro Mercury habían realizado una adaptación en la cadena de radio de CBS de La guerra de los mundos, del autor H.G. Wells. Convirtiendo la novela de 40 años en un falso boletín de noticias que describía una invasión alienígena a la ciudad de Nueva Jersey.

Por muchas razones, algunos oyentes confundieron el comunicado con la realidad, y pronto se llegó a la histeria colectiva. Las estaciones de policía, los periódicos y otros medios comenzaron a recibir llamadas desesperadas de personas en pánico, y la verdad no se aclaró hasta el día siguiente. En aquel momento, los titulares de la noticia abarcaron todo el país de costa a costa, describiendo el colapso masivo que durante horas inundó a toda la población norteamericana.

El proyecto de adaptación de Orson Welles

El 30 de octubre de 1938, Welles decidió hacer una actualización radiofónica de la novela de ciencia ficción del siglo XIX de H.G. Wells La guerra de los mundos. Orson llevaba en la radio varios años y era muy conocido como locutor en The Shadow, un exitoso programa de misterio. A pesar del resultado final del experimento, la lectura de la novela en vivo no fue planeada como un engaño de radio. Se trataba de una mera lectura y dramatización nocturna cuya posible repercusión mediática se desconocía.

El espectáculo comenzó ese mismo día a las 8 p.m. con una voz que anunció: «El Columbia Broadcasting System y sus estaciones afiliadas presentan a Orson Welles y el Mercury Theatre al aire en La guerra de los mundos«. Era domingo por la noche en horario de máxima audiencia en la edad de oro de la radio y millones de estadounidenses tenían sus aparatos encendidos.

La mayoría de la audiencia estaba escuchando al ventrílocuo Edgar Bergen y su muñeco Charlie McCarthy, en NBC. Cuando el sketch terminó, todos cambiaron a la CBS a las 8:12 p.m. En ese momento la historia de la invasión alienígena llevaba ya 12 minutos de transmisión y muchos de ellos no pudieron escuchar la introducción que presentaba la narración de una novela ficticia. Este pequeño detalle no se volvió a mencionar hasta pasados 40 minutos, durante un corte comercial, tiempo más que suficiente para que se desatase el caos.

Componentes de la compañía de teatro Mercury en las instalaciones de la CBS
Componentes de la compañía de teatro Mercury en las instalaciones de la CBS
Fuente de la imagen: CBS

La narración radiofónica de La guerra de los mundos

La narración de Orson Welles comenzó con una interrupción de última hora, informando a los oyentes de que un gran meteoro se había estrellado en el campo de un granjero en Grovers Mills, Nueva Jersey.

La novela se adaptó a un formato de radiodifusión informativa en la que un locutor estaba físicamente en el lugar del accidente, describiendo a un alienígena emergiendo de un gran cilindro metálico. La narración fue la siguiente:

 “¡Dios santo! Algo sale de la sombra como una serpiente gris. Ahora aquí hay otro y otro y otro. A mí me parecen tentáculos… Ahora puedo ver el cuerpo de la cosa. Es grande, grande como un oso. Brilla como cuero mojado. Pero esa cara es…, es…, damas y caballeros, es indescriptible. Apenas puedo obligarme a seguir mirándolo, ¡es tan horrible! Los ojos son negros y brillan como una serpiente. La boca tiene una especie de forma de V, con saliva goteando de sus labios sin rebordes que parecen temblar y latir […]».

La historia continuó describiendo a los extraterrestres montando máquinas de guerra andantes y disparando armas de rayos de calor a los terrícolas del lugar. Todos los actores del teatro Mercury hicieron un papel estupendo aquella noche. Entre otros detalles, se emitió que los alienígenas habían aniquilado a 7.000 miembros de la Guardia Nacional con gas venenoso. Y que los «cilindros marcianos» pronto habían llegado también a Chicago y Saint Louis.

Fotografía de Orson Welles y su equipo teatral durante la dramatización radiofónica de La guerra de los mundos
Fotografía de Orson Welles y su equipo teatral durante la dramatización radiofónica de La guerra de los mundos
Fuente de la imagen: CBS

La obra de radio fue extremadamente realista y pormenorizada, con sofisticados efectos de sonido e interpretaciones actorales impecables. El pánico en la audiencia fue tal, que miles de personas de aquellas zonas intentaron huir despavoridamente de una «muerte fatídica». Al día siguiente, la Comisión Federal de Comunicaciones investigó el origen del programa catalogado como poco ortodoxo, pero no encontró ninguna irregularidad. Sin embargo, la experiencia sirvió para que, desde entonces, las cadenas fueran más cautelosas con su programación.

La transmisión de La guerra de los mundos ayudó a Orson Welles a conseguir un contrato con un estudio de Hollywood. En 1941 dirigió, escribió, produjo y protagonizó Citizen Kane. Para muchos, la mejor película jamás creada.

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