A lo largo de la historia se han encontrado casos de histeria colectiva que han llamado la atención generalizada del público por su extrañeza y singularidad. Esta patología es uno de los fenómenos psicológicos más particulares por su característica principal, afecta a un número de personas considerable al mismo tiempo.

También llamada histeria en grupo, psicosis colectiva, comportamiento obsesivo colectivo o reacción de estrés colectivo, es una evidencia de la enorme influencia de la vida en sociedad hasta en aspectos del inconsciente.

Qué es la histeria colectiva

La histeria colectiva es un fenómeno psicológico y social en el que un grupo de personas manifiestan una serie de síntomas histéricos similares. Comportamientos inusuales, irracionales y erráticos derivados de una sensación de vulnerabilidad, que puede ser real o no, ante una amenaza incontrolada. Como resultado, se crea un estado de pánico generalizado y en masa, que puede presentarse de varias formas.

Para que la histeria colectiva sea diagnosticada, el primer factor que debe identificarse es que el conjunto de síntomas se manifiesten en un número amplio de personas.

Habitualmente es una persona la que comienza a experimentar los síntomas, que en la mayoría de los casos parten de un cuadro grave de estrés. Posteriormente y de forma acelerada, otros individuos presentan los mismos síntomas y algunas variaciones como náuseas, dolores de cabeza, musculares, ataques de ansiedad, etc.

En algunos casos, la histeria colectiva se desarrolla en torno a la sugestión. Un individuo cree haber visto, oído o percibido algún fenómeno y rápidamente otros aseguran haberlo hecho del mismo modo. Las visiones de milagros o apariciones religiosas, por ejemplo, se atribuyen a este tipo de sucesos en masa.

La explicación de la psicología a este fenómeno

El sociólogo médico Robert Bartholomew, profesor en el Departamento de Medicina Psicológica de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, ha investigado en profundidad las características de la histeria colectiva. La define como una respuesta psicogénica masiva, una diseminación de signos y síntomas sin causa física, generados por la mente de la propia víctima. En muchos casos, describe, es un reflejo de los problemas sociales del momento.

Además del cuadro de pánico y ansiedad, este fenómeno puede desarrollar signos fisiológicos fácilmente confundibles con alguna dolencia real. Por lo que el «contagio» entre los individuos se vuelve más factible e instantáneo.

Aunque parezca un suceso insólito e incluso de otro tiempo, la histeria colectiva es bastante común. Según Bartholomew, cada año se identifican alrededor de cien brotes. La mayoría en centros de asistencia masiva como fábricas o escuelas.

Algunos casos de histeria colectiva

Algunos casos más o menos recientes de histeria colectiva se identificaron tras descartar otras posibilidades como golpes de calor, intoxicación por gas o algún alimento.

En el año 2015, 40 niños se desmayaron de forma inexplicable en una escuela de Yorkshire, en Inglaterra. Un año antes, en Colombia, 200 niñas tuvieron el mismo síntoma al mismo tiempo. A finales de 2011, varios adolescentes experimentaron temblores, gritos y aplausos involuntarios en el estado de Nueva York, en Estados Unidos.

Sin embargo, los casos más conocidos se recuerdan por comportamiento absolutamente irracionales y sorprendentes de los afectados.

En 1962, un brote de risa contagiosa afectó a 95 estudiantes de una escuela de Tanzania. Esta conducta incontrolable comenzó con tres individuos y evolucionó a un estado de pánico general que se manifestó entre risas, llanto y ansiedad. Se extendió en algunos casos hasta 16 días, lo que provocó el cierre temporal de la escuela.

En el siglo XIV, varias localidades alrededor del río Rin registraron un caso de histeria colectiva en que centenares de habitantes bailaban sin descanso, sin música y sin motivo, durante horas y días. Según las crónicas, varias personas murieron de problemas cardíacos y otras dolencias derivadas de esta extraña conducta, que llegó a afectar a más de 400 personas.

Como estos casos, hay muchos otros que pasan por multitud de investigaciones para poder identificar la causa antes de dictaminar un fenómeno de histeria colectiva. Aunque a veces pueda tratarse de situaciones insólitas y cómicas, puede llegar a afectar gravemente a una comunidad entera. Si entendemos, sobre todo, la magnitud de las consecuencias de una conducta por contagio basada en la irracionalidad y en la sugestión.

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