La caída del show más popular de la televisión, Los Simpson

Los Simpson llevan más de 30 años al aire y aunque los personajes no han envejecido ni un ápice, definitivamente han cambiado mucho.

Creada por Matt Groening, Los Simpson eran originalmente una serie de cortos animados que se convirtieron en parte de The Tracey Ullman Show en 1987. Después de tres temporadas, se convirtieron en un programa de treinta minutos en horario estelar. Los Simpson es, a día de hoy, la serie de televisión estadounidense con guión de mayor duración y se ha expandido a otros medios, sobre todo cómics, videojuegos y películas.

Aunque el programa ha sido elogiado por su humor y la descripción de varios temas sociales, también ha recibido su dosis de controversia a lo largo de los años. En definitiva, el show ha visto mejores años y desde hace ya algún tiempo se ha estado especulando sobre su salida permanente de la televisión.

Aquellos maravillosos primeros años

Casi todos los que han visto Los Simpson conocen el esquema básico de su historia. Una familia disfuncional norteamericana que comparte los mismos y rebuscados problemas que tenemos todos en nuestra vida cotidiana.

La serie comenzó su trayecto como un material de relleno en The Tracy Ullman Show, un show de variedad cómica de horario estelar en Estados Unidos. La entonces naciente Fox Network, al ver la popularidad que este extraño programa había alcanzado, se lanzó en diciembre de 1989 a apoyar la animación de Matt Groening con la producción de 13 episodios. Convirtió a Los Simpson en la primera caricatura en horario estelar desde Los Picapiedra.

Los Simpson fue entonces una explosión de color amarillo, brillante y fresca, que llegó a un contexto televisivo lleno de programas policiales y comedias de situación tibias y moralistas. Desde el principio la serie marcó tendencia y era totalmente diferente a la configuración clásica de la época. El enfoque del programa estaba principalmente en Bart y su conducta anti-sistema, mientras que Homer se presentaba como un padre brusco, bueno, pero no muy inteligente.

La crítica política y social de Los Simpson

Las primeras temporadas del programa fueron una página en blanco. Se podía experimentar con todo y sobre todo se aprovechó la oportunidad de averiguar con calma el rumbo que tomaría la serie. La animación era un poco complicada, los diseños no estaban del todo pulidos, pero el espectáculo era hilarante. Comenzó a atacar lo sagrado de la cultura estadounidense, dejando expuestas las minucias de una sociedad defectuosa, como cualquier otra del mundo.

El show se burlaba de todos y nadie se salvaba de su crítica incisiva y divertida. De izquierda a derecha en el espectro político, figuras de autoridad que formaban parte de aquella sociedad eran sometidas a observación bajo la lupa amarilla. Aunque a veces el tono era más serio, dependiendo del tema a tratar. En aquellas primeras 2 temporadas se visualizaban los brotes verdes de una grandeza que solo crecerían más y más, convirtiendo la serie a corto plazo en el mejor programa de la historia de la televisión.

Los años de gloria de Los Simpson

Después de un par de temporadas prometedoras y joviales, Los Simpson se logró consolidar a partir de la tercera y en adelante. Ésta le dio al mundo numerosos episodios hoy considerados clásicos, de los que casi todos podemos hacer referencias en nuestro día a día.

El desarrollo de los personajes en la primera fase sentó las bases para lo que vendría después, ya que Los Simpson agregó más armas a un arsenal ya bien surtido. La postura rebelde se mantuvo, pero la serie no temía ir a ningún lado en busca de risas. Vimos excelentes parodias de películas, una enorme serie de referencias cinematográficas y artísticas, juegos de palabras, números musicales e incluso comedia simplona pero divertida y muy bien ejecutada. Los Simpson podían ir, creativamente, a donde quisieran.

Como parte del contrato firmado con Fox Network, se acordó que los escritores podrían escribir sin interferencias del estudio. Así que no hubo notas infames de censura desde arriba, ni órdenes de productores que no saben nada del show con sugerencias para tramas o nuevos personajes. Los Simpson podrían ser todo lo que quisieran ser y, hasta la temporada 9, fue un coloso que dominó el panorama televisivo y la cultura popular en general, como ningún otro programa.

La temporada 9 y el principio del fin

La temporada 9 se señala generalmente como el momento en que Los Simpson comenzaron su deslizamiento hacia la irrelevancia. En este punto, la serie tuvo algunos buenos momentos, no todo era malo. Pero había señales claras de que el programa estaba perdiendo el rumbo. Y para ser justos, era comprensible.

A estas alturas de la historia de Los Simpson, la rotación del personal de redacción significó un punto de inflexión que afectó directamente la calidad del show. La sala de escritores estaba llena en gran parte de inexperiencia, pero sobre todo de desconocimiento. Había cientos de episodios de trasfondo y tramas importantes ya hechas detrás de ellos, que simplemente cayeron en el olvido. Es muy fácil percibir esta falta de cuidado, ya que fue a partir de este punto que no existia coherencia con algunas historias que ya habían sido contadas y que estaban sufriendo un reinicio. Es por eso que vimos diferentes versiones sobre el pasado de un personaje conocido, incluso la reinvención constante de uno de los protagonistas más importantes, como es Homer.

Y como si las tramas recicladas y perezosas no fueran realmente un problema, o no fueran suficiente, Los Simpson recurrieron al fan service, darle a la audiencia lo que pide. Decidieron que el condimento de emoción no fuese como tal la historia, sino la celebridad invitada.

En los primeros años, las apariciones de famosos tenían una razón justificada, dar voz al personaje y realizar un episodio perfecto. Fue a partir de la temporada 9 que las celebridades se utilizarían principalmente para cameos de una sola frase, participaciones plásticas y forzadas con nada o muy poca sustancia.

La estela del show más popular de todos los tiempos

Sorprendentemente, el espectáculo aún continúa muchas temporadas después del descenso al declive. Pese a las adversidades, de algún modo sigue funcionando.

En cualquier caso, no veo ninguna forma en la que el programa pueda recuperar su antigua gloria. Siempre nos quedarán los años clásicos y las constantes repeticiones transmitidas en TV.

Aún así, gracias, familia Simpson, por todos los increíbles recuerdos que marcaron millones de almas. Ojalá vean el momento de apagar la máquina y detener esta caída tan larga. Quedémonos con los buenos tiempos y recordémoslos para siempre.