La historia del Trino del Diablo es a día de hoy una de las más extrañas y fascinantes del mundo del misterio. Sin ir más lejos, mezcla el virtuosismo musical, la composición de obras magníficas adelantadas a su tiempo y supuestos pactos con el mismísimo diablo.

Para conocer el Trino del Diablo, debemos antes retroceder a finales del siglo XVII. Nos ubicarnos en la Serenissima, la antigua República de Venecia que por aquel entonces figuraba como ciudad estado al norte de Italia.

Quién es Giuseppe Tartini

Giuseppe Tartini fue un violinista y compositor italiano, nacido en abril de 1692 en Pirano, una ciudad de la que fue la República de Venecia y que hoy pertenece a Eslovenia.

Giuseppe Tartini

En aquella época en la que el Barroco era el movimiento principal de la música y otras artes, Tartini se consolidó como uno de los mayores virtuosos del violín y uno de los teóricos más innovadores de esta disciplina.

Su formación en música lo llevó a descubrir el insólito fenómeno llamado toni di Tartini o il Terzo suono: el tercer sonido. Se trata de la nota adicional que se escucha al tocar dos notas simultáneas y se corresponde a la diferencia entre las frecuencias de las dos notas tocadas.

La obsesión de Tartini con este descubrimiento y su explicación está reflejada en su obra literaria Il Trattato di Musica. En ella trata de describir las razones científicas por las que sucede este fenómeno.

Como intérprete, fue el primer propietario conocido de un violín fabricado por Antonio Stradivari, adquiriéndolo en 1715. Más tarde y tras ser heredado por dos generaciones de discípulos, pasaría a llamarse el famoso Stradivarius Lipinski.

El Trino del Diablo

El Trino del Diablo es una sonata para violín en sol menor, la obra más conocida de Giuseppe Tartini. Por un lado, es una de sus composiciones más brillantes y complejas a nivel técnico, por lo que muchos críticos y teóricos musicales la consideran la mejor de sus creaciones. Por otro lado, esconde una misteriosa historia contada por el propio Tartini en la que describe cómo el diablo lo inspira para componerla.

Tartini narra su experiencia a Jérôme Lalande, un astrónomo y matemático francés amigo del compositor, que deja registro de todo ello en el libro Voyage d’un Françcois en Italie.

Según el testimonio, Tartini tuvo un sueño en 1713 en el que hacía un pacto con el diablo, negociando que el maligno estuviese a sus órdenes a cambio de su alma. Dentro de su acuerdo, Tartini le entregó su violín y lo desafió a tocar alguna pieza romántica para su deleite personal. El diablo resolvió el duelo con una sonata jamás oída, maravillosa y extraordinaria. Resultó ser una melodía tan compleja y atrevida que Giuseppe despertó inmediatamente abrumado por el cúmulo de emociones que le había suscitado. Lo primero que hizo en consciencia fue tomar su violín, precisamente, para tratar de reproducir lo más certero posible aquella sonata. Según él, no logró acercarse por mucho a lo que había escuchado en aquel sueño, pero aún así compuso la mejor obra de su vida.

La frustración por no poder imitar lo que había tocado el diablo lo mantuvo ofuscado y obseso, llegando a querer romper su violín y a casi abandonar la música para siempre.

Interpretación del Trino del Diablo de Giuseppe Tartini

Por todo ello, esta música está envuelta en infinitas sensaciones que van del desasosiego a la fascinación. Escucharla genera muchas preguntas y no da ninguna respuesta. Obliga a quedarse con la teoría de un sueño y una inspiración de otro mundo y otra realidad. Aparentemente, una inspiración capaz de dictar las cosas más prodigiosas de nuestra era.

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