El Barón Samedi, «Maestro de los muertos» en la religión del vudú, ocupa un lugar importante como guardián de los cementerios así como el espíritu responsable del transporte de las almas al inframundo.

El Vudú como religión

El vudú tiene una importante concentración de feligreses en el sur de Estados Unidos y Haití, y es practicado por cerca de 60 millones de personas en todo el mundo. A pesar de eso, es una doctrina incomprendida que a menudo se relaciona con la magia puramente negra.

Al igual que otras religiones, el vudú tiene un conjunto único de creencias, dogmas, y sus propias deidades a las que llaman loas.

Ceremonia vudú haitiana

Existe un Dios principal, creador distante e incognoscible, conocido como Bondy o Bon Dieu, «Dios bueno». Bon Dieu no intercede en los asuntos de los vivos, por eso los vudú dirigen sus esfuerzos hacia los espíritus que están subordinados a él.

Cada uno de estos loas subordinados es responsable de un aspecto particular de la vida que lo representa con las características de su personalidad.

Uno de los loas más importantes en el vudú haitiano, es el Barón Samedi, el Maestro de los muertos. Esta figura desempeña un papel fundamental en la religión, llevando a los recién fallecidos a la otra vida.

Quién es el Barón Samedi

Su nombre a menudo se puede encontrar como Barón Sábado, Barón Samdi, Bawon Samedi o Bawon Sanmdi. El Barón es el lider de los Guede, una familia de loas con fuertes vínculos con la magia, el culto a los antepasados ​​y la muerte. Estos loas son principalmente espíritus menores que visten igual que el Barón, tienen actitud grosera y carecen del encanto de su amo.

El Barón es retratado en el vudú con un sombrero de copa, un esmoquin negro, un puro, gafas oscuras y tapones de algodón en la nariz. A menudo se dice que su imagen se parece a la de un cadáver que ha sido vestido y preparado para el entierro de la manera tradicional haitiana. Se dice que su cara parece una calavera y aquellos que han tenido el honor de escucharlo, afirman que tiene voz nasal.

El Barón Samedi y los otros espíritus de la familia Guede representa un modelo de comportamiento vicioso y vividor. Todo ello responde a una filosofía basada en disfrutar de la vida mientras dure, ya que todos están destinados a morir en algún momento.

Tanto es así, que las ceremonias que invocan a los espíritus de la familia Guede a menudo se vuelven eróticas y crudas, con participantes bebiendo, bailando y celebrando con un abandono temerario. Por todo ello, los Guede están lejos de ser los espíritus más respetados del vudú.

Comportamiento y carácteristicas

El Barón Samedi pasa la mayor parte de su tiempo en el reino invisible de los espíritus. Su comportamiento se describe como indignante. Según las crencias, pasa su tiempo bebiendo ron y fumando cigarros, jurando constantemente y haciendo bromas sucias a otros loas.

El Barón Samedi como Maestro de los muertos

El Barón tiene la capacidad de decidir quién vive y quién muere. Cuando alguien va a morir, se dice que el Barón se encarga de cavar la tumba antes del suceso. Una vez se encuentra con el espíritu del fallecido, lo guía al inframundo y solo él tiene el poder de aceptar esta muerte o evitarla.

También se dice que el Barón se asegura de que todos los que han muerto permanezcan enterrados deberían, asegurando que ningún alma pueda regresar como un zombie. Exigirá el pago por este acto, que varía según su estado de ánimo en ese momento. En muchas ocasiones, se contenta con aceptar obsequios para sus vicios: cigarros, ron, café negro o maní a la parrilla. También le gusta controlar la vestimenta de las almas, puede pedirles que vistan de un color determinado como negro, blanco o morado.

El Barón Samedi y su poder sobre la vida y la muerte

El Barón posee numerosas habilidades mágicas y dar vida es una de ellas. Puede curar a cualquier mortal de una enfermedad o herida, siempre que crea que vale la pena salvar a ese individuo. Incluso tiene el poder de vencer maleficios y maldiciones vudú. Una persona que es maldecida por un hechizo u otra magia negra no tiene garantizada la muerte, si él se niega a cavar su tumba. Como Maestro de los muertos y guardián de los cementerios, nadie está muerto hasta que El Barón cava sus tumbas y los lleva al inframundo.

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