El Empire State Building es uno de los rascacielos más emblemáticos no solo de Nueva York, sino de todo Estados Unidos e incluso el siglo XX. Desde su construcción y durante cuarenta años ostentó el título del edificio más alto del mundo, hasta el alzamiento en 1971 de la torre norte del World Trade Center.

Como símbolo de la arquitectura art déco de principios del siglo XX, representa mucho más que el desarrollo urbanístico de la ciudad de Nueva York. Incluso considerado como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, el Empire State protagonizó la era de progreso que vivió Estados Unidos a principios de los 1900. Uno de los desarrollos financieros más importantes de la edad moderna hasta los años 20, que derivó en el Crack del 29 y la Gran Depresión que influyó a todo el mundo. Después de la crisis, Estados Unidos logró recuperarse en la década de los 40, momento en que el rascacielos comenzó a llenar sus despachos y a convertirse en signo de progreso y prosperidad económica. Esta etapa de la historia cambió para siempre la economía internacional y también la sociedad y la vida de entonces.

El Empire State Building fue una insignia del alzamiento de Norteamérica como la nueva primera potencia mundial, del progreso de la industria, el comercio y la antesala para el desarrollo tecnológico que vendría décadas después.

La construcción del Empire State Building

Aunque la fecha simbólica del inicio de la construcción del Empire State Building es el día de San Patricio, el 17 de marzo, el proyecto arrancó el 22 de enero de 1930. En el desarrollo participaron un total de 3,400 trabajadores, entre los que fallecieron catorce según los medios de entonces.

El diseño del rascacielos corrió a cargo de la empresa Shreve, Lamb & Harmon y uno de los socios, William F. Lamb, quien trazó los primeros planos en solamente dos semanas, dejándose inspirar por la Torre Carew de Cincinnati y el Edificio Reynolds de Winston-Salem, en Carolina del Norte.

El edificio logró terminarse en tiempo récord, un año y 45 días, a una velocidad media de 4.5 pisos por semana. Tiene 102 pisos que alcanzan 443.2 metros de altura, incluyendo la antena de 62 metros. Se encuentra en la intersección de la Quinta Avenida con West 34th Street de Nueva York.

Proceso de construcción del Empire State Building
Proceso de construcción del Empire State Building

Las características arquitectónicas del rascacielos

Después de El Pentágono, el Empire State Building es a día de hoy el mayor conjunto de oficinas del continente americano, acogiendo desde 2007 a más de 20,000 trabajadores de alrededor de 1,000 negocios cada día.

A lo largo de los 102 pisos, cuenta con 6,500 ventanas, 72 ascensores y una superficie total de 257,211 metros cuadrados. En el piso 86 hay una cubierta al aire libre con mirador, desde la que se puede observar el paisaje urbano de Manhattan.

El estilo del Empire State es el art déco, un movimiento que surgió entre 1920 y 1939 en las artes decorativas (de ahí su nombre), como la arquitectura, el diseño industrial y el diseño de interiores, además de la moda, la pintura, la escultura y el cine.

El vestíbulo es uno de los grandes atractivos del rascacielos, accesible desde la Quinta Avenida y ubicado en el lado este de la construcción. La iluminación exterior es otro de sus rasgos más distintivos y comenzó a utilizarse en 1932 para celebrar la victoria del presidente Roosevelt sobre Hoover, quien lo inauguró precisamente un año antes.

Vestíbulo del rascacielos con mural art déco al fondo
Vestíbulo del rascacielos con mural art déco al fondo

La inauguración del rascacielos durante la Gran Depresión

Tras el estallido de la crisis del 29, la construcción del Empire State Building coincidió en tiempo y espacio con la Gran Depresión que azotó Estados Unidos y el mundo entero. Esta recesión no afectó tanto el desarrollo del edificio, sino que repercutió directamente en el alquiler de oficinas corporativas. Durante su primer año de vida solamente se ocuparon el 25% de ellas, hecho que dio lugar al sobrenombre Empty State Building.

La recuperación económica del país durante los años 40 permitió el llenado, literalmente, del rascacielos. Alcanzó la rentabilidad entrando la década de 1950 gracias a la venta del mismo al productor de teatro y magnate de bienes raíces Roger L. Stevens. Esta operación, promovida por la inmobiliaria Charles F. Noyes & Company, se cerró en 51 millones de dólares, el precio más alto jamás pagado por un edificio en la historia, para aquel entonces.

El día de la inauguración, el 1 de mayo de 1931, el presidente Hoover activó las luces del edificio presionando un botón desde Washington D.C. Un hecho que, para la época, fue todo un acontecimiento.

Fotografía del día de inauguración en el vestíbulo del Empire State
Fotografía del día de inauguración en el vestíbulo del Empire State, el 1 de mayo de 1931

Curiosidades del Empire State Building

Aunque el que fue el rascacielos más alto del mundo sea un motivo de admiración y respeto en la historia del país, también cuenta con su propia historia negra.

El 28 de junio de 1945, al término de la II Guerra Mundial, un bombardero B25 del ejército norteamericano se estrelló contra la fachada norte del Empire State Building, entre los pisos 78 y 79.

Pese a ser un hecho poco conocido, fue el mayor desastre del rascacielos en la historia, causando 14 muertos, 26 heridos y daños estructurales evaluados en 1 millón de dólares.

Daños en el rascacielos tras la colisión del bombardero B25 en 1945
Daños en el rascacielos tras la colisión del bombardero B25 en 1945

El Empire State Building fue además el lugar elegido por más de treinta personas para quitarse la vida a lo largo de los años. Se sabe que el primer suicidio tuvo lugar incluso antes de la inauguración, por parte de un trabajador que había sido despedido. Uno de los casos más conocidos fue el de Evelyn McHale, que inspiró al artista Andy Warhol para su obra de 1962 Suicide.

Desde 1994, el rascacielos cuenta con una atracción turística de observación en el segundo piso. Ofrece una simulación de viaje aéreo por la ciudad de Nueva York durante 25 minutos, como complemento de la plataforma de mirador del piso 86.

Después de todo, el Empire State Building forma parte de ese gran compendio de edificios que marcaron un antes y un después a lo largo de todo el globo. Su aspecto imponente y excepcional atrae a más de 2.5 millones de personas cada año, habiéndose convertido en el testigo formidable e imperturbable de más de 100 años de historia en Estados Unidos y en el mundo.

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