Más de una vez, los deportes de competición acabaron marcando fechas en el calendario por sucesos extraordinarios y difíciles de creer. En un contexto en que el desafío, la disputa y los récords son los protagonistas, cualquier evento excepcional puede despertar el interés del público y de la prensa. Y así ocurrió un 4 de junio del año 1923 en una carrera de caballos. La historia de Frank Hayes, el jinete que murió en carrera y cruzó primero la meta, ya sin vida, en el Hipódromo Belmont de Nueva York.

La misteriosa proeza de Frank Hayes

Las disciplinas que incluyen caballos atrajeron desde sus inicios a múltiples aficionados y amantes de estos animales. Su apariencia noble y poderosa, su velocidad y su potencia crean el verdadero espectáculo. Y para muchos, estos deportes terminan siendo arte y cultura.

Las carreras de caballos son festivales de celeridad, vigor y fuerza. Concursos de libertad y dinamismo que podrían describirse como un suspiro de energía súbita y abrumadora. En este campo tan hipnótico en el que priman las apuestas y el riesgo, Frank Hayes rompió todos los moldes sin quererlo, y dejó para los registros una de las historias más extrañas y asombrosas del deporte.

Aquel día de verano del año 23 Hayes competía por primera vez en el Hipódromo Belmont de Nueva York, junto a su caballo Sweet Kiss o Beso Dulce en español. La jornada ya estaba siendo trepidante, según contó la prensa, por la inesperada victoria en una carrera anterior de un ayudante de establo que se hizo jinete sustituto. Pero la sorpresa en el público se desató cuando Frank cruzó la línea de meta en su prueba y cayó desplomado de su montura pocos metros después.

El jinete quedó inmóvil en la tierra ante la mirada atenta de todos, que esperaban ovacionarlo y aplaudirlo por su victoria. El entonces médico de la pista, John A. Voorhes, se dirigió a examinarlo y declaró su muerte por ataque cardíaco. Tal y como afirma el Guinness World Records, Frank Hayes murió durante la carrera y se convirtió así en la única persona de la historia en ganar a pesar de estar muerta.

La causa desconocida del accidente

Aún a día de hoy, casi cien años después, se desconoce la razón exacta del fallecimiento. En su momento se publicaron varios informes contradictorios que defendían el fallo cardíaco debido a la alteración de las emociones por el evento. Mientras otros apoyaban la teoría de que el jinete había reducido drásticamente su peso en muy poco tiempo para poder competir.

En cualquier caso, Hayes pasó a la historia y fue enterrado días después con la misma ropa de su primera y última carrera.

Recorte de prensa de Frank Hayes
Recorte de prensa de Frank Hayes

Los titulares en prensa del récord más extraño del mundo

Según se contaba entonces, el caballo Sweet Kiss pasó a conocerse como Sweet Kiss of Death, Dulce Beso de la Muerte en español, y nunca volvió a competir. El periódico Brooklyn Daily Eagle abrió portada con el titular «La muerte ganó la carrera en el Hipódromo Belmont ayer de manera sensacional«.

De alguna forma, lo que pudo haber sido un hecho macabro y desagradable, fue recordado como una proeza insólita y hasta romántica. Los fotógrafos que documentaron la jornada lograron capturar una imagen de Frank Hayes montando a su caballo en pleno salto. Por lo que el suceso quedó grabado más allá que en texto, también en imagen.

La historia permanece recopilada en la Biblioteca Keeneland, uno de los repositorios de información de hípica y cría de caballos más grandes del mundo.

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