La historia de Carl Emil Pettersson es uno de esos sucesos poco probables que se quedan en la memoria de varias generaciones e inspiran todo tipo de libros y guiones de ficción.

Aunque parezca increíble, no es el único caso de personajes occidentales que terminaron gobernando, casi por accidente, en islas remotas y otras partes del mundo.

El caso de Pettersson comienza con un naufragio.

El origen del marinero

Carl nació en Suecia en octubre de 1875, en una familia de seis hermanos fruto del matrimonio entre Carl Wilhelm y Johanna Pettersson. En su adolescencia adoptó el apellido de su madre tras el abandono definitivo de Wilhelm y decidió enrolarse como marinero a los 17 años de edad.

Tiempo después, la navegación lo llevó al Archipiélago de Bismarck, un grupo de islas volcánicas del Océano Pacífico ubicadas al noreste de Nueva Guinea. Su nombre se debe, efectivamente, al que fue canciller alemán a finales del siglo XIX Otto von Bismarck. En aquel momento, las islas pertenecían a un protectorado alemán que duró desde 1884 hasta 1914, conformando los primeros territorios del Imperio Colonial Alemán.

Carl Emil Pettersson

Allí empezó a trabajar para una compañía comercial llamada Neuguinea Compagnie, con sede en Kokopo. Esta ciudad es actualmente la capital de Nueva Bretaña del Este, una de las diecinueve provincias de Papúa Nueva Guinea.

El naufragio en la Isla de Tabar

Durante uno de sus viajes náuticos, el barco en el que Carl Emil Pettersson viajaba, llamado Herzog Johan Albrecht, naufragó un 25 de diciembre de 1904. Las corrientes marítimas llevaron los restos a la Isla de Tabar, la provincia más al noreste de Papúa Nueva Guinea. Y allí lo esperaba una de las aventuras más insólitas jamás imaginadas.

Mapa de Papúa Nueva Guinea y las islas del Pacífico en Oceanía
Mapa de Papúa Nueva Guinea y las islas del Pacífico en Oceanía

El marinero llegó a unas playas de aspecto paradisíaco, en las que pronto se encontraría con una tribu de aborígenes potencialmente peligrosos. Lo recibieron algunos habitantes de un poblado caníbal, hecho bastante común en aquel tiempo, y aunque podrían haber terminado con él fácilmente, decidieron llevarlo ante su líder, el Rey Lamy.

Los acontecimientos darían un giro inesperado cuando la hija del monarca mostró bastante interés en el sueco. Resulta que tenía una apariencia física imponente, de gran altura y fuerza, que llamaban demasiado la atención entre aquella tribu. No se sabe con certeza lo que sucedió en aquellos meses, pero la princesa, llamada Singdo, convenció al Rey para que aceptase su matrimonio con Pettersson, casándose finalmente en 1907.

El ascenso a Rey de Carl Emil Pettersson

Tras el matrimonio, Carl Emil Pettersson formó una familia de nueve hijos a los que bautizó con nombres escandinavos. Su prolífica posición social le facilitó la apertura de varios negocios entre los que explotaba tierras de plantación de cocoteros con el nombre Teripax. Empezó a comerciar con la copra, la pulpa seca del coco, un producto con alta demanda por aquel entonces para extraer aceite y otros beneficios. Un mercado bastante seguro que le ayudó a ampliar sus fronteras hacia otras islas del archipiélago.

Carl Emil Pettersson con su familia en Tabar
Carl Emil Pettersson con su familia en Tabar

La popularidad del sueco estaba en su momento más álgido. Era altamente respetado por la población original por su deferencia hacia las costumbres locales. El buen trato que ofrecía a sus empleados era poco frecuente tanto en los extranjeros colonizadores como en la época, por lo que Pettersson terminó siendo un líder muy apreciado y estimado en la región.

Tras la muerte de su suegro, el Rey Lamy, Carl ascendió al trono bajo el nombre Strong Charley, Charley el fuerte, y reinaría en Tabar hasta la muerte de su esposa en 1921.

El regreso a Suecia y fin de la monarquía

El fallecimiento de Singdo lo llevó de nuevo a Suecia, donde emprendió nuevos negocios y compartió con la prensa sus aventuras en el Pacífico.

Tras algún tiempo en Europa, regresó a las islas con una nueva novia, hija de uno de los socios, con la que se casaría de nuevo en Tabar. Una vez allí, enfrentaron diversos problemas económicos y de adaptación por parte de ella, ya que las costumbres europeas eran sumamente distintas a las adoptadas por el poblado.

La enfermedad de su nueva esposa fue el detonante de la situación debido a la falta de atenciones médicas y recursos en las islas, por lo que decidieron regresar definitivamente a Suecia. Finalmente ella murió en 1935 en Estocolmo, y él dos años más tarde en Sidney, de un ataque al corazón.

La inspiración de la historia de Carl Emil Pettersson

Esta insólita historia sirvió de inspiración para la escritora Astrid Lindgren en su serie de cuentos infantiles Pippi Langstrump, conocida en televisión como Pipi Calzaslargas. El padre de la protagonista, un pirata que reinaba en el Congo, está basado en la travesía de Pettersson.

Pipi Langstrump y su padre, protagonistas de la serie televisiva Pipi Calzaslargas
Pipi Langstrump y su padre, protagonistas de la serie televisiva Pipi Calzaslargas

Una vida de aventuras extraordinarias que llevaron a un marinero normal de algún lugar de Suecia a reinar de improvisto en una isla al otro lado del mundo.

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