El 29 de abril de 1945, menos de 40 horas antes de suicidarse, Adolf Hitler y Eva Braun contrajeron matrimonio civil al resguardo del búnker donde se escondían, tras el sometimiento final de las fuerzas alemanas por parte de los aliados, al término de la II Guerra Mundial. Con Goebbels y Bormann como testigos, realizaron una ceremonia sencilla como símbolo de la inapelable devoción de Braun por su Führer y como reconocimiento a su eterna lealtad. La relación entre ambos no se supo hasta después de la guerra y generó un sinfín de especulación y curiosidades por comprender la naturaleza de la misma, dadas las circunstancias, tras seis años de conflicto.

La intención de Hitler por dar un ejemplo de rectitud, foco y apego a su causa lo llevó a ocultar al máximo su vida personal. Haciéndola pública solamente ante su pequeño círculo de confianza.

Quién fue Eva Braun y cómo conoció a Hitler

Eva Braun nació en una familia modesta, el 6 de febrero de 1912 en Berlín. Era la segunda de tres hermanas, hijas de un profesor de escuela y una costurera. Después de su educación elemental, enfocó sus estudios en la mecanografía y la fotografía. Hecho que la llevó, tiempo después, a trabajar como modelo y ayudante en el estudio fotográfico de Heinrich Hoffmann.

En 1920, el fotógrafo se unió al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, el Partido Nazi. Tres años más tarde y hasta 1944, Hitler lo escogió como camarógrafo personal, encargado de realizar retratos con fines propagandísticos y para tomar testimonio del legado del régimen de cara al futuro.

Fue en 1929, a raíz de esta hermandad entre Hoffmann y Hitler, que el dictador conoció a Eva Braun, teniendo ella 17 años y él 40. En aquel momento, Hitler no había alcanzado el poder que lo llevaría a invadir Europa Oriental años después. Pero su ideología radical declarada y su facilidad de palabra ya hacían mella en la sociedad de entonces. Provocó también el interés de la aprendiz de fotografía.

Poco tiempo después y tras el suicidio de la sobrina del Führer Geli Raubal, de la que se cree que era su amante, ambos empezaron a estrechar su vínculo hasta que ella entró en el círculo más íntimo de Hitler.

Fotografía de Hitler y Eva Braun
Fotografía de Hitler y Eva Braun
Fuente de la imagen: ABC

La relación secreta y la boda en el búnker, antes del suicidio

Aunque la relación entre Eva Braun y Hitler se mantuvo secreta durante la mayor parte de la guerra por intereses propagandísticos, más tarde se supo que gracias a ella, Braun se posicionó rápidamente entre las más altas esferas del Tercer Reich. Durante los años de conflicto, se mantuvo total y absolutamente leal y devota a su Führer. Cumpliendo su palabra y compromiso hasta el fin de sus días sin excepción. El noviazgo no se hizo público hasta mediados de 1944, poco después de que una de sus hermanas se casara con un general de las SS.

Habiendo jurado fidelidad eterna a Hitler, como una más de su reducidísimo círculo de confianza (junto a Goebbels, Bormann, Himler y Goring), acompañó al líder nazi al búnker donde se escondieron finalmente, bajo la Cancillería de Berlín, en 1945.

Desde finales de 1944, especialmente tras el Día D, y a principios de 1945, los aliados comenzaron a avanzar imperantemente ante las fuerzas nazis. Que se vieron obligadas a replegarse hacia su propio territorio tras la liberación de los países invadidos. La guerra casi había terminado y la derrota era evidente. El Ejército Rojo asediaba prácticamente las puertas del búnker. Y tras el anuncio de la ejecución de Mussolini a manos de los partisanos, Hitler decidió dar un último paso antes de la muerte esa misma madrugada.

Así, el 29 de abril, Eva Braun y Hitler contrajeron matrimonio ante Goebbels y Bormann como testigos, como último agradecimiento del Führer a la lealtad de su pareja. Menos de 40 horas después, ella se suicidó ingiriendo veneno y él dándose un disparo en la cara. Todo esto con el fin de que los aliados no exhibieran su cuerpo en señal de victoria y humillación. Como supo que hicieron con Mussolini momentos antes. A estos efectos, ambos fueron incinerados.

El mayor registro fotográfico y filmográfico del dictador, conservado hoy en día, guarda la autoría de Eva Braun. Quien enfocó sus aprendizajes de Hoffmann en retratar al líder nazi.

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