Es muy difícil ponerse de acuerdo en una única selección de mejores escenas del cine. Aunque hay algunas tan memorables que casi todos podrían considerar en esas listas. Por muchas razones, Taxi Driver está considerada película de culto y una de las mejores de su época, los años 70. Pese a ser uno de los primeros trabajos de su director, Martin Scorsese, la industria reconoce esta cinta como una de sus obras maestras.

Entre varios premios y reconocimientos, Taxi Driver pasó a la historia por una de sus escenas. El inolvidable monólogo en el espejo de Robert de Niro, interpretando el papel protagonista. De ese acto salió una de las mejores improvisaciones del cine, una de las frases más célebres de la gran pantalla y, evidentemente, una de las escenas más reproducidas e inmortales.

Taxi Driver

Taxi Driver es una historia de drama y suspense, con estética neo-noir, que trata de la vida de Travis Bickle, un veterano de la guerra de Vietnam con problemas de insomnio crónico derivados del conflicto.

Su vida se desarrolla en la ciudad de Nueva York, donde trabaja como taxista. Apenas tiene contacto social y pasa su tiempo yendo al cine, obnubilado por su amor platónico, Betsy, que trabaja de voluntaria en una campaña política.

Tras varios acontecimientos Travis comienza a obsesionarse con la violencia, la frivolidad y la miseria que envuelven la ciudad. Su soledad y autodescubrimiento lo llevan a involucrarse de lleno en esas realidades.

La improvisación de Robert de Niro en la escena del espejo

En este contexto sórdido de cine negro, la película llega a un punto en el que Travis desarrolla un trastorno neurótico y psicópata. En un momento de la trama, el protagonista decide planear el asesinato de un político y es ahí donde se desenvuelve la famosa escena.

Travis se planta frente a un espejo y finge enfrentar al susodicho político. Mientras mira su reflejo, repite su monólogo improvisado, demostrando la pérdida de raciocinio y de control del personaje.

El guión de Taxi Driver solo especificaba «Travis habla consigo mismo en el espejo«, para esa escena. Fue Robert de Niro quien decidió aprovechar el estado mental del personaje para interpretar una de las mejores escenas del cine.

La petición de Scorsese había sido que le hablase al espejo, pero sin unas líneas definidas de lo que tenía que decir. El director se inspiró en una escena de Marlon Bando en Reflejos en un ojo dorado, de 1967. Y el resultado fue el éxito que todos conocemos.

La escena de Taxi Driver ante el espejo
Fuente del vídeo: Youtube Movieclips

La famosa frase «You talkin’ to me?»

El monólogo completo de Robert de Niro fue el siguiente:

«You talkin’ to me? You talkin’ to me? Then who the hell else are you talkin’ to? You talkin’ to me? Well, I’m the only one here. Who the fuck do you think you’re talking to?«

En español:

«¿Hablas conmigo? ¿Me lo dices a mí? Dime, ¿es a mí? Entonces, ¿a quién demonios le hablas si no es a mí? Aquí no hay nadie más que yo. ¿Con quién demonios crees que estás hablando?«

En palabras del actor, la icónica frase que arranca el monólogo la tomó del cantante Bruce Springsteen, quien al parecer la gritó en un concierto. Las indicaciones del guión y el director del filme y el haber escuchado esta categórica pregunta, llevó al actor a representar de forma magistral los trastornos mentales que arrastraba su personaje, sólo, delante de un espejo.

La frase quedó grabada para la posteridad y se ganó el décimo lugar en la Lista de las mejores 100 frases de películas de todos los tiempos según el American Film Insitute. Además de una de las escenas más reconocidas en la historia del cine.

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