La teoría del Big Rip es un modelo cosmológico que predice que el Universo que conocemos, actualmente en expansión, podría desgarrarse. Básicamente, demasiada energía oscura producida por esta misma expansión podría superar a las fuerzas que mantienen unida la materia y, por consiguiente, desgarrarla.

Tal vez no sea un pensamiento optimista, pero el fin del mundo es un tema que lleva recorriendo la mente de la humanidad por milenios. Ahora, en esta época, una de esas predicciones terribles proviene de las matemáticas y de la física. La teoría del Big Rip dice que, en algún momento del futuro lejano, el universo podría llegar a desgarrarse con todo lo que existe en él: desde las galaxias hasta los átomos. En terminos sencillos, triturarse.

«De alguna manera, suena más a ciencia ficción que a realidad», mencionó el físico teórico Dr. Robert Caldwell de Dartmouth, quien propuso por primera vez esta idea dramática en un artículo de 2003.

Los antecedentes de la teoría del Big Rip

Este modelo de desgarramiento se basa en la noción de expansión del Universo, presentada en sus inicios por Albert Einstein en “La constante cosmológica y complementada por Edwin Hubble. Eventualmente, en esta expansión se llegará a un punto en el que todas las fuerzas que mantienen nuestro universo unido serían superadas por la energía oscura, que lo separa. Hay que entender que la energía oscura es una fuerza bastante misteriosa que se cree al día de hoy que constituye el 68% de la energía del universo observable. Si esta energía llega a abrumar las fuerzas nucleares gravitacionales y electromagnéticas, el universo literalmente se desmoronaría.

Albert Einstein fue de los primeros en hablar de las teorías de expansión del Universo

Un nuevo modelo de la teoría del Big Rip, publicado en 2015, dio con la fecha en que todo esto sucedería: dentro de unos 22 mil millones de años. El modelo fue desarrollado por el profesor Marcelo Disconzi de la Universidad de Vanderbilt .

Explicación visual de la teoría del Big Rip

Pero, ¿qué pasará con las galaxias y las estrellas? Ningún objeto podrá escapar de este destino. De nuevo, según estos cálculos, si todo permaneciera milagrosamente como hasta ahora y presumiendo que el Sol y la Tierra todavía existieran, se trataría tan solo de un cálculo teórico en el cual nuestro apocalipsis llegaría con la destrucción de la Vía Láctea. Nuestra galaxia quedaría hecha añicos 32.9 millones de años antes del Big Rip final. Para llegar a ese momento, dos meses antes la Tierra sería arrancada de la órbita del Sol. Cinco días antes, desaparecería la Luna, el Sol se destruiría 28 minutos antes del fin de los tiempos y la Tiarra, explotaría a 16 minutos. Todo esto, calculado a partir de lo que los científicos saben a día de hoy sobre la energía oscura.

De cualquier forma, hay un lado positivo a todo esto y es que nosotros no estaremos ahí para verlo.

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