80 años después de su creación, Tom y Jerry es una de las animaciones más queridas y populares alrededor de todo el mundo. A lo largo de su historia cautivó no solo a los más pequeños, sino también a buena parte de la audiencia joven y adulta.

Las historietas cuentan el día a día de la enemistad entre un gato doméstico y un ratón molesto que interrumpe constantemente su tranquilidad. La astucia de Jerry hace que casi siempre se salga con la suya, desquiciando a un Tom resignado que termina cayendo en prácticamente todas sus trampas.

El origen de Tom y Jerry y primer cortometraje

Tom y Jerry surgen en un contexto de alta competencia entre los estudios de animación más importantes de las primeras décadas del siglo XX. Por aquel entonces, Disney ya había presentado a su icónico Mickey Mouse y Warner Brothers no se quedaba atrás con los primeros personajes de los Looney Tunes, como Porky Pig.

Fue en ese momento cuando Bill Hanna y Joe Barbera, creadores del equipo de animación de la Metro Goldwyn Mayer, quisieron formar parte del creciente mercado del entretenimiento con dos nuevos personajes. Tras varios intentos infructuosos, crearon con Tom y Jerry un concepto simple pero ganador, a partir del conflicto entre un gato y un ratón.

El primer cortometraje animado de Tom y Jerry se presentó en 1940 bajo el título Puss gets the Boot, traducido al español como El gato se gana el zapatazo. Los personajes se llamaban en un principio Jasper y Jinx, nombres que cambiaron a Tom y Jerry cuando se hizo patente el éxito del debut y parecía emerger cierta demanda de la caricatura.

Ese primer capítulo le dio al estudio una nominación al Oscar al mejor corto animado, un evidente triunfo en un mercado dominado por la rivalidad y el recelo entre las productoras.

Escena del primer cortometraje de Tom y Jerry, Puss gets the Boot
Escena del primer cortometraje de Tom y Jerry, Puss gets the Boot, estrenado en 1940

Las características de la animación que la llevaron al éxito

Hanna y Barbera habían crecido bajo la influencia del cine mudo y las películas de Charles Chaplin. Este factor fue clave a la hora de diseñar las características de Tom y Jerri, una animación carente de diálogo en el que la música aporta todos los componentes sonoros para complementar la historia.

Aunque a finales de los años 20 Hollywood ya no producía películas mudas, ambos creadores mantuvieron su estilo. Incluyeron al compositor Scott Bradley para agregar la banda sonora y perfeccionaron el recurso narrativo, hasta el punto de crear esa relación indivisible que existe entre la música y las imágenes de persecución eterna entre el gato y el ratón.

Esta primera etapa de Tom y Jerry, que duraría dos décadas más, se considera la mejor de toda la historia de la serie. En ella se crearon más de 100 cortometrajes bajo la supervisión de Hanna y Barbera, con un coste de producción en torno a 50,000 dólares cada uno y varias semanas de trabajo por pieza.

La simplicidad de las historietas, reducidas a la relación antagonista de los personajes, se convirtió en algo atemporal. A pesar del paso del tiempo, los capítulos se mantienen vigentes e imperecederos. Un elemento clave para el éxito de la serie que terminó por convertirse más en un arte que en mero entretenimiento.

Escena de Tom y Jerry en su etapa inicial liderada por Hanna y Barbera
Escena de Tom y Jerry en su etapa inicial liderada por Hanna y Barbera

Los cambios en la producción de Tom y Jerry a mitad del siglo XX

A mediados de la década de los 50 Hanna y Barbera asumieron la dirección del equipo de animación de la Metro Goldwyn Mayer. Por aquel entonces, la televisión empezaba a hacerse un hueco en la industria del entretenimiento, hecho que mermó los ingresos de los estudios y llevó al cierre del departamento en 1957.

Ante tal situación, Hanna y Barbera crearon sun propia productora. Poco después, la Metro retomó la animación sin ellos, contratando un estudio más barato en Praga, capital de la antigua Checoslovaquia.

Esta nueva etapa fue liderada por el animador Gene Deitch, que partía de poco presupuesto y un equipo con vagos conocimientos de la serie original. La inclusión de nombres checos en los títulos de crédito comenzó a ser un problema en pleno auge de la Guerra Fría. Ante la posibilidad de que la audiencia relacionase la serie con el comunismo, decidieron «americanizar» los nombres para evitar falsas apariencias.

Para buena parte de la audiencia, esta etapa fue la peor de toda la trayectoria de Tom y Jerry. Época que dio paso a una nueva transición hacia las manos de un nuevo productor conocido por su trabajo para Warner Brothers y los Looney Tunes, Chuck Jones.

Jones hizo algunas transformaciones en la serie. Cambió el aspecto de los personajes y modificó algunos trazos en el dibujo, aportando el sesgo de sus proyectos anteriores y otras influencias.

Escena de Tom y Jerry en la era de Chuck Jones en la que se notan los cambios de trazo y rasgos de los personajes
Escena de Tom y Jerry en la era de Chuck Jones en la que se notan los cambios de trazo y rasgos de los personajes

Otros éxitos de Hanna Barbera y su regreso con Tom y Jerry

Mientras tanto, la productora Hanna Barbera desarrolló otros personajes y series animadas que alcanzaron el mismo éxito que las historietas de Tom y Jerry. Adaptándose a sus condiciones de presupuesto y las nuevas demandas del mercado, desarrollaron un nuevo estilo de animación con varios recursos que ahorraban tiempo y costes. Algunos de sus personajes más sonados son Huckleberry Hound, El oso Yogi, Los Picapiedra, Los Supersónicos, Don Gato y su pandilla o Scooby Doo.

Hacia los años 70, ambos animadores regresaron de nuevo a sus orígenes retomando Tom y Jerry, aunque nunca lograron devolverle el liderazgo que había obtenido en sus inicios. El paso de los años había modificado en muchos aspectos los límites morales del contenido de entretenimiento. Lo que forzó a cambiar algunas escenas y varios recursos antiguamente utilizados en las historietas.

En las últimas décadas Tom y Jerry pasó por varias transformaciones e incluso versiones más infantiles de su serie o adaptaciones al cine musical. Finalmente Hanna y Barbera fallecieron en 2001 y 2006 respectivamente, dejando todos los derechos a Warner Brothers, quien los conserva en la actualidad.

Como espectadora fiel a esta excelente caricatura y pese a las muchas transiciones y cambios de productora, reconozco que Tom y Jerry siempre ha sido mi animación favorita y una de las mejores de toda la oferta televisiva. Por mucho que cambien las cosas y el tiempo pase, la esencia del gato y el ratón más famosos de la tele siempre permanecerá en todas y cada una de sus persecuciones interminables.

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