Sherlock Holmes es un personaje de ficción creado por el escritor escocés Arthur Conan Doyle, cuya mejor descripción sería el prototipo de detective intelectual moderno.

Holmes apareció por primera vez en el libro Un estudio en escarlata de Conan Doyle, publicado en el Anuario de Navidad de Beeton del año 1887. Como el primer y único detective consultor del mundo, persiguió a los criminales en el Londres victoriano, al sur de Inglaterra y Europa continental. El detective de ficción tuvo un impacto muy singular en el imaginario colectivo y es considerado el personaje más perdurable en la historia del género.

Un estudio en escarlata de Arthur Conan Doyle, primera aparición de Sherlock Holmes
Un estudio en escarlata de Arthur Conan Doyle, primera aparición de Sherlock Holmes

El nacimiento del detective

Conan Doyle modeló los métodos y gestos de Holmes a partir de los del Dr. Joseph Bell, quien había sido su profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Edimburgo. En particular, la asombrosa y característica capacidad de Holmes para recopilar evidencias basada en sus perfeccionadas habilidades de observación y razonamiento deductivo era muy similar al método de Bell para diagnosticar las enfermedades de sus pacientes.

Holmes tenía una metodología compleja basada en un principio: cuando se ha excluido lo imposible, lo que queda, por improbable que sea, debe ser la verdad. Sus habilidades de detección hacen una transición que va desde la especulación al hecho, y posteriormente se las explica su compañero, el Dr. John H. Watson. Este personaje representa a todos los lectores que se avocan a solucionar el acertijo de la trama.

Aunque Holmes rechaza los elogios y declara que sus habilidades son «elementales», la archiconocida cita «elemental, mi querido Watson» nunca aparece en los escritos de Conan Doyle.

La descripción de Sherlock Holmes

Las narraciones de Watson describen a Holmes como un personaje muy complejo y de mal humor, considerablemente desordenado. Su domicilio en Londres en el 221B de Baker Street es atendido por su ama de llaves, la Sra. Hudson. Holmes parece sufrir episodios de manía y depresión, acompañados de prácticas de violín y algunos malos hábitos como fumar en pipa y consumir cocaína.

A lo largo de las cuatro novelas y 56 cuentos protagonizados por Holmes, se repiten varios personajes, incluido el torpe inspector de Scotland Yard, Lestrade. Otras personalidades son el grupo de árabes conocidos como los Irregulares de Baker Street, que Holmes emplea habitualmente como informantes. El hermano del propio Sherlock, Mycroft, más sabio pero menos ambicioso. Y por último, el formidable némesis del detective, el profesor James Moriarty a quien Holmes considera el Napoleón del crimen.

Afirmando que Holmes lo distrajo de hacer cosas mejores, Conan Doyle intentó matarlo en 1893. Durante una violenta pelea en las cataratas Reichenbach de Suiza, tanto Holmes como su enemigo a muerte, el profesor Moriarty, terminan luchando al borde de un precipicio y cayendo hacia un fin inconcluso.

Ilustración de la muerte de Sherlock Holmes
Ilustración de la muerte de Sherlock Holmes

El clamor popular contra la desaparición del personaje fue tan grande que hasta la Familia Real británica reflejó su angustia. Los hombres llevaban bandas negras de luto y más de 20,000 lectores cancelaron sus suscripciones a la revista Strand, donde Holmes aparecía regularmente. Por demanda o exigencia popular, Conan Doyle resucitó a su detective en el cuento La aventura de la casa vacía en el año de 1903.

De los libros al cine

El detective siguió siendo una figura popular en el siglo XXI. El personaje de Sherlock Holmes ha trascendido en multitud de ocasiones hacia otros medios y es ampliamente conocido tanto en el escenario como en la pantalla. El primer actor en ensayar el papel fue William Gillette, miembro fundador de la sociedad Holmes de Nueva York, conocida popularmente como Baker Street Irregulars. Gillette realizó varias representaciones teatrales populares a principios del siglo XX.

Los que más tarde interpretaron al ilustre personaje fueron Basil Rathbone, Peter Cushing, Jeremy Brett, Robert Downey Jr., Benedict Cumberbatch, Jonny Lee Miller y Henry Cavill. Irónicamente, dos de los emblemas de Holmes, su pipa de espuma de mar y su sombrero de cazador de ciervos, no son originales de los escritos de Conan Doyle, sino que fueron agregados por terceros en la década de 1930.

Holmes y Watson interpretados por Robert Downey Jr. y Jude Law
Holmes y Watson interpretados por Robert Downey Jr. y Jude Law

Sherlock Holmes y el Dr. House

La popular serie de televisión House M.D. acumula una serie de coincidencias y referencias muy claras al detective Sherlock Holmes, ya sean accidentales o intencionales.

En primer lugar, Hugh Laurie, quien interpreta al protagonista Dr. Gregory House, es británico, y su alter ego es como un Sherlock Holmes de la medicina que muestra muchas de sus características principales.

Tiene una renuencia excepcional a aceptar un caso que no sea lo suficientemente interesante para su intelecto, que no sea un enigma. Una vez que se involucra con algún paciente, utiliza la observación para resolver los acertijos más complejos, que en su gran mayoría dependen de un puzzle mental que tiene que ver con el psicoanálisis.

Dr. House
Dr. House

El personaje de House también cuenta con una terrible adicción a las drogas. Debido a un problema físico, recurre constantemente al Vicodin para sobrellevar una vida de dolor, en comparación con la cocaína que consume Holmes.

Otras referencias son más sutiles, como la dirección de su vivienda, el 221B, que es la misma. Ambos se caracterizan por su pasión por la música y la interpretación, en House al piano, la guitarra y la armónica; en Holmes al violín. Por último, el amigo fiel, confidente y cómplice: el Dr. James Wilson como una referencia obvia y directa al mismísimo Dr. John Watson.  

Sherlock Holmes y el Dr. House son dos nihilistas puros, racionales, lógicos y ecuánimes. Soberbios y altaneros por la misma conciencia de saberse por encima del resto al dejar de lado su componente emocional. Guiándose solamente por su intelecto, su juicio y entendimiento objetivo. Sin lugar a dudas, la mejor representación en tributo al personaje más querido de la ficción, Sherlock Holmes.

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