A medida que los géneros de los videojuegos se fueron diversificando, el término NPC adquirió mayor relevancia entre los desarrolladores y los jugadores. Especialmente en juegos de mundo abierto y en modo historia. Por sus siglas en inglés significa non playable character, «personaje no jugador». Y no es en absoluto un elemento inventado en esta industria, sino que viene de mucho más atrás.

Se trata de un personaje habitual traido de los juegos de rol de mesa tradicionales como Dragones y Mazmorras. En ellos, el game master lo controla en el transcurso de la partida.

En el mundo de los videojuegos, esta figura o figuras sirven como complemento en la historia. Generan subtramas alternativas o añaden nuevos cursos y giros argumentales a la línea narrativa principal.

Cada vez es más frecuente que la evolución del juego dependa de la interacción del protagonista con los NPC. Se sirven de la inteligencia artificial de los videojuegos de decisiones, por ejemplo, para llevar la historia por uno u otro camino.

De los juegos de mesa a los videojuegos de primera generación

La reciente oleada de historias de ficción que recuerdan las modas de la década de los 80 mencionan, en gran parte, los antiguos juegos de rol de mesa tan populares en aquella época. Para las generaciones más jóvenes y lejanas a aquellos tiempos, este tipo de entretenimiento sonará arcaico y obsoleto, pero no se aleja tanto a los pasatiempos actuales de las videoconsolas.

El NPC es un elemento común en ambos casos, y en aquellos juegos de mesa, era uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de la historia y del rol de los jugadores participantes. Sin poder intervenir en las características de ese personaje no jugador, el director del juego exponía sus características y movimientos, influyendo en las decisiones e interpretaciones del resto de compañeros y creando un punto de inflexión en la historia.

Del mismo modo sucedió en los primeros videojuegos de arcade. Inicialmente los NPC de los videojuegos contaban con una programación preestablecida que definía un tipo de interacción específica básica con el jugador principal. En ocasiones estaba controlado por los mismos desarrolladores, aunque esto no era lo más frecuente.

Por definición, el NPC debe tener una actitud neutral hacia el protagonista. Si tiene un comportamiento hostil pasa a considerarse villano, jefe o enemigo durante el juego, aunque las líneas que separan a unos y otros pueden ser algo difusas.

Con el paso del tiempo y la evolución de la industria, los NPC adquirieron mayor relevancia en todo sentido, especialmente con la inclusión de la inteligencia artificial.

Los NPC en los videojuegos más recientes

Actualmente los NPC cuentan con una programación mucho más compleja que despliega una amplísima variedad de interacciones con el personaje principal. Estas interacciones dependen de múltiples factores como el momento en la historia, la ubicación en el mapa o el personaje que el jugador maneje.

El número de personajes no jugadores de los títulos más recientes es cada vez más alto. Especialmente en géneros de mundo abierto y decisiones, en los que los NPC alcanzan una importancia mucho más trascendente.

Con la tecnología de inteligencia artificial, el NPC puede desarrollar un tipo de interacción determinada en función al contexto y lo que esté experimentando el jugador. En caso de un mundo abierto, el gamer puede toparse con un NPC en un punto del mapa que hubiera ejecutado un diálogo diferente de haberse encontrado en otro lugar o más tarde en la historia.

Estas posibilidades se deben a que los NPC actuales aprenden, literalmente, del comportamiento del jugador, imitándolo y adaptando su interacción con base en él. Las tramas subsecuentes de estas interacciones influyen a su vez en las decisiones del jugador y el transcurso de su juego. Pudiendo cambiar radicalmente el resultado final si así lo permite el género.

Casos como Red Dead Redemption, GTA, Final Fantasy, Cyberpunk 2077 o Detroit Become Human se fundamentan, en gran parte, por la intervención de los NPC. Y probablemente esa sea la forma de evolucionar la jugabilidad e historia de los videojuegos, tratando de emular lo más fielmente posible las relaciones sociales de la vida real.

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