Hoy en día pueden descargarse infinidad de videojuegos directamente a la consola, conseguirlos en una tarjeta de memoria o en un cd. Pero en la década de 1970 solo se obtenían instalados directamente, hasta que se inventaron los cartuchos. La innovación del ingeniero electrónico y «padre del juego moderno» Jerry Lawson hizo posible la distribución física de la industria.

Como director de ingeniería y marketing de la división de videojuegos de la empresa Fairchild, Lawson y su equipo revolucionaron el mercado con el desarrollo del Fairchild Channel F. Un competidor del Atari 2600 y la primera consola que usaba cartuchos de videojuegos.

Un genio adelantado a su tiempo

Lawson estudió en Queens College y City College of New York, pero sus habilidades autodidactas de ingeniería lo llevaron directamente al floreciente Silicon Valley de California.

En 1970 comenzó su carrera en la empresa Fairchild, una compañía de semiconductores donde trabajó como ingeniero de campo. Allí interactuó con otras personas que más tarde se volverían los más influyentes en la industria tecnológica, como Steve Wozniak y Steve Jobs, en el Homebrew Computing Club.

Fue mientras trabajaba en Fairchild cuando la empresa requirió que Lawson desarrollara en tiempo récord una consola usando su microprocesador F8. Así surgió en el Chicago Consumer Electronics Show en junio de 1976 la Fairchild Channel F. La primera consola de videojuegos doméstica basada en cartuchos.

La Fairchild Channel F y los cartuchos de videojuegos

Aunque la consola de Fairchild despertó cierto interés cuando se lanzó al mercado en el otoño de 1976, no fue exactamente un éxito rotundo. Al año siguiente Atari presentó su prototipo 2600 y con él dominó la industria, opacando al sistema de Lawson. Atari era experto en juegos, por lo que estaban mejor equipada para abordar el mercado de los sistemas domésticos.

Sin embargo, Fairchild también introdujo por primera vez el control joystick de 8 posiciones, mismo que Atari copiaría posteriormente. Así como el mecanismo de pausa. Su logro más significativo fue el uso de cartuchos intercambiables, que resultó revolucionario. El potencial de jugar docenas, o incluso cientos de juegos individuales en una plataforma, abrió la posibilidad de vender millones de videojuegos.

El legado de Lawson

Después de dejar Fairchild, Lawson continuó trabajando como ingeniero. Y fundó la primera empresa dedicada exclusivamente al desarrollo de videojuegos, Black, Videosoft.

En la última década obtuvo una atención renovada gracias a diversas figuras importantes de la industria que recalcaron su trabajo. Como resultado, la Asociación Internacional de Desarrolladores de Juegos lo honró en 2011. En 2019, Lawson recibió el premio póstumo de Xbox Gaming Heroes en los Game Developer’s Choice Awards.

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