Desde un punto de vista geográfico y cartográfico, la Tierra se divide vertical y horizontalmente en líneas imaginarias que llamamos meridianos y paralelos. Estas fracciones conceptuales sirven para objetivos de orientación y horario, determinando puntos de latitud y longitud que representan ubicaciones exactas alrededor de todo el globo. Es difícil imaginar que estos conceptos, puramente científicos, puedan guardar alguna relación con el misterio y lo inexplicable. Pero existen algunas extrañas coincidencias entre varios acontecimientos y catástrofes de la historia con una de estas líneas, el paralelo 33.

El paralelo 33 según la geografía

De acuerdo a estas leyes geográficas, la Tierra se despliega en una serie de coordenadas a partir del meridiano 0, también conocido como meridiano de Greenwich, y el paralelo 0, el Ecuador. A partir de este cuadrante en concreto que divide la Tierra de manera horizontal, se distinguen los paralelos norte y los paralelos sur. Los más conocidos, por su relación con los fenómenos solares en tanto a la traslación y rotación de la Tierra, son el Círculo polar ártico, el Círculo polar antártico, el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio. Además, evidentemente, del Ecuador mismo. Sin embargo, parece ser que entre todos ellos el paralelo 33, tanto norte como sur, guarda algunas características un tanto peculiares.

El paralelo 33 norte atraviesa los países de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia en el norte de África. Israel, Siria, Jordania, Irak, Irán, Afganistán y Pakistán en Oriente Medio. India, China y Japón en Asia oriental. Y California, Arizona, Nuevo México, Texas, Luisiana, Mississippi, Alabama, Georgia y Carolina del Sur en Estados Unidos.

El paralelo 33 sur atraviesa Sudáfrica, Australia, Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, abarcando mucha más porción de agua en los Océanos Atlántico, Pacífico e Índico.

Distribución de paralelos y meridianos del planeta
Fuente de la imagen: Epicentro Geográfico

Los misterios y las extrañas coincidencias

Una vez tenemos ubicada esta línea específica alrededor del planeta, podemos revisar los acontecimientos que sucedieron sobre ella a lo largo de la historia. Para muchos hay una extraña relación entre el paralelo 33 y algunas de las catástrofes políticas, naturales y sociales que marcaron un antes y un después. Pero las teorías se remontan mucho más atrás, a la numerología y hasta los símbolos religiosos.

Como en otras ocasiones, debemos analizar este asunto con la mayor objetividad posible y atendiendo a la lógica y el sentido común. Lo que no quita, en cualquier caso, que podamos sorprendernos por las casualidades y las anomalías.

Hay conspiraciones que se fundamentan en el 33 como un número «mágico», vinculado desde tiempos inmemoriales a los fenómenos inexplicables. Se le relaciona con la hermandad Illuminati, es la edad a la que murió Cristo según la Biblia y un número, en definitiva, que tiene grandes significados en varias creencias y culturas. Pero llegados a este punto, ¿qué hechos sucedieron en el paralelo 33 como para haber despertado el interés de los más curiosos?

Los acontecimientos de la historia que ocurrieron en el paralelo 33

Quizá uno de los enclaves más enigmáticos del planeta sea el Triángulo de las Bermudas. Las extrañas desapariciones de barcos y aviones en ese punto exacto entre Miami, las Bermudas y Puerto Rico convirtió esta área geográfica en casi un mito. Como no podía ser de otro modo, por él pasa el paralelo 33.

Adentrándonos más en el misterio, los fenómenos OVNI son, por lo visto, un común denominador a lo largo de esta línea. En 1993 se registró un avistamiento en Phoenix, Arizona. Lo que en un primer momento se identificó como una explosión en un transformador de la red eléctrica, más tarde fue desmentido. El medio informativo Fox Phoenix 10 filmó unas luces blancas y brillantes a las que no se pudo dar explicación. Cuatro años más tarde se filmaron otras esferas brillantes moviéndose en forma de V en la misma ciudad. Las conocidas luces de Phoenix.

Captura de las luces avistadas en Phoenix, Arizona, en 1977
Captura de las luces avistadas en Phoenix, Arizona, en 1977
Fuente de la imagen: Univisión

Durante la II Guerra Mundial hubo una avistamiento en Los Ángeles que por obvias razones movilizó al ejército estadounidense quien sospechaba de algún ataque enemigo. Aunque el radar no detectaba nada, la noche del 24 al 25 de febrero de 1942 se observó una formación de objetos sin identificar que creó el pánico entre los habitantes. Los vigías del bando aliado identificaron unos objetos plateados que se movían lentamente y el suceso se relacionó con un apagón eléctrico que duró 5 horas. Los documentos registrados se desclasificaron en 1974, según las fuentes, pero el suceso sigue siendo de origen desconocido.

El asesinato de John Kennedy en 1963 ocurrió en Dallas. También en el paralelo 33. El mayor reactor nuclear de este país se encuentra en Palo Verde, Arizona, sobre el paralelo 33. La Gran Pirámide de Giza, la falla de San Andrés, Hiroshima y Nagasaki, todos están sobre esta línea.

Incidentes como el tiroteo de Tucson Arizona de 2011, el terremoto de Japón del mismo año y gran parte de las guerras de Oriente Medio, ocurrieron sobre el mismo paralelo.

La delgada línea entre las casualidades y las causalidades

El morbo, la frivolidad o la curiosidad misma son un arma de doble filo. Es muy fácil que enumeremos determinados eventos de la historia y podamos relacionarlos con un punto concreto del planeta por alguna razón desconocida. Más fácil aún es asociar los sucesos con asuntos de otro mundo, con enigmas y conspiraciones que más que dar explicación, la emborronan.

Quién sabe si el paralelo 33 tiene particularidades que lo distinguen del resto de líneas en el mapa. Quién sabe si hay algún tipo de fenómeno geológico natural, como el magnetismo, que influya de algún modo en el transcurso de la vida. Lo más probable es que no haya ninguna relación entre esta línea y nuestra historia. Porque por muchos eventos sucedidos en este lugar del planeta, sucedieron otros tantos muy lejos de él.

Como hemos visto en otras ocasiones, estas teorías no dejan de ser curiosas o interesantes. Pero no debemos tomarlas como verdad absoluta y determinante sin antes investigar y contrastar la información. Todo queda, al final, expuesto al juicio de nuestro criterio, nuestro punto de vista y nuestro gusto por la singularidad.

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