Grigori Rasputín fue un monje de origen ruso que vivió durante los últimos años del Imperio. Saltó a la fama en la sociedad de Rusia a partir de 1905 porque la familia real en ese momento, dirigida por el Zar Nicholas y su esposa Alexandra, creía que poseía la capacidad de curar a su hijo, Alexei, que padecía hemofilia.

Finalmente, cayó en desgracia entre la élite ya que el país experimentó una considerable agitación política que condujo a la Revolución Rusa. Ese fue el origen de su asesinato, cuyos detalles sangrientos han ayudado a hacer de Rasputín una de las figuras más polémicas y conocidas de la historia.

La infancia de Rasputín

Grigori Rasputín nació en Pokrovskoye, un pequeño pueblo de la provincia de Siberia, Rusia, en el año 1869. Como muchas de las personas en aquel momento, creció en una familia de campesinos. Pero más allá de las normalidades del estilo rural, la vida temprana de Rasputín sigue siendo principalmente una misterio.

Hay quien afirma que era un niño problemático, propenso a pelear y que había pasado unos días en la cárcel debido a su comportamiento violento. Pero no hay mucha validez en estas historias ya que fueron escritas por personas que probablemente no conocieron a Rasputin durante su infancia y fueron influenciados por opiniones ajenas.

Parte de la razón por la que se sabe tan poco sobre los primeros años de la vida de Rasputín es que él, y quienes lo rodeaban, probablemente eran analfabetos. Pocas personas que vivían en las zonas pobres de Rusia tenían acceso a la educación formal, lo que condujo a bajas tasas de alfabetización y malos archivos históricos.

Sin embargo, sabemos que en algún momento en sus veintes, teniendo una esposa y varios hijos, algún suceso desconocido le hizo abandonar repentinamente su ciudad natal. Emprendió una peregrinación en 1897 (cuando tenía 28 años), y esta decisión alteraría dramáticamente el curso del resto de su vida.

Rasputín junto a sus hijos
Rasputín junto a sus hijos

Las peregrinaciones del «monje loco»

Se cree que Rasputín dejó su hogar por primera vez con fines religiosos o espirituales alrededor de 1892, pero regresó con frecuencia a su ciudad de origen para cumplir con sus obligaciones familiares. No obstante, después de su visita al Monasterio de San Nicolás en Verkhoturye en 1897, Rasputín se convirtió en un hombre distinto. Comenzó a realizar peregrinaciones cada vez más largas, llegando incluso hasta el sur de Grecia.

Es importante señalar que Rasputín nunca hizo votos para convertirse en monje, por lo que su apelativo, «El Monje Loco», era un nombre inapropiado.

Durante estos años de peregrinación, hacia finales del siglo XIX, Rasputín comenzó a reunir un pequeño número de seguidores. Tenía una personalidad realmente poderosa, una que fácilmente le permitía influir en quienes lo rodeaban, por lo general haciéndolos sentir bastante a gusto y seguros a su alrededor. Teólogos y filósofos debatieron sobre si era realmente un hombre dotado de talentos mágicos o no, podría decirse que tenía algún tipo de energía atrayente que infundía respeto en los demás.

El contexto político de Rusia entre los siglos XIX y XX

Para comprender la historia de Rasputín y por qué se ha convertido en una figura tan importante en la historia rusa, hay que analizar el contexto en el que vivió.

Rasputín llegó a San Petersburgo en un momento de gran agitación social en el Imperio Ruso. El gobierno zarista, que gobernó como una autocracia y mantuvo un sistema de feudalismo desde siglos atrás, estaba empezando a desmoronarse.

El Zar Nicolás II, que estuvo en el poder entre 1894 y 1917, no estaba seguro acerca de su capacidad para gobernar lo que obviamente era un país en ruinas. Había creado muchos enemigos entre los nobles, que veían el estado del imperio como una oportunidad para expandir su poder, influencia y estado. Todo esto llevó a la formación de una monarquía constitucional en 1907, lo que significaba que el Zar, por primera vez, necesitaría compartir su poder con un parlamento, así como con un primer ministro.

Mientras todo esto ocurría, Rasputín logró acercarse al Zar y eventualmente se convirtió en un chivo expiatorio para sus rivales políticos, mientras buscaban debilitar a Nicolás II y mejorar su propia posición en la sociedad.

Rasputín se encontró con el Zar y su esposa, por primera vez, en 1905. Se las arregló para reunirse con ellos varias veces más, hasta conocer a sus hijos, volviéndose alguien muy cercano a la familia y de gran confianza. De alguna forma, creían que él tenía capacidades curativas y algún tipo de poder capaz de sanar la hemofilia de uno de sus hijos, Alexei.

Las supuestas capacidades curativas de Rasputín

La hemofilia es un trastorno que afecta mayormente a los varones y provoca que la sangre no coagule con normalidad, por lo que cualquier herida abierta puede ser un problema grave para la salud del enfermo.

Una de las teorías sobre la influencia de Rasputín en la enfermedad del niño se basa en que le transmitía la tranquilidad suficiente para mitigar sus efectos.

Otra hipótesis cuenta que Rasputín aconsejó a la familia alejar a todos los médicos del niño durante una hemorragia. Algo que, supuestamente, funcionó como un milagro y fue considerado un ejemplo del poder mágico y sanador del ruso.

Los historiadores modernos creen que esto dio resultado porque la medicina más común de aquel momento era la aspirina. Un compuesto que no podría detener el sangrado, sino todo lo contrario, ya que ayuda a diluir la sangre contra posibles trombos y coágulos. Por lo tanto, al evitar a los médicos, evitó también la ingesta de un medicamento que lo habría matado.

Hay una tercera teoría que dice que Rasputín era un hipnotizador entrenado. Según esto, sabía cómo calmar al niño con trucos psicológicos para que dejara de sangrar.

Aunque lo más probable es que Rasputín no tuviera ningún tipo de poder ni capacidad curativa, lo cierto es que en aquel tiempo surgió todo un misterio a su alrededor. Una especie de mito o de leyenda viva que lo acercó al círculo más íntimo de la familia real, llegando a ser incluso un asesor de confianza incondicional.

Rasputín con el Zar Nicolás II y su familia
Rasputín con el Zar Nicolás II y su familia

El recelo por su cercanía al Zar

A medida que Rasputín se iba acercando al centro de poder ruso, levantaba más sospechas y recelos entre los nobles y la élite del país. Lo veían con envidia y desconfianza por su relación con el Zar, y decidieron dañar su reputación haciendo ver al resto que lo controlaba y manipulaba para su propio beneficio político.

Urdieron un plan para exagerar y denostar su imagen, presentándolo como bebedor y desviado sexual. Cabe señalar que algunas de estas acusaciones se basaban hasta cierto punto en la verdad, ya que el ruso era conocido por tener muchos amantes.

Estas críticas se intensificaron después de 1906, cuando la nueva Constitución otorgó a la prensa mucha más libertad. Rasputín se convirtió en un blanco fácil por temor a las consecuencias de atacar directamente al Zar.

La relación de Rasputín con la emperatriz Alexandra

La relación de Rasputín con Alexandra es otro de los grandes misterios de esta historia. Las evidencias parecen sugerir que ambos tenían una relación más estrecha que la del propio Zar.

Hubo rumores de que eran amantes, pero esto nunca se ha demostrado. Sin embargo, cuando la opinión pública se volvió contra Rasputín y los miembros de la corte rusa comenzaron a verlo como un problema, Alexandra se aseguró de protegerlo. Esto causó más tensión y fortaleció la idea extendida de la influencia del ruso sobre la familia real, cosa que perjudicó aún más la reputación de todos ellos.

La muerte de Rasputín

El asesinato real de Rasputín es una historia muy discutida y llena de ficción, que incluye todo tipo de disparates y mitos sobre la capacidad del ruso para evadir la muerte.

Como resultado, ha sido muy difícil para los historiadores encontrar una versión real que describa el final de este personaje. Además, fue asesinado a puerta cerrada, lo que ha hecho que sea aún más difícil determinar exactamente lo que sucedió. Pese a todo, la versión más extendida de la muerte de Rasputín es la siguiente.

El noble aristócrata Felix Yusupov había invitado a cenar a Rasputín al Palacio Moika. Durante la fiesta, el monje consumió, supuestamente, una gran cantidad de vino y comida, alimentos que estaban envenenados. Al ver que esto no daba resultado, Yusupov sacó su arma y le disparó directamente en el pecho.

En este punto, se dice que Rasputín cayó al suelo sin vida, pero tras unos instantes se levantó milagrosamente, dirigiéndose hacia la puerta para tratar de huir y salvarse. En su intento por salir recibió más disparos de otras personas presentes, matándolo «por segunda vez» y corroborando su muerte arrojándolo al río Malaya Nevka en el año 1916.

El cuerpo sin vida de Rasputín
El cuerpo sin vida de Rasputín

Hay algunas historias que cuentan cómo castraron y desmembraron a Rasputín antes de lanzarlo al río, probablemente como castigo por sus pecados de libertinaje. Ninguno de los hombres involucrados en los sucesos enfrentó cargos criminales, Rasputín estaba considerado enemigo del estado y no se hizo un seguimiento del caso por falta de interés.

En el año 1917 tuvo lugar la Revolución Bolchevique, que puso fin a la autocracia zarista y preparó el camino para la formación de los Estados Socialistas Soviéticos Unidos (URSS).

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