En 1976, los amantes del cine de terror conocieron The Omen (La profecía). Una película dirigida por Richard Donner y protagonizada por Gregory Peck. La trama gira en torno a una familia que experimenta una serie de eventos misteriosos y muertes trágicas. Coincidiendo con la llegada de un hijo adoptivo que resultaría ser el Anticristo.

La película fue un éxito en taquilla y la crítica la recibió con buenos comentarios. Sin embargo, durante el rodaje, algunos sucesos parecieron traspasar las fronteras entre la ficción y la realidad.

Los primeros pasos de ‘The Omen’

En 1973, el productor Harvey Bernhard escuchó la idea de esta película de un amigo llamado Bob Munger. Aunque fue un simple comentario, a Bernhard le fascinó la historia, así que se puso manos a la obra para llevarla a la gran pantalla. Es aquí donde empiezan las cosas extrañas.

Conforme avanzaba el proyecto, Munger se sentía más temeroso de las consecuencias de continuar con él.

 “Si la mayor habilidad del diablo es ser invisible y haces algo que le quite esa invisibilidad ante millones de personas, créeme, no permitirá que suceda”.

Comienzan los accidentes

Las palabras de Munger resultaron proféticas, pues una serie de eventos siniestros comenzaron a presentarse durante la producción de la película.

Apenas dos meses antes de que iniciase el rodaje, el hijo del actor protagonista, Gregory Peck, se quitó la vida pegándose un tiro. A causa de la noticia Peck tomó un vuelo de inmediato a Londres y, durante el viaje, el avión recibió el impacto de un rayo.

Estos misteriosos rayos empezaron a seguir tanto al personal de producción como al elenco. David Seltzer, el guionista principal, fue alcanzado por uno mientras volaba en un avión comercial. De la misma forma que el productor ejecutivo Mace Neufeld en un incidente separado. El propio Harvey Bernhard estuvo a unos cuantos metros de recibir otro impacto mientras caminaba por Roma.

Poco después empezaron los accidentes automovilísticos. Durante el rodaje se sucedieron varios que involucraron a miembros del equipo, incluido Gregory Peck y Richard Donner.

Tragedias durante la filmación de la película

Mientras The Omen se rodaba, el hotel donde se alojaba el director y los productores sufrió un atentado con bomba que se adjudicó el Ejército Republicano Irlandés (IRA). En otro episodio desconcertante mientras filmaban en Israel, reservaron un vuelo para trasladar a Peck y otros miembros del elenco. Pero, la aerolínea lo cambió de último momento. Ese mismo día, el avión que debió llevarlos originalmente terminó estrellándose, muriendo todos los pasajeros y la tripulación.

A lo largo de la producción, varios dobles terminaron experimentando extraños accidentes. Y en uno de los más traumáticos, uno de los cuidadores de animales terminó mutilado por los rottweilers entrenados que protagonizan varias de las escenas.

Todo alrededor de la película se volvió extremadamente inquietante. De hecho, Bernhard llegó a presentarse en los sets de filmación portando una cruz enorme. Años más tarde, diría esto al respecto:

“No quería correr ningún riesgo. El diablo se estaba metiendo con ese trabajo y buscaba cancelar la película. Nos metimos en algo que no conocíamos y más adelante todo seguía empeorando y empeorando«.

Escena de la película
Escena de la película
Fuente de la imagen: FOX

Después del estreno de ‘The Omen’

Aún después de culminar el rodaje, la maldición de The Omen no se detuvo. Otro cuidador de animales que participó en el proyecto murió apenas dos semanas más tarde. En esa ocasión, en manos de un león. Un año después del estreno, otros dos miembros del equipo protagonizaron extraños accidentes.

Durante la filmación de otra película, el doble de acción Alf Joint que también trabajó en La profecía se cayó y terminó en el hospital mientras hacía un ejercicio rutinario. El hombre dijo que hizo ese truco cientos de veces, pero en esa ocasión sintió una fuerza invisible que lo empujaba.

El accidente de John Richardson

Pero entre todos estos sucesos catastróficos, The Omen se ensañó particularmente con John Richardson, el supervisor de efectos visuales en el filme. Él fue responsable de algunas de las escenas más aterradoras de la producción. Una de ellas es en la que David Warner, el fotógrafo, es decapitado por una lámina de cristal.

Mientras Richardson y su asistente, Liz Moore, se dirigían al set de filmación de otro proyecto, un año después de The Omen, chocaron de frente contra otro automóvil. Una de las ruedas del auto terminó en el asiento del copiloto, decapitando a Moore. John Richardson quedó en un profundo estado de shock y conmoción. Algunos rumores dicen que cuando se arrastró fuera del vehículo, se topó con un letrero que indicaba una distancia de 66.6 kilómetros hasta una localidad neerlandesa llamada Ommen.

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