Aproximadamente a 212 años luz de la Tierra, un gigante gaseoso llamado WASP-107b orbita muy cerca de su estrella anfitriona. Su composición es tan ligera que, tras su descubrimiento, pasó a ser conocido como el planeta «algodón de azúcar». La peculiaridad del exoplaneta hizo replantear todas las teorías de los astrónomos acerca de cómo se forman los gigantes gaseosos, como lo es Júpiter en nuestro sistema.

La detección del planeta «algodón de azúcar»

Este exoplaneta de algodón tiene aproximadamente el mismo tamaño que Júpiter, pero solo una décima parte de su masa.

Según un estudio publicado el 25 de enero de 2021 en The Astronomical Journal, su masa central es significativamente más pequeña de lo que los astrónomos estimaban necesario para la creación de un planeta gigante gaseoso. El descubrimiento, realizado por Ph. D. Caroline Piaulet, estudiante bajo la supervisión del profesor Björn Benneke de la Universidad de Montreal, indica que los gigantes gaseosos se forman mucho más fácilmente de lo que se creía.

Este conocimiento amplía los límites de nuestra comprensión teórica acerca de cómo se forman los planetas de tamaño gigante. WASP-107b es uno de los planetas más «hinchados» que existen y se necesita una solución creativa para explicar cómo estos pequeños núcleos pueden construir envolturas de gas tan masivas.

Este planeta como tal no es un descubrimiento completamente nuevo. Los astrónomos lo detectaron por primera vez en la constelación de Virgo en 2017, aunque esta es la primera vez que se reúne información certera sobre de su composición.

Los extraños componentes del planeta WASP-107b

El planeta se encuentra muy próximo a su estrella, más de 16 veces más cerca que la Tierra del sol, completando una órbita cada 5.7 días. Hasta el momento es uno de los exoplanetas menos densos que los científicos hayan encontrado.

Para calcular la masa de WASP-107b, los astrónomos estudiaron la data obtenida en el Observatorio Keck en Hawai. Utilizaron una técnica llamada método de velocidad radial, que estudia el movimiento de oscilación de la estrella de un planeta causado por la atracción gravitacional del mismo.

Los científicos se sorprendieron al concluir que el núcleo sólido de WASP-107b tiene una masa que no es más de cuatro veces la de la Tierra. Lo que significa que más del 85% de su masa proviene de la gruesa capa gaseosa que rodea el núcleo. Esta es una naturaleza drásticamente diferente a la de Neptuno, que tiene una masa similar pero contiene solo del 5% al ​​15% dentro de su capa de gas.

Reproducción de cómo los científicos se imaginan el planeta WASP-107b a partir de sus componentes
Reproducción de cómo los científicos se imaginan el planeta WASP-107b a partir de sus componentes
Fuente de la imagen: NASA

Los nuevos descubrimientos a raíz del planeta WASP-107b

Con base en el conocimiento de Júpiter y Saturno, los científicos creían anteriormente que se necesitaría un núcleo sólido de al menos 10 veces la masa de la Tierra para adquirir suficiente gas y formar un planeta gigante gaseoso. WASP-107b definitivamente echó por tierra esa teoría.

Este trabajo aborda los fundamentos mismos de cómo los planetas gigantes pueden formarse y crecer. Proporciona una prueba concreta de que puede desencadenarse una acumulación masiva de envoltura de gas para núcleos pequeños.

El escenario más plausible es que el planeta se hubiera formado lejos de la estrella, donde el gas es lo suficientemente frío como para acumularse rápidamente. Migrando más tarde a su posición actual, a través de interacciones con el disco o con otros planetas del sistema.

Mientras estudiaba el planeta, el equipo se topó con otro en el mismo sistema, WASP-107c. Éste tiene una masa de aproximadamente un tercio la de Júpiter y tarda tres años en orbitar su estrella. La órbita ovalada del planeta sugiere que la nueva hipótesis de los astrónomos va por buen camino. Pero todavía es muy pronto para saber el origen de estas formaciones.

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