El empeño del ser humano por explorar el universo hizo que cada pequeño avance en la astronomía cambie radicalmente los paradigmas de la ciencia. Uno de los debates más controversiales de los últimos años gira en torno a Plutón. Un cuerpo celeste, planeta o planeta enano, del que se ha cuestionado su estatus. Desmintiendo y reafirmando a partes iguales algunos preceptos que hasta el momento estaban ampliamente aceptados.

Plutón dentro del Sistema Solar

Plutón es un planeta enano tal y como se ha establecido recientemente después del debate científico que puso en duda su naturaleza. Se encuentra inmediatamente después de la órbita de Neptuno dentro del Sistema Solar. Su nombre se debe al dios de la mitología romana Plutón, el equivalente a Hades en la mitología griega.

Debido a su distancia con el Sol, tarda 248 años en recorrer su órbita completa, que además es muy excéntrica y forma una elipse irregular. Esta deformación provoca que durante 20 años de traslación se encuentre más cerca del Sol que su antecesor Neptuno.

El descubrimiento de Plutón

El primero en vislumbrar la existencia de un noveno planeta girando alrededor del Sol fue un astrónomo estadounidense llamado Percival Lowell. Habló de un Planeta X más allá de la órbita de Neptuno, pero no pudo investigar más sobre él antes de su muerte.

Tiempo más tarde, a principios de 1930, otro astrónomo, Clyde Tombaugh, observó un punto luminoso en esa misma región del Sistema Solar. Cotejó su comportamiento frente a otras estrellas y descubrió un cambio de posición comparando fotografías tomadas en días distintos. Fue de esta manera que descubrió el noveno planeta del Sistema, al que bautizó Plutón por las iniciales de Percival Lowell y en clara referencia al dios romano y a su capacidad para volverse invisible.

El cuestionamiento de su estatus como planeta

Desde el momento de su descubrimiento y hasta las últimas décadas, Plutón fue considerado un planeta al igual que el resto que conforman el Sistema Solar. Todo cambió a lo largo de la década de los 90, cuando la comunidad astrónoma comenzó a descubrir otros cuerpos celestes, rocas heladas y cometas en el llamado Cinturón de Kuiper, orbitando en la misma región del espacio que Plutón.

La órbita de Plutón en el Sistema Solar
La órbita de Plutón en el Sistema Solar

Específicamente, fue en el año 2005 cuando se abrió el debate acerca del estatus del planeta. Ese año se identificó por primera vez Eris, un cuerpo de dimensiones similares a Plutón que en un principio se categorizó como el décimo planeta en el Sistema. Ante este cambio sustancial en la astronomía, surgió un nuevo escenario. ¿Debería ampliarse la lista de planetas del Sistema Solar, o debería eliminarse a Plutón de dicha lista?

Ese planteamiento lo cambió todo, y fue por ello que a partir del año 2006, la Unión Astronómica Internacional eligió la segunda opción redifiniendo algunos conceptos. Se consideró desde entonces que un planeta debería cumplir tres principios: orbitar el Sol, ser lo suficientemente masivo como para tener forma esférica dada por su gravedad y que su misma gravedad despeje el entorno de su órbita frente a otros cuerpos.

Esta última condición excluyó a Plutón y a Eris, que se incorporados en una nueva categoría como planetas enanos.

La velocidad con la que pueden cambiar las bases de la ciencia en física, astronomía y física cuántica es abrumadora. Tenemos tan poca información del espacio que cada nuevo descubrimiento puede desmentir los preceptos anteriores y abrir nuevos mundos de posibilidades.

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