23 de abril de 2005. Una de las fechas más importantes en la historia de Internet o, al menos, de una de las plataformas con más usuarios cada día desde entonces, YouTube. Aquel sábado, en torno a las ocho y media de la tarde, un joven llamado Jawed Karim subió un vídeo titulado Me at the zoo y con él cambiaría el mundo para siempre. Se trata del primer vídeo publicado en el sitio web, dos meses después del lanzamiento del que sería el medio de contenido digital más grande hasta el momento.
Me at the zoo
El vídeo en cuestión tiene una duración de 18 segundos y a la fecha de redacción de este artículo, cuenta con 158,033,051 visualizaciones, más de 7 millones de likes y más de 11 millones de comentarios.
En él sale, literalmente, Karim en el zoo de San Diego, California, hablando de los elefantes que hay detrás de él. La calidad no es a la que hoy ya estamos acostumbrados y el contenido no va más allá. Pero sin importar estos detalles y minucias, lo destacable es el propio protagonista.
Jawed Karim es uno de los tres fundadores de la plataforma, junto con Steve Chen y Chad Hurley. Uno de los tres hacedores de la plataforma de vídeo más grande del mundo. No es de extrañar, después de más de 15 años, que el mismo zoo de San Diego haya expresado su agradecimiento y orgullo por ser la locación del acontecimiento, con el comentario mejor valorado de la publicación.
La gran idea de YouTube
La historia detrás del surgimiento de YouTube cuenta con varias versiones, sobradamente difundidas, que incluso sugieren ciertas rencillas entre los tres co fundadores de la plataforma. Por lo visto, según la crónica original, Jawed Karim fue el que tuvo la primera idea, el concepto que más tarde se convertiría en una fábrica increíble de hacer dinero.
En los tiempos de MySpace y otros sitios apenas recordables por los millenials, Karim trabajaba en un portal de citas en el que cualquiera podía subir su propio contenido de forma pública. Esa fue la primera gran distinción del resto de webs hasta el momento, en las que era el propietario el único que podía hacerlo. El proyecto fue mutando a un espacio de subastas en línea con la capacidad de compartir vídeos, y así se lanzó al mercado en 2005.
Sin embargo, tras un breve tiempo de existencia, el contenido que los usuarios estaban publicando poco tenía que ver con las subastas. La facilidad para colgar los clips llevó a que cualquiera compartiese todo tipo de vídeos. Y así nació el YouTube que conocemos.
Meses más tarde, se subió el primer anuncio comercial para experimentar con el potencial de las marcas y la posible monetización. Un hecho que desató el interés de varias compañías hasta que Google adquirió la plataforma por 1,650 millones de dólares en octubre de 2006. A partir de aquí, lo demás es historia.
Los números de YouTube hoy en día
Después de varias actualizaciones, cambios de formato, nueva legislación aplicable, disputas por autorías y restricciones de copias, YouTube se convirtió en una de las plataformas publicitarias más rentables de los medios masivos.
Muchos lo consideran complemento a la televisión, otros competencia directa. Pero sin entrar en asuntos del marketing digital y las compras de espacios, lo cierto es que YouTube tuvo un impacto desorbitado en la cultura y en la sociedad.
En muchos sentidos se convirtió en un fenómeno, en el canal de la «viralización». En el espacio en que cualquiera, desde su casa, puede comunicarse con el planeta entero y construirse una reputación de fama o infamia en cuestión de meses. YouTube cambió los paradigmas de Internet, de la creación y del consumo de contenido y todavía significa algún que otro quebradero de cabeza para los medios tradicionales. Muchas industrias, como la música y el cine, han migrado sus estrategias a este sitio web. Y cómo no hacerlo cuando mueve los números que mueve.
Según las estadísticas, es el segundo motor de búsqueda más grande del mundo y el tercer sitio web más visitado, después de Google y Facebook. Cada minuto se suben alrededor de 400 horas de vídeo. Al día, se consumen más de 1,000 millones de horas de contenido. Y desde 2014, YouTube ha pagado 2,000 millones de dólares a los titulares de derechos.
Después de todo, una simple visita al zoo se convirtió en la mayor aventura en la historia de Internet hasta el momento.
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