Joan Pujol García, conocido como Garbo por la inteligencia británica, fue un espía doble durante la II Guerra Mundial que permitió la victoria de los aliados en el Desembarco de Normandía.

El 7 de mayo se cumplieron 75 años desde que el coronel general Alfred Jodl firmó en Reims la rendición incondicional de Alemania ante los aliados. Ésta sería aprobada un día después en Berlín ante la Unión Soviética.

El coronel Alfred Jodl firma la rendición de Alemania el 7 de mayo de 1945
El coronel Alfred Jodl firmando la rendición de Alemania el 7 de mayo de 1945

El aniversario del final de la guerra es para muchos la oportunidad de repasar todos los acontecimientos históricos implícitos en este periodo del siglo XX. Lo es también para conocer una de las tramas ocultas más interesantes: la participación de un espía español en el desenlace del que se considera el mayor conflicto geopolítico de nuestra historia.

La identidad del espía más buscado

Joan Pujol García nació en Barcelona el 14 de febrero de 1912. En su juventud se alineó al idealismo pacifista, dejando sus estudios de Filosofía y Letras en 1931 para dedicarse a la avicultura. Cuando estalla la Guerra Civil española en el ’36, decide ocultarse durante un año y huir del conflicto entre fascismo y comunismo en Cataluña. El ambiente militarista y de doctrinas de extremo durante este periodo lo llevó a desarrollar una profunda aversión hacia la Alemania nazi y la Unión Soviética. Una vez terminó la contienda española en 1939 comenzó a verse atraído por la investigación y el espionaje. Así, un año después, decidió involucrarse en la II Guerra Mundial apoyando al bando de los aliados.

La historia se traslada a Madrid. Joan se dirigió a la embajada británica sita en la capital para ofrecer sus servicios como espía al Reino Unido. Pero tras cierta insistencia, se rechazó su colaboración en una primera instancia.

Tras esta negativa y dejando entrever a nuestros ojos que sus pretensiones eran grandes desde entonces, Garbo se ofreció a los alemanes, quienes le aceptaron y lo enviaron a Londres.

Finalmente, el oficial Karl-Erich Kühlenthal reclutó a Joan Pujol para la organización de inteligencia alemana Abwehr, que estuvo operativa entre 1921 y 1944. Una vez aceptado, estableció una red falsa de espías asignando pequeñas misiones como la retransmisión de códigos por radio, entre otras. Tras esto, y manteniendo su nexo con Alemania, volvió a presentarse ante el servicio secreto británico, el MI5. Esta vez no dudaron en contratarlo, ya que habían estado siguiendo los pasos de Garbo y conocían su situación. Aunque él mismo desconocía esto último, así fue cómo se convirtió en agente doble.

Contraespionaje: Abwehr y MI5

Garbo inició operaciones establecido inicialmente en Lisboa, haciendo creer a los alemanes que todavía estaba en Londres. Fingió haber estado viajando por toda Gran Bretaña enviando partes de gastos inventados a partir de una guía de ferrocarriles británica. Entregó informes ficticios acerca de los movimientos de algunos barcos de mercancías, que el III Reich consideró como información verdaderamente útil y valiosa. Para todo ello se documentó de diversas publicaciones en la biblioteca principal de la capital portuguesa y de esta manera se ganó rápidamente la confianza de los alemanes.

En la primavera de 1942 operó como agente doble bajo en una iniciativa de la Inteligencia Británica basada en la captura de agentes alemanes para labores de contraespionaje y maniobras de desinformación. Su objetivo principal era convencer a Alemania de que había reclutado a muchos agentes influyentes en el Reino Unido. Para desenvolverse con éxito en este contexto, desarrolló una habilidad magistral para crear informes coherentes de los agentes inventados, evitando contradicciones y sin perder la credibilidad que había conseguido. Relaciones familiares inexistentes, líneas de conexión entre los agentes, muertes falsas y hasta esquelas y pensiones por viudedad ficticias.

Alemania llegó a pagarle grandes cantidades de dinero para mantener su red de espías de mentira, que llegó a contar con 22 agentes ficticios. La credibilidad que alcanzó en aquel entonces lo llevó a recibir el estatus de espía A1 Agent.

La Operación Fortaleza

La Operación Fortaleza fue el nombre clave del conjunto de maniobras de contraespionaje desarrolladas para engañar al ejército nazi sobre la apertura de nuevos frentes de la guerra.

Nos situamos en el año 1944. Alemania había ocupado prácticamente toda Europa Occidental durante los tres primeros años de conflicto y el objetivo fundamental de esta misión era que el III Reich creyera que habría una invasión aliada en el paso de Calais. Se trata de un estrecho a 249 km de Normandía, ubicado en la parte más angosta del canal de la Mancha. El desembarco real, dentro de la Operación Overlord, sería en este ardid un procedimiento encubierto como un mera distracción para alejar a las tropas nazis lejos del estrecho.

En este punto, Adolf Hitler ya había ordenado a la división Penzer dirigirse a Normandía, pero fue tal su confianza en la información de Garbo, que exigió a sus fuerzas armadas dar la vuelta. De hecho, Hitler siguió pensando que la operación en Normandía era una simple distracción aún cuando el ataque ya había empezado, y que la verdadera ofensiva sería en Calais. Cuando fue consciente del engaño, el Desembarco de Normandía ya se había ejecutado con éxito el 6 de junio de 1944. Los aliados liberaron los territorios de Europa Occidental y ya era demasiado tarde para movilizar las divisiones acorazadas nazis.

Desembarco de Normandía
Desembarco de Normandía el 6 de junio de 1944

Joan Pujol García fue el espía encargado de ejecutar esta misión y engañar a los servicios secretos nazis radiando desde Londres sus mensajes a Madrid. Desde Madrid los reenviaban a Berlín, y así es como esquivó las sospechas alemanas.

El propio Eisenhower, comandante supremo aliado durante la guerra y quien sería presidente de los Estados Unidos 10 años después, reconoció por carta que la victoria no hubiera sido posible sin la intervención del agente doble Garbo.

El espía en la post guerra

En 1945 y todavía bajo la confianza del MI5 y los servicios secretos alemanes, Joan Pujol empieza a borrar sus huellas. Fingió su propia muerte en el ’49 en Angola, a causa de la malaria, y durante décadas nadie supo que seguía vivo. En 1984 su historia vio la luz por primera vez y fue localizado en Caracas, Venezuela, donde trataba de continuar su vida en el anonimato.

Juan Pujol García Garbo

Tras ser protagonista de una serie de investigaciones y novelas de espías, regresó de nuevo a Europa y se reunió con sus viejos compañeros de los servicios secretos sajones. Allí, el Duque de Edimburgo le entregó la Gran Cruz del Imperio Británico, concedida en el ’44 por sus servicios a la corona.

El agente Garbo murió cuatro años después en Caracas, en octubre de 1988. Fue enterrado en Choroní, la población costera de la que se había enamorado.

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