Hoy cuesta imaginar películas como Forrest Gump, The Matrix, El Silencio de los Corderos, Titanic…, protagonizadas por otros artistas. Pero lo cierto es que estos grandes éxitos, y muchos otros, fueron rechazados en su momento por los actores que recibieron la primera oferta de papel. Eso sí, para después arrepentirse.

Si nos ponemos a investigar las malas decisiones de los actores y sus representantes, no acabaríamos nunca. Pero efectivamente hay casos tan flagrantes, que todavía haría hoy que se llevasen las manos a la cabeza. Y esos casos son los que repasaremos en este artículo.

Los que rechazaron el papel por no poder entenderlo

Podemos anticipar que Matrix era un guión difícil, una historia compleja a la que darle algunas vueltas. Pero ni Sean Connery le dio la oportunidad, cuando le ofrecieron el rol de Morfeo (finalmente para Laurence Fishburne). Ni Nicolas Cage o Will Smith, cuando les propusieron ser Neo (merecidísimo Keanu Reeves). El error de Will Smith fue si cabe más nefasto, ya que prefirió participar en la funesta Wild Wild West. Y años después volvió a tropezar en la piedra desestimando el papel de Django de Tarantino, y dando paso a un fantástico Jamie Fox.

Algo parecido pasó con El Señor de los Anillos, cuyo guión sonaba algo tonto para algunos. Pobres insensatos, que diría Gandalf. Papel que rechazó de nuevo Sean Connery y también Christopher Plummer. Bendito sea Ian McKellen. Nicolas Cage repitió su hazaña, otra vez y menos mal, rechazando el papel de Aragorn.

Pero eso no es todo. Tom Cruise se negó a ser Eduardo Manostijeras por no gustarle el final de la historia. Y tampoco le gustó la arrogancia de Iron Man. Oportunidades que aprovecharon exitosamente Johnny Depp y Robert Downey Jr. respectivamente, por supuesto.

Jack Nicholson no quiso interpretar a Michael Corleone en El Padrino. John Travolta rechazó Forrest Gump, aunque acertó al haber elegido Pulp Fiction, que relanzó su carrera. Y aquélla no hubiera sido lo mismo sin Tom Hanks. Mathew Broderick rechazó Breaking Bad, Harrison Ford La lista de Schindler y la letanía sería interminable.

Los que perdieron el Oscar y algo más

Pero si estos errores pesan en la memoria de los actores, más aún cuando hubieran ganado el Oscar.

Mel Gibson pudo haber sido Máximo Décimo Meridio y haber ganado el Oscar que finalmente mereció con creces Russell Crowe por Gladiator. Sandra Bullock pudo haberse llevado el premio por Million Dollar Baby, en vez de Hillary Swank.

Y tanto Michelle Pfeiffer como Sean Connery (otra vez) lloraron lágrimas de sangre por rechazar El Silencio de los Corderos. Película que les dio la estatuilla a unos sublimes Jodie Foster y Anthony Hopkins.

Titanic había sido pensada para Gwyneth Paltrow. Y Avatar, esa fantasía de James Cameron que nos prometió cuatro o cinco secuelas más, había sido creada para Matt Damon. Quien hubiera ganado además un porcentaje de las ganancias. Un porcentaje de las ganancias de la película más taquillera de la historia.

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